Yahoo Noticias Psíquica estafa con 3 MDD a una mujer para ‘quitarle maldiciones’ y lo pagó caro
Una adivina estafó a una mujer de Miami con más de $3 millones de dólares convenciéndola de que necesitaba una médium para eliminar las maldiciones de su vida.
Sin embargo, la vidente no previó su propio futuro: años entre rejas en una prisión federal.
¿Qué fue lo que pasó?
Samantha Stevens, de 51 años, fue condenada a dos años y medio, y el coacusado Michael Paul Guzmán, de 42, a tres años y dos meses, por lavado de dinero y estafa. El par también fue condenado a pagar a la víctima $3.2 millones.
Stevens conoció a la víctima en 2012 y le dijo que necesitaba realizar rituales usando grandes sumas de dinero para eliminar las “maldiciones” que plagaban su vida, según los registros judiciales. Si la víctima se negaba a pagar, Stevens insistiría en que su familia también saldría perjudicada.
El juez de distrito Darrin Gayles, con sede en Miami, sentenció a Michael Paul Guzmán, de 42 años, a 38 meses tras las rejas y a Samantha Stevens, de 51, a 30 meses de cárcel
También deberán restituir a su víctima los 3,19 millones de dólares que le sacaron con engaños. pic.twitter.com/fe08OSRyvF— HNS (@HNSDigital) December 9, 2022
Durante cuatro años, la médium estafó a la mujer millones de dólares. Stevens llegó a afirmar que tenía el poder de llevar al cielo a sus seres queridos fallecidos, según consta en los registros judiciales. Le dijo a la víctima que el alma de su padre estaba atrapada a las puertas del cielo, pero con una salvedad: la única forma de salvarlo era dándole dinero.
Mientras la mujer pagaba sus maldiciones, Stevens y Guzmán vivían a todo lujo. Los registros judiciales muestran que la pareja visitó casinos en Las Vegas y compró una casa en Coconut Grove, un Jeep Grand Cherokee de 2014 y un Land Yacht Airstream de 2014 con el “dinero sucio” de la víctima.
En 2016, Stevens desapareció de la vida de la mujer porque ya no podía pagar los rituales, que la declaración jurada no detalló.
Al darse cuenta de que había sido estafada, la víctima se puso en contacto con la policía federal, lo que llevó a la Oficina del IRS en Miami a rastrear el dinero en efectivo hasta la vidente y, en última instancia, a incluir la prisión en el futuro de los estafadores.
