Por qué algunos puertorriqueños negros marcan la casilla 'Blanco' en el censo

Grupo de baile de bomba en el centro comunitario Corporación Piñones se Integra en Loíza, Puerto Rico, el 1 de febrero de 2020. (Érika P. Rodríguez/The New York Times)
Grupo de baile de bomba en el centro comunitario Corporación Piñones se Integra en Loíza, Puerto Rico, el 1 de febrero de 2020. (Érika P. Rodríguez/The New York Times)

LOÍZA, Puerto Rico — Una docena de bailarinas vestidas con faldas de colores brillantes que llegan a los tobillos estaban reunidas alrededor de cinco tambores de madera. Movían los hombros y las caderas al compás de un ritmo alegre de origen africano.

Loíza, una localidad fundada por antiguos esclavos africanos, es uno de los muchos lugares de Puerto Rico en donde se cultivan las tradiciones de origen africano, como el taller de baile de la bomba, en el centro comunitario Corporación Piñones se Integra.

Sin embargo, eso no quiere decir que todas las personas que viven ahí necesariamente se autodenominen negras.

En el último censo, más de tres cuartas partes de los puertorriqueños se identificaron como blancos pese a que un amplio sector de la población de la isla tiene raíces africanas. Esa cifra es menor al 80 por ciento de hace 20 años, pero los activistas y demógrafos afirman que sigue siendo imprecisa y están trabajando para que más puertorriqueños de ascendencia africana se identifiquen como negros en el próximo censo, en un intento por atraer la atención hacia las desigualdades raciales de la isla.

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En el censo, todos los residentes de Puerto Rico pueden elegir “Sí, puertorriqueño” para indicar su origen hispánico. Pero en el caso de la raza, deben seleccionar entre “blanco”, “negro”, “indio americano”, varias opciones para las personas de ascendencia asiática, o también pueden escribir algo ellos mismos. La mayoría de los puertorriqueños elige “blanco”.

No obstante, la poca velocidad de respuesta del gobierno de Trump después del huracán María y de otros desastres naturales ha hecho que muchos puertorriqueños reconsideren su decisión de identificarse como estadounidenses blancos, señaló Kimberly Figueroa Calderón, integrante del Colectivo Ilé, una coalición de pedagogos y organizadores de Puerto Rico que hace campaña para que más puertorriqueños se identifiquen como negros en el censo de 2020. “No somos los ‘ciudadanos’ que creemos que somos”, afirmó.

Después del huracán María, Maricruz Rivera-Clemente, fundadora de Corporación Piñones se Integra, comentó que tardaron más tiempo en restablecer la electricidad en Loíza que en San Juan, la capital, y en otras partes de la isla. “Tenemos la misma conexión y la misma fuente eléctrica que Isla Verde”, señaló Rivera-Clemente, refiriéndose a una popular zona turística en San Juan. “No tuvimos electricidad sino hasta dos meses después”.

Bárbara I. Abadía-Rexach, profesora de Sociología en la Universidad de Puerto Rico y miembro del Colectivo Ilé, se sorprendió mucho cuando se enteró de cuántos puertorriqueños se identificaron como blancos en el censo anterior. “¿Cómo encajo en un país donde soy parte de una minoría?”, comentó Abadía-Rexach, quien nació en la isla y se identifica como una mujer negra.

El Colectivo Ilé ha realizado talleres educativos en toda la isla en donde los residentes aprenden sobre las repercusiones del censo y los logros de los puertorriqueños afrodescendientes, como el historiador Arturo Alfonso Schomburg y la cantante Ruth Fernández. También les enseñan sobre las aportaciones de las civilizaciones africanas con la esperanza de que la gente se motive a elegir la casilla “negro” o que escriba “afrodescendiente” en el censo.

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“Hay personas que no quieren usar la palabra negro porque les parece que es un insulto y porque todavía prevalece la idea de que necesitamos ‘mejorar la raza’”, dijo Abadía-Rexach al referirse a una frase popular en los países latinoamericanos que insinúa que la piel clara es más atractiva que la piel oscura.

Muchos puertorriqueños comentan que también sienten que al elegir “negro” en la planilla del censo se deja de lado su excepcional identidad cultural —misma que incluye idioma, gastronomía y tradiciones— y los acerca demasiado a los afroestadounidenses del continente.

“Tenemos muy claro el hecho de que queremos que se reduzca al mínimo el número de personas que se identifican como blancas y que aumente la cifra de quienes se identifican como negras”, añadió Gloriann Sacha Antonetty-Lebrón, otra integrante del Colectivo Ilé.

Antonetty-Lebrón señaló que la vergüenza de identificarse como negro en Puerto Rico se derivaba de la falta de imágenes positivas o auténticas de la negritud. “El sistema educativo, el cual nunca ha hablado de todas las aportaciones de los negros, siempre nos ha mostrado como esclavos y no como personas que fueron esclavizadas”, dijo.

Pero incluso José Luis Elicier-Pizarro, nativo de Loíza y maestro de música de bomba en el centro comunitario Corporación Piñones se Integra, tiene sus reservas para identificarse como negro. “No digo que soy puertorriqueño afrodescendiente porque ni mi padre ni mi madre son africanos”, comentó Elicier-Pizarro, cuya piel es café oscuro y solía usar rastas.

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“Desde el punto de vista de la apariencia, sí, me considero negro”, afirmó. “Desde el punto de vista de la identidad, me considero puertorriqueño”.

Según el Centro de Información del Censo de la Universidad de Puerto Rico, los datos del censo se utilizan para ayudar a determinar, con base en la población, el financiamiento para los programas federales. Como consecuencia de la inestabilidad política y de los desastres naturales en la isla, esta información también ha ayudado al gobierno a rastrear el descenso de la población y la cantidad de residentes que se van a vivir al continente. Pero los activistas señalan que se necesita una mejor información del censo sobre la raza para entender lo que según algunas personas es un tema tabú en Puerto Rico: el racismo.

“La gente dice: ‘¿Pero cómo podemos ser racistas? Somos puertorriqueños’”, comentó William Ramírez, director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles de Puerto Rico. “Nos hemos abocado a lograr que la gente reconozca que, en efecto, aquí hay racismo”. El despacho de Ramírez está a 35 minutos de Loíza en auto, y comentó que con frecuencia recibe a hombres y mujeres que le dicen que han sufrido discriminación por el color de su piel.

Para Elicier-Pizarro, una casilla en el formato del censo es demasiado limitante para reflejar el Puerto Rico que él considera un espléndido crisol de razas. En su realidad, él es latino, pero más que cualquier otra cosa, es puertorriqueño.

“Eso es lo que soy. Soy un latino de piel oscura nacido en Puerto Rico”, afirmó. “Soy puertorriqueño”.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company