¿Por qué el partido de los Dolphins ante los Ravens es su desafío más importante en los últimos 40 años?

Los Dolphins (11-4) disputarán contra los Ravens (12-3) quizás su partido más importante en los últimos 40 años, el domingo (1 p.m. TV: CBS. Radio: Big 105.9, 940 WINZ y en español TU 94.9 con Roly Martin y Eduardo “Vikingo” Martell) en el M&T Bank Stadium en Baltimore.

En juego estará el primer puesto de la Conferencia Americana y el derecho de jugar los playoffs de la NFL en calidad de locales.

Ambos escuadrones son los mejores de la Conferencia Americana y la fecha pasada despacharon a los dos mejores de la Conferencia Nacional: Miami a los Cowboys de Dallas y Baltimore a los 49ers de San Francisco.

La gran baja en los Dolphins será su su wide receiver Jaylen Waddle debido a una lesión en el tobillo.

El guard Robert Hunt se encuentra en duda por una molestia en el tendón de la corva y hay siete jugadores que están cuestionados.

Mientras, los Ravens no contarán el domingo con su cornerback Jaliyn Armour-Davis y tienen cinco jugadores entre algodones, ente ellos su estelar safety Kyle Hamilton.

Pese al problema de lesiones, Miami se encuentra supermotivado porque saben que una victoria no solo les permitirá tomar la punta de la conferencia, sino que les asegurará el título de la División Este, que conquistaron por última vez el 2008.

Por otro lado, la última vez que los Dolphins conquistaron la AFC fue en 1984 en la era del legendario Dan Marino.

Desde entonces las frustraciones se han sucedido como un diluvio y esta es la mayor oportunidad que tienen los Dolphins en 40 años de reeditar los éxitos de sus héroes del pasado.

“Es una bendición saltar a la cancha, especialmente en la posición en la que nos encontramos, luchando por el primer lugar en la AFC”, expresó Tyreek Hill, quien reapareció en el triunfo sobre los Cowboys tras haberse perdido el duelo anterior contra los Jets de Nueva York.

Hill se recupera de una lesión en el tobillo y lleva una producción espectacular en la campaña: 106 atrapadas, 1,641 yardas y 12 touchdowns.

El coordinador defensivo de los Ravens Mike Macdonald anticipó que el wide receiver será un dolor de cabeza el domingo.

“Es un verdadero desafío la manera cómo los Dolphins hacen moverse a Tyreek”, explicó Macdonald.

“Él hace diferentes cosas en distintos espacios”.

En Baltimore tienen claro que la ofensiva del conjunto de Miami no solo es Hill sino también Raheem Mostert, quien lleva 21 touchdowns anotados en el año, y De’Von Achane.

“Definitivamente los Dolphins son un equipo de atletismo sobre el césped debido a su velocidad”, comentó el linebacker de los Ravens Roquan Smith.

“Nos gusta enfrentar a lo mejor de lo mejor”.

A estas alturas, todos los equipos sufren las magulladuras por la dureza de la temporada en la NFL.

Los Dolphins y los Ravens no son la excepción.

El quarterback del escuadrón de Miami Tua Tagovailoa se recupera de un golpe en el dedo gordo de su mano de lanzar, la izquierda, pero dirigirá la ofensiva de los suyos en Baltimore.

Nada será fácil el domingo para ninguno de los dos equipos.

A los Dolphins no les basta con ganar a los Ravens para asegurarse el primer lugar en su conferencia. Además deberán derrotar la semana siguiente a los Buffalo Bills en el Hard Rock Stadium.

Los Ravens, en cambio, necesitan vencer a los Dolphins para terminar primeros en su división y en su conferencia sin importar lo que ocurra en su último encuentro contra los Steelers de Pittsburgh.

La última vez que ambas escuadras se enfrentaron, los Dolphins salieron airosos viniendo desde atrás. No piensan mucho en ello porque algunas cosas han cambiado en Baltimore y solo se enfocan en lo que deparará el futuro.

“Este es uno de esos partidos con los que uno sueña de niño”, comentó el running back de los Dolphins Jeff Wilson.

“Yo jugué en Baltimore antes y conozco la energía que va a electrizar el estadio el domingo. Eso es lo que vamos a experimentar a partir de ahora. Se trata de una tremenda oportunidad para nuestro equipo”.