Muchas personas esperan que el nuevo Gobierno británico se deshaga de la polémica Ley de Legado

Muchas personas esperan que el nuevo Gobierno británico se deshaga de la polémica Ley de Legado

El nuevo Gobierno laborista del Reino Unido, que se ha formado en Londres, ha suscitado esperanzas al otro lado del Atlántico Norte ante la posibilidad de que se derogue la controvertida Ley de Legado y Reconciliación de Irlanda del Norte.

La ley, que entró en vigor en septiembre de 2023, tiene por objeto cerrar todas las investigaciones futuras sobre asesinatos sin resolver, que fueron perpetrados por republicanos irlandeses, lealistas británicos y miembros de los servicios de seguridad británicos durante los disturbios que se produjeron en Irlanda del Norte entre 1969 y 1998.

Más de 3.500 personas murieron en el conflicto, pero a muchas familias de ambos bandos se les ha negado la verdad y la justicia, por múltiples razones.

Muchas acusaciones aún por resolver

Entre ellas, las acusaciones de connivencia entre lealistas y británicos, y la falta de enjuiciamiento adecuado de miembros del denominado Ejército Republicano Irlandés y del Ejército de Liberación Nacional Irlandés.

John, hijo de Pat Molloy, fue asesinado en el norte de Belfast por miembros de las Fuerzas Voluntarias del Ulster, UVF, un grupo protestante, en 1996. El padre del fallecido, de confesión católica, señaló a 'Euronews' que intentar obtener respuestas sobre la muerte de su hijo, por parte del Gobierno británico, ha sido imposible.

"Desgraciadamente, el Equipo de Investigaciones Históricas nos dijo que los asesinos de John estaban todos implicados en el grupo de la UVF de Mount Vernon que, a fin de cuentas, según descubrimos, daban información a la Policía por su cuenta. En otras palabras, hubo connivencia", indicó.

"Estos tipos eran inmunes al procesamiento, porque estaban dando información sobre criminalidad a la Policía y a una división especial", continuó Pat Molloy.

En el centro de traumatología Wave, en el norte de Belfast, Molloy añadió que la aprobación de la Ley de Legado el pasado otoño fue como recibir un segundo golpe del Estado británico.

"Fue un gran puntapié para nosotros aquí, en Wave. No esperábamos que hicieran este tipo de cosas", dijo.

"Siempre he creído en la Justicia. Mis padres me decían que si alguna vez te metías en problemas, fueras a la Policía. Nunca he obtenido respuestas de la Policía. En lo que a mí respecta, la Ley de Legado se creó para acabar con los procesamientos de los responsables del Ejército británico".

Un edificio arde en Londonderry, Irlanda del Norte, tras el 'Domingo Sangriento', uno de los acontecimientos más notorios de los disturbios, en febrero de 1972.
Un edificio arde en Londonderry, Irlanda del Norte, tras el 'Domingo Sangriento', uno de los acontecimientos más notorios de los disturbios, en febrero de 1972. - Michel Laurent/Copyright 2019 The AP.

Si ha habido algo que ha unido a partidos políticos rivales y opuestos en la dividida Irlanda del Norte en los últimos años, ha sido la Ley de Legado.

Muchos creen que se creó para trazar una línea en unas investigaciones que están resultando difíciles de concluir debido a las dificultades para acumular pruebas, y al hecho de que tantas personas que fueron fundamentales en los controvertidos asesinatos están ahora muertas.

Según Matthew O'Toole, miembro del Partido Laborista Socialdemócrata y diputado en la Asamblea Legislativa de Stormont, sus colegas harán todo lo posible para que los británicos cumplan su palabra aboliendo la legislación.

"Les haremos cumplir su palabra. Es fundamental que deroguen, sustituyan y, francamente, eliminen esta abominable ley heredada", afirmó.

"Fue una de las peores cosas que hizo el anterior Gobierno conservador. Fue diseñada para proteger a los soldados británicos de la rendición de cuentas, incluso a los soldados que habían asesinado a personas en las calles de esta nación. También tuvo el efecto de dar inmunidad a los paramilitares, republicanos y lealistas que habían segado vidas, y que son completamente despreciados por los partidos políticos locales. Pediremos cuentas al nuevo Gobierno británico para que se deshaga de ella", indicó Matthew O'Toole.

Imagen del Taoiseach de Irlanda, Simon Harris, en Dublín, el miércoles 22 de mayo de 2024.
Imagen del Taoiseach de Irlanda, Simon Harris, en Dublín, el miércoles 22 de mayo de 2024. - AP

El 17 de julio, el Taoiseach irlandés, Simon Harris, se reunirá con el nuevo primer ministro británico, sir Keir Starmer. Se espera que los líderes políticos dialoguen sobre la Ley de Legado.

El secretario de Estado del Gobierno irlandés, Thomas Byrne TD, declaró a 'Euronews' que en Dublín se siente alivio por el hecho de que el Gobierno laborista de Starmer prometa mantener lo que aseguró en la oposición.

"Estamos muy contentos de que el Partido Laborista haya renovado su compromiso de derogar y sustituir la Ley de Legado", dijo.

"El Taoiseach ya ha mantenido conversaciones con el primer ministro. El Tánaiste (vice primer ministro) ha mantenido conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido y el secretario para Irlanda del Norte, Hilary Benn. Muchos políticos en Irlanda se han reunido, o están familiarizados, con gran parte del nuevo Gabinete británico", indicó.

"Se han establecido excelentes relaciones y creo que eso puede ser realmente la base para que los dos Gobiernos trabajen estrechamente en interés de la paz y la prosperidad en el norte de Irlanda", declaró Byrne.

Antes de las elecciones generales británicas, el Gobierno irlandés había iniciado una acción legal interestatal contra los británicos por la introducción de la controvertida legislación.

A falta de una fecha definitiva para su abolición, la pelota está ahora en el tejado de las autoridades del Reino Unido, que decidirán cuándo desaparece la ley. Entonces, y solamente entonces, el Gobierno irlandés retirará formalmente su propuesta de acción legal contra los británicos.