La noticia circuló desde temprano en redes sociales y por WhatsApp: la publicación en el Boletín Oficial de una resolución presidencial que dio de baja tres fondos fiduciarios, entre ellos el del plan Progresar, junto al Fondo Nacional de Emergencias y el fondo para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Fobosque).

La novedad generó preocupación ya que, en total, son más de un millón los adolescentes y jóvenes que son actualmente parte de este programa de becas. Muchos interpretaron esta medida como parte de la decisión presidencial de vetar la Ley de Financiamiento Universitario, que se tratará mañana en la Cámara de Diputados. Sin embargo, dada la preocupación que generó la aparición en el Boletín Oficial, desde el Gobierno aclararon que las becas Progresar se mantienen, más allá de haber eliminado el fondo fiduciario.

Las becas Progresar son un programa creado durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, en 2014. Progresar significa “Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina” (Prog.r.es.ar). Es una beca para jóvenes que deseen iniciar o finalizar sus estudios, continuar una educación superior o realizar experiencias de formación y capacitación laboral.

Actualmente, hay 1.021.689 becarios. Casi la mitad de ellos, 466.923, son parte del programa para estudios de educación básica. Otros 59.774 corresponden al programa Progresar Trabajo; hay 71.237 jóvenes que reciben la beca por cursar la carrera de enfermería; 168.247 reciben la beca por cursar un estudio superior no universitario y 255.499, por cursar una carrera universitaria, tal como informó el Ministerio de Capital Humano, desde donde se aseguró que el programa continuará y que la eliminación de este fondo en nada afectará el programa de becas.

“La Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano informa que las becas Progresar continúan en vigencia y que el más de millón de beneficiarios seguirán cobrando en tiempo y forma, ya que en nada afecta la disolución del Fondo Fiduciario, puesto que dicho fondo nunca fue constituido como tal y el financiamiento de las becas Progresar tiene su origen en el presupuesto del entonces Ministerio de Educación, hoy Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano”, señala el comunicado de esa cartera.

El programa está dirigido a jóvenes de 16 a 24 años, que no tienen empleo, trabajan informalmente o perciben un salario menor al mínimo vital y móvil, y cuyo grupo familiar se encuentre en iguales condiciones.

Confusión y tuit

Ante la confusión que se generó tras la publicación en el Boletín Oficial, el vocero presidencial, Manuel Adorni, escribió en la red social X, en respuesta a un usuario que hablaba del fin de las becas Progresar: “Falso de falsedad absoluta: el gobierno nacional financia las becas Progresar a través del Ministerio de Capital Humano. De hecho, en septiembre la partida aumentó 75%. El Fondo Fiduciario Progresar se eliminó porque, a pesar de haber sido creado en enero de 2022 en la gestión de la fórmula Fernández-Fernández, nunca llegó a implementarse”.

El mes pasado, el valor de cuota de la beca Progresar efectivamente creció el 75% y pasó de $20.000 a $35.000.

“Se informa que a partir de septiembre el total de becarios activos puede variar por suspensión de beca como resultado de la segunda certificación y aprobación de nuevas becas de la segunda convocatoria”, se informó desde la Secretaría de Educación.

Respecto del público objetivo del programa, se recordó que está dirigido a jóvenes de 16 a 24 años y contempla poblaciones priorizadas, como jóvenes trans, personas con discapacidad, pueblos originarios y refugiados, para quienes no se aplica el límite de edad.

Para obtener la prestación, el beneficiario debe acreditar tres veces al año ante la Anses que está estudiando o capacitándose a través de certificaciones emitidas por el establecimiento al que concurre. Además, debe presentar un control de salud anual.

Desde su creación, el programa tuvo distintos alcances, pero nunca fue discontinuado. A un año de haber iniciado el programa, los becarios eran más de 1.200.000 jóvenes y se estimaba que abarcaba al 30% del segmento social más vulnerable.

Antecedentes

Durante la presidencia de Mauricio Macri, se amplió la cobertura al correr hasta 30 años el límite de edad y las becas tuvieron un aumento del 100%. Durante la administración de Alberto Fernández, se amplió el límite inferior de edad, para alcanzar a los adolescentes de 16 y 17 años (originalmente arrancaba desde los 18 años) y se le sumó un programa de certificación de lenguas extranjeras, mediante el cual se podía ampliar el valor de la beca.

A meses de finalizar el mandato, en octubre último, el gobierno de Fernández amplió el programa para abarcar personas entre 15 y 35 años, le sumó un control obligatorio de salud y se modificó el programa para que también los extranjeros pudieran cobrarlo. Para todo esto, se creó un fondo especial supuestamente a partir de la recaudación del aporte extraordinario y solidario de las grandes fortunas, conocido como “impuesto a las grandes fortunas”, en diciembre de 2021. En enero de 2022 se conformó el fondo fiduciario para las becas Progresar, pero que, según explican en la gestión actual, nunca se implementó. Ese sería el fondo que se disolvió.

Por su parte, el gobierno de Javier Milei volvió a establecer como límite de edad del programa los 16 años y los 24 años como edad tope, salvo para poblaciones priorizadas, se explicó.