Peligran activistas sin justicia ni seguridad

CHILPANCINGO, Gro., febrero 15 (EL UNIVERSAL).- En lo que va del año, dos activistas en busca de personas desaparecidas han sido asesinadas, de otra se desconoce su paradero y una más fue amenazada de muerte a través de mensajes enviados a su celular.

Noé Sandoval Adame, integrante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos María Herrera, fue asesinado a balazos la noche del pasado martes en Eduardo Neri, municipio vecino de Chilpancingo, Guerrero.

Sandoval Adame buscaba a su hijo Kevin Sandoval Meza, de 16 años, desaparecido el 17 de noviembre de 2023.

El reporte policiaco indicó que el crimen sucedió alrededor de las siete de la noche, en la colonia Jardines del sur, en Zumpango, cabecera municipal de Eduardo Neri.

Tras recibir disparos en la cabeza, Sandoval Adame fue trasladado al hospital general de Chilpancingo, donde murió.

Este asesinato se suma al de la buscadora Angelita Almeráz León, presidenta del colectivo Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos en Tecate, quien fue atacada a balazos el pasado 8 de febrero mientras se encontraba dentro de negocio, un salón de belleza en esta ciudad de Baja California.

La activista, quien formó el colectivo en 2018 para encontrar a su hermano Juan José, en varias ocasiones recibió amenazas a través de redes sociales por lo que solicitó seguridad al Mecanismo de Protección del Estado, pero sólo recibió un botón de pánico.

En este contexto, hoy se cumple un mes de que hombres armados se llevaron a la buscadora de Salamanca, Guanajuato, Lorenza Cano Flores y mataron a su esposo e hijo, sin que exista "novedad" sobre su paradero.

Lorenza Cano, integrante del colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, buscaba a su hermano José Francisco Cano Flores, desaparecido el 17 de agosto de 2018.

El 15 de enero un grupo armado la secuestró en su casa, ubicada en Salamanca y acribilló a su esposo Miguel Ángel Martínez y a su hijo Miguel Ángel Martínez Cano, quienes la defendían.

También en Baja California, a menos de una semana del asesinato de Angelita, la activista del colectivo Buscando a Tolano, Bárbara Martínez, fue amenazada de muerte tras los hallazgos de las 10 víctimas enterradas en un cerro en la colonia Delicias III, en la zona este de Tijuana. Mientras que otras mujeres, también en Tecate trabajan bajo la sombra del crimen organizado.

Colectivos condenan ataques

Buscadoras y buscadores de diversos colectivos condenan los ataques y exigen justicia.

En un comunicado, la Brigada Nacional de Búsqueda y los colectivos, organizaciones de personas que buscan a sus familiares desaparecidos, condenaron el homicidio de Sandoval Adame.

"Los asesinatos, desapariciones, ataques y amenazas a buscadoras y buscadores deben detenerse inmediatamente, han sido una constante los últimos años y no pueden seguir ocurriendo con total impunidad. Hacemos un llamado a la sociedad civil, a las organizaciones, colectivos, periodistas y personas aliadas a pronunciarse, sumarse a la exigencia de justicia", señaló la organización.

Asimismo, el colectivo Plataforma por La Paz y la Justicia Guanajuato señaló que "el Comité contra las Desapariciones de la ONU emitió Acciones Urgentes para la búsqueda de Lorenza y hasta la fecha no se ha llevado a cabo la primera reunión de seguimiento entre las autoridades federales y locales. Parece que a la Secretaría de Gobernación y al Gobierno de México en su conjunto no le interesa buscar a Lorenza".

En Zacatecas, ante el incremento de personas desaparecidas en el estado, el colectivo Sangre de mi Sangre exigió a las autoridades que "dejen de simular" y urgen que se realice la brigada de búsqueda en campo que está suspendida desde el año pasado, además de calificar al año 2023 como "el peor de la historia" en desapariciones.

Señaló que de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, a la fecha, en Zacatecas hay un acumulado de más de tres mil 800 personas en esas condiciones, y señalan que el 2023 cerró con al menos 708 casos, y en lo que va del año ya suman 79 desapariciones.

"Somos el estado donde la crisis es más grave según el tamaño poblacional. Peor aún, nuestra experiencia nos dice que estas cifras con un subregistro, pues muchas personas no denuncian por miedo o desconfianza en las instituciones", se señaló el colectivo.

Agregó que "no hay mayor señal de insensibilidad y de falta de compromiso que jugar con el dolor de una madre o un familiar que busca a un ser querido. La crisis no se atiende con reuniones o fotos, se atiende con localizaciones y prevención"