El Parlamento Europeo autoriza a la UE a tomar represalias contra la coerción económica

FOTO ARCHIVO: Una escultura del símbolo del euro frente al Parlamento Europeo en Bruselas

BRUSELAS, 3 oct (Reuters) - El Parlamento Europeo respaldó el martes por abrumadora mayoría una ley que permitirá tomar represalias contra los países que presionen económicamente a los países de la UE para que cambien sus políticas, como las restricciones comerciales que, según el bloque, China impuso a Lituania.

Los miembros del parlamento votaron 578 a favor y 24 en contra para aprobar el Instrumento Anticoerción, que debería entrar en vigor en las próximas semanas.

La propuesta pretende contrarrestar el contagio de las tensiones geopolíticas al comercio, aunque se considera principalmente disuasoria.

En un informe de la UE sobre el Instrumento Anticoerción se señala que el Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump, China y Turquía han utilizado el comercio como herramienta política.

El caso reciente más destacado se refiere a las prácticas comerciales chinas contra Lituania, después de que este país permitiera a Taiwán establecer allí una embajada de facto.

La UE afirma que Pekín impuso bloqueos a las exportaciones lituanas y presionó a las empresas para que eliminaran el contenido lituano de las cadenas de suministro al exportar a China.

La UE ha denunciado a China ante la Organización Mundial del Comercio. Pekín ha calificado las acusaciones de "pura invención".

Según la nueva ley, los Estados de la UE votarían si las medidas económicas de un tercer país equivalen a coacción y sobre la respuesta de la UE, basada en una propuesta de la Comisión Europea.

También podría pedirse al tercer país que compensara los perjuicios causados.

Si fracasara el diálogo, el bloque podría imponer restricciones, como aranceles de importación más elevados o acceso limitado a las licitaciones públicas de la UE. Todo el proceso podría durar hasta un año.

La UE actuaría si una "mayoría cualificada" de al menos 15 países de la UE con el 65% de la población de la UE lo apoyara, a diferencia de las sanciones para las que los Estados individuales de la UE tienen poder de veto.

(Reporte de Philip Blenkinsop; editado en español por José Muñoz)