Pruebas Aprender: revertir el efecto cuna, el gran desafío a modificar según los expertos en educación

La mitad de los estudiantes de sexto grado (48,6%) no alcanza el nivel esperado en matemática
La mitad de los estudiantes de sexto grado (48,6%) no alcanza el nivel esperado en matemática - Créditos: @Ricardo Pristupluk

En septiembre, el entonces Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Evaluación e Información Educativa (SEIE), desplegó el operativo de las pruebas Aprender 2023 en las 24 jurisdicciones del país. Más de 600.000 alumnos que asistían al 6° grado de las 19.176 escuelas primarias de la Argentina –privadas y públicas– fueron censados en lengua y matemática. Según muestran los resultados definitivos que ayer exhibió la Secretaría de Educación, el año pasado hubo un deterioro en matemática respecto de los resultados de 2021. En lengua, por su parte, se evidenció una mejora en el desempeño de los estudiantes.

Manuel Álvarez Trongé, presidente de la fundación EDUCAR 2050, recalcó que, en el caso de matemáticas además de haber un estancamiento hay una caída en el porcentaje de estudiantes que alcanza el nivel avanzado. “Un 48,6% de los alumnos está por debajo del nivel satisfactorio; es decir uno de cada dos. En Lengua, luego de 10 años, hay una mejora, pero leve. Sin embargo, el porcentaje de alumnos en el nivel avanzado y en el nivel satisfactorio ha disminuido del 2022 al 2023″.

Una de las cosas que Álvarez Trongé remarca es la inequidad educativa que evidencian los resultados: “El ‘efecto cuna’ debe ser modificado por una buena educación para todos. Eso no se cumple y tampoco la disposición que establece que los mejores docentes deben estar en las escuelas de estudiantes más vulnerables”.

¿A qué se refiere con efecto cuna? Que los niños y niñas no pueden condicionar su futuro por el lugar donde nacen, sino que es la educación quien iguala oportunidades y consolida un mejor futuro. “Si la educación no funciona bien, es la cuna quien sella el destino de cualquier estudiante”, explica Álvarez Trongé.

Según el especialista, todo demuestra que la ley no se cumple. También cree que es indispensable en la Argentina un plan integral de mejora de los aprendizajes que defina acciones e intervenciones concretas. “El artículo 115 de la actual ley de Educación Nacional obliga al Poder Ejecutivo a fijar las pautas para esta mejora y ‘asegurar el cumplimiento de los principios, fines, objetivos y previsiones’ establecidos por ella. Es urgente que así se haga”.

Una década de estancamiento

Las pruebas Aprender se toman en la Argentina desde el año 2016. Reemplazaron al Operativo Nacional de Evaluación (ONE) que, con otra frecuencia, metodología y divulgación, se realizaba en la Argentina desde 2002. La evaluación censal tiene como objetivo medir el desempeño de los estudiantes. Se hace de manera bienal: un año a instituciones primarias y, el siguiente, a las secundarias.

En diciembre, el Gobierno de Alberto Fernández difundió un resultado preliminar de Aprender 2023. Hoy, la Secretaria de Educación, cuyo titular es Carlos Torrendell, confirmó que los datos difundidos a fin de año se mantuvieron casi sin variaciones. Los cambios más relevantes están relacionados con un mayor número de escuelas censadas (19.272 versus 19.176) y de alumnos relevados (614.817 versus 608.780). Las diferencias más significativas derivan de inconsistencias en los números de 2021.

Los datos definitivos marcan un deterioro en matemática respecto de los resultados de 2021. En ese entonces, el 45,2% de los examinados se posicionó en el rango de menor desempeño (debajo del básico y básico), mientras que este año lo hizo el 48,6%. Todos ellos no aprobaron este examen. En la segunda asignatura censada, lengua, se puede observar una mejora en el desempeño de los alumnos respecto de 2021: si ese año el 44% no llegó al nivel satisfactorio, este no lo hizo un 33,6%.

Ante los números, Gustavo Zorzoli, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y Presidente de la Fundación Educar en Ciencias, dijo: “En el caso de matemática, evidencia un estancamiento en los últimos 10 años. La foto del 2023 es la foto del 2012. El nivel socioeconómico y el tipo de escuela, privada o estatal, son factores que inciden en los resultados de rendimiento de nuestros chicos”. Según el especialista los resultados alarmantes ya se tienen hace bastante tiempo: “Lo que no hay es todavía una política concreta a corto plazo para mejorar la enseñanza en las escuelas”.

Más repercusiones

“Es claro que la escuela no está garantizando los aprendizajes fundamentales para que los chicos se incorporen a la escuela secundaria con los saberes y las competencias necesarias”, dijo María José Navajas, miembro de Padres Organizados.

Además, la organización puso su atención en cómo los números se relacionan con la estabilidad de los responsables de gestión escolar. “Cuanta mayor es la antigüedad del director en el cargo, mejores desempeños de los estudiantes, especialmente en los niveles socioeconómicos bajos. Ese dato permite pensar que la escuela sí puede hacer algo para torcer el ‘efecto cuna’, pero requiere de docentes y directivos estables y con experiencia”.

Respecto del ausentismo de los estudiantes y el clima escolar, desde Padres Organizados señalaron que dichos factores afectan los aprendizajes. “Aunque no tenemos indicadores o estadísticas disponibles para la Argentina, sabemos que el cierre prolongado de las escuelas incidió negativamente en el compromiso de las familias con la asistencia de los chicos a la escuela y que el impacto psicológico para los chicos todavía muestra secuelas en las aulas”.

Por su parte, Guillermina Tiramonti, magíster en Educación egresada de FLACSO y licenciada en Ciencia Política de la Universidad del Salvador, puso el acento en la corrección que se realizó de los datos de 2021. “Los resultados corregidos muestran que la caída de las mediciones en lengua, a raíz del cierre de escuelas, fue 15 puntos más baja que en la primera lectura”.

Según la especialista, esa cuestión puede tener dos interpretaciones. “Una de ellas es que, a pesar de las dificultades de articulación, las escuelas lograron evitar la catástrofe y amortiguar la caída. Otra lectura muy insidiosa sería que la falta de escolaridad afecta poco los aprendizajes”. Para ella, un cruce por quintil de ingreso de los alumnos proporcionaría la información necesaria de cara a generar una hipótesis más concluyente.