¿Qué pasa con la salud de López Obrador y por qué debería importarle a todos?

Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Valente Rosas/EVZ
Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Valente Rosas/EVZ

La salud lo es todo y cuando se trata de la salud de AMLO se convierte en el secreto mejor guardado aunque, ante la posibilidad de que gane la presidencia el 1 de julio, el tema se vuelve de interés nacional.

Por estos días en redes sociales, según informaron los periodistas Raymundo Rivapalacio (El Financiero, 16 de mayo 2018) y Francisco Garfias (Excélsior, 15 de mayo de 2018), empezó a circular la versión de que la salud del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, es cuestionable.

Es un hecho que el diciembre de 2013 López Obrador sufrió un doble infarto y fue intervenido de emergencia. “En la operación le colocaron un stent, que es un dispositivo que se utiliza para tratar los bloqueos significativos en las arterias del corazón. La obstrucción de las arterias puede desencadenar problemas cardiacos, como es la hipertensión.”

La salud de Andrés Manuel López Obrador fue confiada a un grupo de médicos cubanos, radicados en Miami, encabezados por el neurocirujano Félix Dolorit, con fama mundial como especialista en enfermedades de la columna vertebral, de la que también padece el candidato.

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Los problemas en su columna vertebral pueden llegar a ser dolorosos e incapacitarlo algunos días. La hipertensión se puede controlar con una dieta saludable, evitar el alcohol, no fumar, hacer ejercicio y evitar el estrés, así los riesgos de esa enfermedad llamada “asesina silenciosa”, se pueden minimizar.

“El doctor Delorit ha viajado regularmente a México para revisar a López Obrador, con frecuencias que han llegado a ser, incluso, quincenales. En total han sido poco más de 150 viajes realizados por el especialista cubano-estadounidense, quien lo atiende junto con el equipo de médicos que vigilan la salud del candidato presidencial en su propio domicilio en la Delegación Tlalpan.”

Los políticos guardan con gran reserva la información de su salud y López obrador no es la excepción, no obstante, el tema es relevante por lo que los electores mexicanos tienen derecho a que goce de cabal salud quien podría dirigir el país, lo que debe ser una exigencia para todo aquel que desea ocupar el puesto de mayor importancia en la nación y sin duda, el que está sometido a la mayor tensión.

A sugerencia de José Antonio Meade, hecha en diciembre, en el sentido de que los aspirantes a la presidencia se sometieran a pruebas de salud física y mental, el candidato López Obrador rechazó la propuesta, aunque después comentó: “soy hipertenso. Me tengo que tomar unas pastillas, un cóctel de pastillas diarias para que no me aumente la presión y que yo no me enoje”.

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El periodista Francisco Garfias comentó que “Hay, también, rumores que “hace un mes” estuvo hospitalizado; que consume antisicóticos, que no sigue las indicaciones de los médicos que vigilan su corazón, que vive en el estrés, que no lleva la dieta adecuada, que no descansa, que tiene 65 años, pero se ve más viejo” y sugiere que López Obrador aclare las versiones sobre su salud, que circulan en redes sociales, solicitando a sus médicos que publiquen el reporte que certifique que está en capacidad para gobernar el país.

En la circunstancia actual, las versiones sobre la salud de López Obrador en redes sociales, podrían ser interpretadas como parte de la guerra sucia que caracteriza la presente disputa por el poder, sin embargo, no es un tema superficial dados los antecedentes antes mencionados, lo que lo ubicaría en el conjunto de candidatos como el más avanzado, según las encuestas, pero también como el que tiene más problemas de salud y, si los mexicanos vamos a elegir un presidente para que atienda los complejos problemas nacionales, es importante que esté sano. No estaría mal que alguien preguntara al respecto en los debates por venir.