El partido de De Gaulle y Chirac se hace añicos

Antonio Torres del Cerro

París, 12 jun (EFE).- Lo poco que quedaba del centroderecha que, con diversos nombres - el último Los Republicanos (LR) - ha vertebrado Francia desde 1958, acabó de hacerse añicos este miércoles en una jornada esperpéntica, cuando su líder, Eric Ciotti no acató la expulsión de la formación que él mismo preside y asegura que el pacto electoral con la líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, sigue adelante.

En el campo de la ultraderecha también se ha producido una nueva recomposición, pues Marion Maréchal, sobrina de Le Pen, dio un portazo al pequeño partido al que se había adherido en 2022, el antiislamista Reconquista de Éric Zemmour, para volver a apoyar a la formación que encabeza su tía.

Pocos auguraban que la inesperada decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de convocar el domingo comicios legislativos anticipadas para el 30 de junio y 7 de julio, tras el resultado de las elecciones europeas, en las que RN obtuvo una amplia victoria, pudiese desatar una cascada de acontecimientos de tal envergadura y cuyas consecuencias electorales están aún por calibrar.

En la derecha conservadora de los expresidentes Charles de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, el pacto que Ciotti negoció con Le Pen a espaldas de su propio partido alcanzó niveles de esperpento.

Tras provocar un seísmo la anunciar su intención de forjar una alianza con la ultraderecha lepenista, hasta ahora proscrista por el 'cordón sanitario', Ciotti no acató la expulsión decretada "por unanimidad" por la comisión ejecutiva del LR, al considerarla "una violación clara de los estatutos del partido".

"Soy el presidente del partido y lo seguiré siendo", desafió Ciotti, en lo que se avecina como una batalla legal por saber quién está autorizado a usar los fondos y el logotipo del partido que tiene actualmente 62 diputados, controla el Senado y detenta una buena parte de las alcaldías francesas.

Annie Genevard, que se convierte ahora en la presidenta interina junto al eurodiputado François-Xavier Bellamy, fue la encargada de leer a la prensa la decisión con la expulsión de Ciotti, presidente desde 2022.

"No hay sitio para los traidores"

"No hay sitio para los traidores", proclamó a las claras la presidenta de la región que engloba París, Valérie Pécresse.

Todavía no se conocen los candidatos que el LR presentará a las elecciones, cuyas dos vueltas tendrán lugar el 30 de junio y el 7 de julio, ni tampoco cuántos de los 62 parlamentarios están dispuestos a pactar con la ultraderecha para tratar de asegurar sus escaños.

La ejecutiva del LR se produjo además en unas circunstancias extravagantes. Ciotti ordenó cerrar la sede el partido, alegando problemas de seguridad, y los miembros de la ejecutiva tuvieron que caminar 500 metros para improvisar otro local en el que reunirse y expulsarle del partido.

Entre los ultranacionalistas, Marion Maréchal formalizó lo que era un secreto a voces desde hace semanas: la ruptura con Reconquista, la formación creada en 2021 por Zemmour, quien acumula condenas por incitación al odio y racismo contra los musulmanes.

Reconquista, que logró apenas un 7 % en las presidenciales de 2022 y un 5,5 % en las últimas europeas, se quedó así sin una de sus figuras.

Maréchal, quien renegó hace unos años del apellido Le Pen, es un figura conocida entre los franceses. En 2012, se convirtió en la diputada más joven de la historia del país, con 23 años, con la etiqueta del Frente Nacional (antecesor del RN).

La nieta de Jean-Marie Le Pen alegó su ruptura en el empeño de Zemmour en restar votos en el campo del ultranacionalismo.

"Hay que anteponer el interés de Francia por encima del interés de los partidos", señaló la recién escogida eurodiputada Maréchal. En las europeas del domingo, Reconquista logró cinco eurodiputados, su primer logro institucional.

Las encuestas no ha digerido todavía el efecto que estos dos movimientos pueden tener.

Según el sondeo más reciente para el canal BFMTV y La Tribune, Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen sumaría el 31 %, seguido por el 28 % de la izquierda, mientras que la mayoría del presidente Macron quedaría con el 18 %.

Ese triunfo del RN podría dejar a los lepenistas no muy lejos de la mayoría absoluta de la Cámara Baja, situada en 289 escaños.

Avances hacia un 'Frente Popular'

En el campo de la izquierda, las dos principales fuerzas, la Francia Insumisa (LFI) y el Partido Socialista (PS), adelantaron, de forma separada, que habían llegado a "un principio de acuerdo" para presentar una alianza electoral.

Así, para la mayoría de las candidaturas para la Asamblea Nacional francesa -este principio de acuerdo excluye Córcega y las regiones de ultramar-, 229 serán del LFI, 175 del PS, 92 para los verdes y 50 para los comunistas.

Los cuatro partidos, que en 2022 también se coaligaron bajo la marca Nupes con menos éxito del esperado, quieren repetir ahora con la denominación de 'Frente Popular', en alusión a la coalición de izquierdas que gobernó Francia entre 1936 y 1938 nacida para hacer frente al fascismo entonces en boga en Europa.

(c) Agencia EFE