El Puma de Argentina vuelve a rugir como un león para defender su corona en un peso de fuego

Al final, Fernando Martínez quería agradecer a medio mundo. Humilde y sincero, El Puma no quería dejar a nadie fuera de ese saludo después de un triunfo que lo reafirma como uno de los mejores peleadores del mundo en las 115 libras, una división repleta de estrellas.

Martínez (15-0, 8 KO) demostró el sábado en la noche que lo ocurrido meses atrás cuando le arrebató la faja de la Federación Internacional del Boxeo (FIB) a Jerwin Ancajas, no fue obra de la casualidad, porque en la revancha el argentino se mostró todavía más dominante que en su primera presentación.

“Hicimos un gran campamento, tuvimos muy buenos sparrings y eso se vio en el resultado’‘, comentó Martínez, flanqueado por su manager, el conocido Marcos “Chino’’ Maidana. “Ahora regresaré a descansar, pero luego buscaremos otras grandes peleas en la división’’

Con un ataque incesante y efectivo, Martínez retuvo el cinturón de la FIB que ganó al zurdo filipino el 26 de febrero al imponerse por decisión unánime en 12 asaltos en el primer combate de la triple cartelera de “Showtime Championship Boxing” en el Dignity Health Sports Park, en Carlson, California.

Los jueces Tiffany Clinton (118-110), Ellis Johnson (119-109) y Zachary Young (118-110) declararon a Martínez como claro ganador y le abrieron las puertas a otras grandes peleas en el mismo peso donde campean Román “Chocolatito’’ González, Juan Francisco “Gallo’’ Estrada y Jessie “Bam’’ Rodríguez.

Una cláusula contractual obligaba a Martínez a conceder a Ancajas (33-3-2, 22 KO) una revancha inmediata, pero el ahora campeón volvió a manejarlo con relativa facilidad, aunque tuvo que venir de menos a más hasta imponer un tren de pelea que el filipino no pudo sostener.

Fernando Martínez demostró que lo ocurrido meses atrás, cuando le arrebató la faja de la Federación Internacional del Boxeo a Jerwin Ancajas, no fue obra de la casualidad, porque en la revancha el argentino se mostró todavía más dominante.
Fernando Martínez demostró que lo ocurrido meses atrás, cuando le arrebató la faja de la Federación Internacional del Boxeo a Jerwin Ancajas, no fue obra de la casualidad, porque en la revancha el argentino se mostró todavía más dominante.

Si los dos dos o tres primeros rounds fueron para Ancajas con sus movimientos elusivos y contragolpes, Martínez apretó el pie en el acelerador y aumentó la intensidad de los ataques para encontrar a su oponente de una manera más clara y ganar claramente la mayor parte del combate.

Ancajas necesitaba claramente un nocaut cuando comenzó el duodécimo asalto y de manera desesperada buscó ese golpe demoledor, pero Martínez aceptó ese intercambio y volvió a recuperar la iniciativa para sellar una victoria que le asegura un lugar en la rica historia del boxeo de su tierra.