¿Está perdiendo su control? Cómo han chocado las prioridades de DeSantis y de los legisladores de la Florida

A medida que los legisladores de la Florida llegan al final de la sesión legislativa anual, los líderes legislativos republicanos respaldan cada vez más propuestas sobre las que el gobernador Ron DeSantis ha expresado escepticismo, lo que indica un posible cambio en la dinámica política del estado luego de la fallida candidatura presidencial del gobernador republicano.

El ejemplo más claro de las cambiantes relaciones entre DeSantis y la Legislatura controlada por los republicanos salió a la luz el jueves, cuando el presidente de la Cámara Paul Renner —un estrecho aliado del gobernador— presionó para que se le enviara al gobernador un proyecto de ley que prohíbe el acceso a las redes sociales a la mayoría de los menores, apenas unas horas después de que DeSantis dijera que había “problemas legítimos” con la propuesta.

La medida pone a DeSantis en una posición políticamente precaria, ya que tendrá que actuar sobre el proyecto de ley —una prioridad de liderazgo— antes del final de la sesión legislativa, cuando una miríada de cuestiones presupuestarias y políticas siguen siendo objeto de negociación. El viernes, DeSantis dijo que revisaría la medida y tomaría una decisión al respecto “muy rápidamente”.

La fricción sobre los temas fue notada por al menos un legislador republicano, quien predijo que la influencia del gobernador sobre la Legislatura disminuiría después de su fallida candidatura a la presidencia.

El representante estatal Juan C. Porras, republicano de Miami, dijo que era “muy inspirador” ver a los legisladores enviarle al gobernador un proyecto de ley que DeSantis había criticado y dijo que la Legislatura tendría “tiempo suficiente como para considerar anular su veto” si no estuviera de acuerdo con la voluntad de la Legislatura.

“Yo, por mi parte, estoy deseando que llegue ese día”, dijo Porras.

Quedan dos semanas de sesión legislativa y todo puede suceder, pero el proyecto de ley de redes sociales es uno en un creciente número de ejemplos en los que los legisladores republicanos han tomado votos que están en conflicto con los deseos de DeSantis, una dinámica que en los últimos años era poco común ver mientras el gobernador estaba ascendiendo en el escenario político nacional.

Los legisladores rechazaron un plan que podría haber traído un casino a Fontainebleau Miami, a pesar de que el gobernador lo respaldó públicamente. Hasta ahora, tanto la Cámara de Representantes como el Senado se han mostrado reacios a concederle el dinero que desea para reforzar una fuerza militar civil bajo su control y están considerando suavizar las restricciones a algunos habitantes chinos que quieren comprar tierras en la Florida, una medida a la que DeSantis se opuso.

En el último año, una de las principales prioridades de DeSantis ha sido impedir que la mayoría de los ciudadanos chinos adquieran propiedades cerca de complejos militares o “infraestructuras críticas”. El jueves, Renner dijo que estaría dispuesto a revisar la ley estatal para permitir a los habitantes chinos con algunos tipos de visados comprar propiedades.

“Creo que la idea, el concepto, es muy bueno para evitar que el Partido Comunista Chino compre tierras cerca de bases militares o infraestructuras críticas”, dijo Renner. “Pero, si creara consecuencias imprevistas, ¿estamos diciendo que no vamos a echarle un vistazo?”.

Apenas unas horas antes, en una conferencia de prensa, DeSantis dijo que la reescritura propuesta no “pasaría el examen conmigo”.

DeSantis también expresó su escepticismo sobre un proyecto de ley que los legisladores le enviaron que dice que los conductores no pueden operar en el carril izquierdo de una carretera a menos que estén pasando a otro auto o preparándose para salir de la carretera.

“¿Vamos a detener a la gente por eso?”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa el viernes. “¿Cómo funcionaría eso? Voy a hablar realmente con la gente que se gana la vida con esto”.

Con tres años restantes en su mandato, DeSantis sigue siendo un jugador influyente en el proceso legislativo, pues todavía tiene influencia sobre muchas de las medidas que se mueven en la Legislatura. Por ejemplo, los proyectos de ley que cambiarían la forma en la que el estado aborda el robo al por menor y los campamentos de personas sin hogar están avanzando en la Legislatura después de que DeSantis expresara su apoyo a esas ideas.

Y un proyecto de ley electoral que habría obligado a los candidatos a las primarias de los partidos en las segundas vueltas electorales si no obtienen más del 50% de los votos se cree que no se aprobará en esta sesión legislativa, después de que el gobernador expresara “serias preocupaciones” al respecto.

Pero las recientes acciones de los legisladores pueden ser un indicador de que el control del gobernador se está aflojando, al menos en comparación con años anteriores.

La presidenta del Senado Kathleen Passidomo, por su parte, estableció un límite en algunas de las cuestiones más partidistas que ha defendido el Partido Republicano de la Florida. A principios de febrero, el partido estatal adoptó una plataforma política de 10 puntos, que incluía proyectos de ley socialmente conservadores que no han conseguido mucha tracción durante la sesión legislativa de este año.

Cuando los periodistas le preguntaron al respecto, Passidomo dijo que “Nuestro proceso de proyectos de ley no es el Partido Republicano de la Florida. [...] Somos la Legislatura: hacemos las leyes [y] revisamos las leyes”.

DeSantis todavía cree que la sesión legislativa terminará con grandes victorias para los republicanos y su visión para el estado.

“Cuando esta sesión legislativa se asiente, creo que van a ver muchos otros ejemplos de victorias realmente grandes [y] que pudimos poner puntos en el tablero”, dijo a los periodistas el viernes.