Pregonando ‘la ley y el orden’, DeSantis permite campamentos de indigentes en el sur de la Florida

El gobernador Ron DeSantis promulgó el miércoles una ley que prohíbe a los indigentes dormir en parques, aceras y otros espacios públicos, calificándola de solución para las comunidades “plagadas” de personas sin hogar.

Durante una conferencia de prensa en Miami Beach, que recientemente comenzó a arrestar a los desamparados que se niegan a ir a un refugio, DeSantis promocionó la legislación como un avance de su agenda de “ley y orden”.

“Uno no debería ser abordado por un indigente”, dijo DeSantis. “Uno debería poder caminar por la calle y vivir su vida”.

La legislación, el Proyecto de Ley 1365 de la Cámara de Representantes, prohíbe a las ciudades y condados, a partir del 1 de octubre, permitir que la gente duerma o acampe en espacios públicos.

En su lugar, esas comunidades pudieran crear campamentos —alejados de barrios y comercios— aprobados por el Departamento de Niños y Familias. La mayoría de las comunidades tendrían que ofrecer servicios de seguridad, saneamiento y salud conductual a las personas que se alojen en los campamentos.

Para obligar a las comunidades a desalojar a las personas sin hogar, la ley HB 1365 permite a las personas, las empresas y la procuraduría general demandar al gobierno local a partir del 1 de enero de 2025.

Las ciudades y condados tendrían cinco días para “subsanar la presunta infracción”. Si la demanda tiene éxito, la ciudad o el condado tendría que pagar los honorarios de abogados y costas.

Legisladores demócratas señalaron que el proyecto de ley se propuso a pesar de que no existían estudios ni datos que lo respaldaran. La legislación fue apoyada por el Cicero Institute, con sede en Texas, un grupo de análisis creado por el capitalista de riesgo Joe Lonsdale, con sede en Austin, Texas, quien apoyó la fallida campaña presidencial de DeSantis.

DeSantis dijo que las personas sin hogar todavía necesitan ser tratadas, pero no de una manera que “atente contra el derecho del público a tener una alta calidad de vida”.

“Creo que este es el equilibrio absolutamente correcto a alcanzar”, dijo. “No creo que haya otra forma de enfocarlo”.

Legisladores y activistas demócratas dijeron que los legisladores republicanos parecían más preocupados por eliminar a los indigentes que por ayudarlos.

Cuestionaron qué se suponía que iban a hacer las numerosas ciudades pequeñas de la Florida si no tenían terrenos disponibles para crear un campamento.

Los legisladores están ofreciendo un total de $10 millones para que los 67 condados del estado cumplan la ley. En lugar de ofrecer más dinero, la legislación exime a 29 condados con “restricciones fiscales” de proporcionar el saneamiento, la seguridad y los servicios requeridos en los campamentos en virtud de la ley.

“No es verdad que estén intentando ayudar a los indigentes, seamos sinceros”, dijo el senador Jason Pizzo, demócrata de Miami, en el pleno del Senado a principios de este mes.

Estrategias de la Florida para los indigentes

DeSantis dijo que la Florida no era como California, Seattle o la Ciudad de Nueva York, que han pasado apuros con campamentos de indigentes y miles de personas sin hogar.

“Dejan que los desamparados operen el asilo”, dijo DeSantis.

En la Florida, el año pasado, el estado reportó 30,809 personas que experimentaban la falta de vivienda, aproximadamente la mitad de las cuales dormían en automóviles o edificios abandonados. Eso es un aumento de 9% a partir de 2019.

El aumento nacional de las personas sin hogar se atribuye en gran medida a la falta de viviendas asequibles, un problema que los legisladores de la Florida ignoraron en su mayoría hasta el año pasado.

Las comunidades han adoptado diversas estrategias para hacer frente a las personas sin hogar, desde poner música molesta en los parques públicos hasta prohibir la mendicidad.

El año pasado, Miami Beach permitió el arresto de los indigentes que se negaran a ir a un albergue. La Policía de Miami Beach arrestó a 20 personas en virtud de la ordenanza a finales del año pasado, la mayoría de las cuales dormían en la playa, según reportes policiales.

“Aquí impera la ley y el orden”, declaró el miércoles el alcalde de Miami Beach, Steven Meiner.

Sin embargo, lo que el gobierno federal considera la mejor práctica es acabar con la indigencia mediante el tratamiento y la transición de las personas sin hogar a una vivienda permanente. Los gobiernos federal y locales financian coaliciones comunitarias y organizaciones sin ánimo de lucro que localizan, tratan y alojan a los indigentes. Algunos compran y rehabilitan refugios.

Así es como comunidades como Miami-Dade han conseguido reducir la población de personas sin hogar. En 1992, el condado creó la primera fuente de financiación específica del país para los servicios destinados a los indigentes usando un impuesto de 1% sobre alimentos y bebidas. Desde entonces, el condado ha pasado de tener más de 8,000 personas sin hogar a menos de 1,000.

Sin una estrategia para acabar con los indigentes, algunos temen que la ley HB 1365 dé lugar a campamentos anárquicos e inseguros.

Eso es lo que ocurrió en Gainesville en 2014, cuando la ciudad trasladó a las personas sin hogar fuera del downtown y a un campamento cerca de un refugio para indigentes. La ciudad proporcionó agua, comida y vigilancia, pero sin estructura ni estrategia, la falta crónica de vivienda, el consumo de drogas y la violencia aumentaron. El campamento se cerró en cinco años.

Miami-Dade demuestra que un enfoque que dé prioridad a la vivienda funciona, dijo Jesse Rabinowitz, director de comunicaciones del National Homelessness Law Center.

“Tenemos pruebas claras de que la Florida tiene las herramientas para los indigentes, pero decidieron no usarlas”, dijo Rabinowitz.