Los proyectiles de uranio empobrecido podrían ayudar a Ucrania, pero los críticos afirman que el riesgo no vale la pena.

Soldados de la 68.a Brigada de Ucrania exhiben sus vehículos blindados MRAP (sigla en inglés de Protegido Resistente a las Minas y las Emboscadas) fabricados en Estados Unidos, en la región de Donetsk en Ucrania, el 14 de junio de 2023. (David Guttenfelder/The New York Times).
Soldados de la 68.a Brigada de Ucrania exhiben sus vehículos blindados MRAP (sigla en inglés de Protegido Resistente a las Minas y las Emboscadas) fabricados en Estados Unidos, en la región de Donetsk en Ucrania, el 14 de junio de 2023. (David Guttenfelder/The New York Times).

El 6 de septiembre, Estados Unidos anunció un paquete de ayuda para Ucrania que por primera vez incluyó la entrega a ese país de municiones fabricadas con uranio empobrecido, lo que generó preocupaciones sobre los posibles efectos del material sobre la salud y el medioambiente.

Se tiene previsto que las municiones —munición antiblindaje de 120 milímetros— se usen en 31 tanques M1 Abrams proporcionados por Estados Unidos, el primero de los cuales llegó a Ucrania hace unos días. El Reino Unido también envió a Ucrania municiones fabricadas con uranio empobrecido.

El Pentágono ha defendido el uso de este tipo de municiones, pues afirma que ayudarán en la contraofensiva de Kiev frente a las fuerzas rusas. Pero algunos expertos sostienen que los riesgos para la salud que plantea el uranio empobrecido superan los beneficios militares. Esto es lo que hay que saber al respecto:

Las municiones fabricadas con uranio empobrecido son excelentes para perforar blindaje.

El uranio empobrecido es un subproducto del enriquecimiento del uranio, el proceso utilizado para crear combustible nuclear. Es solo ligeramente radiactivo, pero muy denso: casi 2,5 veces más denso que el acero y al menos 1,5 veces más denso que el plomo.

El material tiene algunos usos civiles, como en escudos médicos contra la radiación, determinadas quillas de veleros y algunas piezas de aviones.

Pero su uso principal es en armamentos. El uranio empobrecido puede transformarse en proyectiles largos y delgados parecidos a dardos que pueden perforar vehículos fuertemente blindados como tanques, explicó Doug Weir, director de investigación y políticas del Observatorio de Conflictos y Medioambiente. Además, el polvo de uranio generado en el impacto puede encenderse y el fuego puede consumir al objetivo. Estados Unidos ha desplegado este tipo de municiones en conflictos previos, incluida la guerra del golfo Pérsico y la invasión a Irak.

La munición es “parte de una tendencia general de enviar a Ucrania armamento más avanzado y controvertido”, señaló Gabriela Iveliz Rosa Hernández, investigadora adjunta de la Asociación de Control de Armas. “Hemos pasado de los misiles Javelin y Stinger a tanques Abrams y F-16 en términos de compromiso”.

El polvo de uranio remanente puede emitir radiación.

Los proyectiles disparados dejan tras de sí un polvo de uranio finamente pulverizado que puede contaminar el suelo. El polvo emite radiación alfa, la cual no puede penetrar la piel y no es dañina cuando está fuera del cuerpo, dijo Weir, pero cuando se ingiere o se inhala, puede “en esencia, arrojar radiación directamente al tejido pulmonar”.

Wim Zwijnenburg, líder del proyecto de desarme humanitario de la organización pacifista holandesa PAX, afirmó que los niños y las mujeres embarazadas son los más vulnerables a los efectos que tiene el polvo en la salud.

El Pentágono ha cuestionado las afirmaciones de que el uranio empobrecido está relacionado con otros impactos significativos sobre la salud o el medioambiente, y ha citado estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Organización Mundial de la Salud y el Organismo Internacional de Energía Atómica. El Departamento de Defensa también remitió a un estudio de casi 80 supervivientes de incidentes relacionados con uranio empobrecido en la guerra del Golfo, que no encontró ningún efecto clínico adverso asociado con las armas.

Pero tanto Zwijnenburg como Weir dijeron que no había suficiente investigación sobre los efectos a largo plazo de las municiones de uranio empobrecido como para confirmar tal evaluación.

A diferencia de las municiones de racimo, que Estados Unidos envió a Ucrania en julio, no existe ningún tratado internacional que prohíba las armas fabricadas con uranio empobrecido. Sin embargo, quienes se oponen a las armas de uranio empobrecido argumentan que los posibles efectos posguerra sobre los civiles son razón suficiente para prohibirlas.

Rusia califica la decisión como “una clara señal de inhumanidad”.

Dmitry Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin, calificó la decisión de Estados Unidos de suministrar a Ucrania proyectiles de uranio empobrecido como “una muy mala noticia”. La Embajada de Rusia en Washington publicó un mensaje en Telegram en el que condenó la entrega y calificó la decisión de “una clara señal de inhumanidad”.

No se sabe con certeza si Rusia utiliza proyectiles de uranio empobrecido, aunque la agencia estatal de noticias Tass informó en 2018 que una versión modernizada de su tanque de batalla principal tenía la capacidad de dispararlos. El informe citó a un experto militar ruso, Viktor Murakhovsky, diciendo que los proyectiles se guardaban en reservas especiales en lugar de los arsenales regulares.

c.2023 The New York Times Company