La procesión del 'Nazareno negro' de Filipinas atrae a cientos de miles de devotos
Cientos de miles de devotos descalzos se unieron este jueves a una procesión anual en Filipinas, con una estatua de Jesús Cristo de siglos de antigüedad, en una de las demostraciones más grandiosas de devoción católica y expresiones de fe en el mundo.
Los filipinos convirtieron las calles de Manila en un mar de rojo y oro y se agolparon alrededor del “Nazareno negro”, una imagen a tamaño real de Jesús Cristo cargando una cruz, mientras los devotos luchaban por la oportunidad de tirar de la gruesa cuerda que arrastraba el carruaje a través de la capital filipina.
Los organizadores de la procesión estimaron que unas 220.000 personas asistieron a la misa antes de la procesión, mientras que 94.500 estaban en la marcha a las 8 a.m. hora local. Se esperaba que ese número aumentase durante su ruta de 5,8 km.
Otros devotos arrojaban toallas blancas a la imagen mientras los organizadores las pasaban por su superficie, creyendo que tocar la estatua los bendeciría y sanaría sus enfermedades.
Casi el 80% de los filipinos se identifican como católicos romanos, un legado clave de más de 300 años de colonización española en el archipiélago filipino.
El difunto sacerdote y teólogo filipino Sabino Vengco dijo en 2019 que el color negro venerado de la estatua se debía a la madera de mezquite utilizada en su construcción, desmintiendo el antiguo mito de que su color ennegrecido era debido a un incendio que estalló en el barco que la transportaba desde México a Filipinas a principios del siglo XVII.
La procesión, llamada “traslación”, conmemora el traslado del “Nazareno negro” desde una iglesia en la antigua capital colonial española de Intramuros, en lo que hoy es Manila, a su ubicación actual en la iglesia de Quiapo.
El cardenal José Advincula, arzobispo de Manila, dijo este jueves a los devotos que se alejaran del mal, la codicia y los vicios, y que siguieran las enseñanzas de Jesús Cristo.
“Vivamos según sus mandamientos, abracemos sus enseñanzas y sigamos su ejemplo. Es mejor seguir al Señor Amado”, dijo Advincula en su homilía antes de la procesión.
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