¿Nuevas protecciones para Big Cypress? A los miccosukee y cazadores les preocupa ser excluidos

La Big Cypress National Preserve y el Everglades National Park forman parte de los Everglades y ambos son cruciales para restaurar el flujo histórico de agua a través del Río de Hierba.

Sin embargo, durante décadas el gobierno federal ha gestionado estas vastas extensiones de naturaleza de forma muy diferente: en el Big Cypress se permite la caza, la navegación aérea y otros impactos humanos que están estrictamente prohibidos en el parque nacional vecino.

Esto podría cambiar pronto en una cuarta parte del extenso Big Cypress, una propuesta que cuenta con un amplio apoyo de grupos ecologistas que desde hace tiempo buscan una fuerte protección de la reserva. Pero también ha suscitado la creciente oposición de los habitantes de la reserva: la tribu miccosukee, los cazadores, los propietarios de hidrodeslizadores y buggies de pantano conocidos como “gladesmen”, así como los dos senadores de la Florida.

Todos coinciden en la necesidad de proteger Big Cypress, hogar de raras orquídeas, cipreses enanos y la pantera de la Florida, cada vez más amenazada. El desacuerdo estriba en cómo y quién debe protegerlo.

“Nos estamos oponiendo con mucha fuerza porque no creemos que sea lo mejor para el Big Cypress”, dijo Curtis Osceola, jefe de gabinete de la tribu miccosukee. “El temor de la tribu es que se esté llegando a un compromiso para convertir estas tierras en espacios naturales a expensas de los derechos de la tribu y del público. No nos parece correcto”.

Casi 25,000 personas han firmado una petición distribuida por la tribu en la que se insta al presidente Joe Biden a que impida que el Servicio de Parques Nacionales designe amplias zonas de Big Cypress como “espacios naturales”.

El estado silvestre es el nivel más alto de protección del gobierno federal. Imposibilita casi por completo la urbanización del terreno –lo cual ambas partes apoyan en general–, pero también bloquea o impone importantes requisitos de permisos para actividades que se han realizado durante décadas en el Big Cypress, desde la caza a la conducción de vehículos todoterreno o las excursiones en hidrodeslizadores.

Organizaciones como la Asociación de Conservación de Parque Nacionales (NPCA) apoyan desde hace tiempo la designación de espacios naturales en el Big Cypress y la consideran una poderosa herramienta para frenar las prospecciones petrolíferas y exigir a los exploradores que reparen los daños causados.

“La Big Cypress National Preserve es uno de los lugares más silvestres de nuestro país. Por el bien de las increíbles especies que tienen su hogar en Big Cypress, y de los cientos de miles de personas que lo visitan cada año, tenemos que mantenerlo así”, dijo en un comunicado Melissa Abdo, directora regional de la NPCA en la costa sur. “Los activistas en defensa de los parques nacionales apoyan la designación de espacio natural en la Big Cypress National Preserve debido a las innumerables amenazas que enfrenta este paisaje acuático único, desde el cambio climático hasta la explotación de petróleo y gas”.

La posible designación se basa en un informe publicado en 2020 que describe las opciones del Servicio de Parques Nacionales para designar determinadas zonas de la reserva como espacios naturales. Aunque el estudio concluye que alrededor de 43% de los casi 600,000 acres de la reserva son aptos para ser considerados espacios naturales, la “opción preferida” designaría solo alrededor de 25% de la reserva, además de crear más de cien millas de nuevos senderos.

Debido a los daños generalizados causados por los vehículos todoterreno, el servicio de parques restringió drásticamente su uso en 2011, limitándolos a senderos específicos. Los hidrodeslizadores privados están permitidos en algunas secciones de la reserva.

En un comunicado, Pedro Ramos, superintendente del Everglades and Dry Tortugas National Park, con la supervisión general de la Big Cypress National Preserve y el Biscayne National Park, dijo que él y su equipo siguen escuchando todos los comentarios sobre el posible cambio y permanecen en “estrecha consulta” con las tribus.

“Al final, el Servicio de Parques Nacionales protegerá los derechos de uso y ocupación concedidos a las tribus en la ley de habilitación de la Big Cypress National Preserve, así como garantizará un acceso recreativo razonable para otras personas compatible con nuestra misión de conservación. Ha sido un esfuerzo de una década y, aunque no esperamos completar este proceso en los próximos meses, seguiremos dándole prioridad en beneficio de nuestros visitantes”, escribió.

Zonas tribales tradicionales

Pero a la tribu y a otras organizaciones de actividades al aire libre les preocupa que esta designación les impida acceder a Big Cypress como lo han hecho durante generaciones.

Gran parte del Everglades National Park ha sido declarado zona silvestre. Cuando eso ocurrió, dice la petición tribal, “tuvo como consecuencia la expulsión forzosa de las villas tradicionales miccosukee y seminole y el robo de su reserva de 99,200 acres”.

Ahora, según Osceola, los miccosukee necesitan permiso del Everglades National Park para acceder a las zonas silvestres del parque, donde aún tienen algunos lugares ceremoniales designados.

Lo que preocupa a la tribu es que la designación de cualquier zona de Big Cypress como silvestre altere el actual acceso sin restricciones de la tribu a toda la tierra para cazar, pescar, enterrar a sus muertos, celebrar ceremonias y buscar medicinas, como las hojas del laurel del pantano.

Osceola afirma que no se puede llegar a un compromiso entre la selección de las zonas a las que la tribu quiere acceder y los lugares que aceptarían como espacios naturales, tanto porque el cambio climático y el ascenso de las aguas implican que las zonas que necesitan para cazar o recoger medicinas ya están cambiando, como porque no confían en que las futuras generaciones del gobierno cumplan su promesa a la tribu.

“Somos nativos. Llevamos en la tierra desde tiempos inmemoriales. Siempre hemos subsistido y administrado las tierras y seguiremos haciéndolo”, dijo Osceola. “Para nosotros, la tierra, si no estás en ella, si no estás entre ella, ¿cómo podrías entenderla? ¿Cómo podrías curar de verdad lo que la aqueja?”

Generaciones de gladesmen

Mike Elfenbein, director ejecutivo de la sección de Cypress de la Izaak Walton League, dice que le preocupa que la designación de zona silvestre impida a los gladesmen que han vivido y se han recreado en Big Cypress durante generaciones seguir haciéndolo.

En lugares declarados naturales, como el Everglades National Park, los visitantes no pueden usar vehículos todoterreno ni nada mecánico para acceder a las zonas rurales, lo que pudiera dificultar la caza de ciervos y pavos en Big Cypress, un coto del tamaño de Rhode Island con muy pocas carreteras que lo atraviesen.

“No es que la caza sea ilegal, es que la hace tan difícil que la gente normal no se molesta en cazar”, dijo.

Pero su mayor preocupación, incluso mayor que si los cazadores y los conductores de vehículos todoterreno pueden acceder a Big Cypress, dijo Elfenbein, es cómo se protege el coto. Le preocupa que una designación de espacio natural impida a cualquiera, salvo al personal del servicio de parques, gestionar rápidamente las quemas controladas de incendios forestales o las especies invasoras, que son legión, debido a los largos tiempos de espera para obtener permisos.

“Tal y como está ahora, el Servicio de Parques Nacionales es incapaz de satisfacer las necesidades del sistema. Siempre carente de personal o de fondos, no puede quemar todo lo que necesita, no puede seguir el ritmo de las especies invasoras”, afirmó.

Los senadores de la Florida Rick Scott y Marco Rubio; el presidente de la Comisión de Pesca y Conservación de la Vida Silvestre de la Florida, Rodney Barreto, y el secretario del Departamento de Protección Medioambiental de la Florida, Shawn Hamilton, se hacen eco de sus preocupaciones en cartas dirigidas al gobierno federal.

“A la luz de estas preocupaciones, le pedimos respetuosamente que no siga adelante con ninguna propuesta de designación de espacio natural que obstaculice la adecuada gestión del acceso público y los recursos naturales dentro de la Big Cypress National Preserve”, escribieron Scott y Rubio.