Países vecinos rechazan plan de Trump de acoger a migrantes deportados por EEUU

Un inmigrante espera para registrarse en una lista de espera en un refugio en Darién, Panamá, el 23 de diciembre de 2021. En 2024, Estados Unidos llegó a un acuerdo con Panamá para cubrir los gastos de repatriación de inmigrantes detenidos intentando cruzar el Darién.

El gobierno de Bahamas rechazó una propuesta del equipo del presidente electo Donald Trump para aceptar inmigrantes de otros países expulsados por Estados Unidos, informó la oficina del primer ministro, mientras que Panamá e Islas Turcas y Caicos manifestaron su resistencia a una eventual oferta.

Según había informado previamente la cadena estadounidense NBC, además de Bahamas el gobierno de Trump también tenía previsto plantear la posibilidad a otros países de la región como Panamá y el territorio británico de ultramar Islas Turcas y Caicos, así como Granada.

La administración encabezada por Philip Davis, indicó este jueves que recibió una “propuesta del equipo de transición de Trump para que Bahamas acepte vuelos con migrantes de otros países deportados”, según un comunicado.

“Esta propuesta fue presentada al Gobierno de Bahamas, pero el primer ministro la estudió y la rechazó firmemente”, resaltó. “Desde que el primer ministro rechazó esta propuesta, no ha habido más contactos ni conversaciones con el equipo de transición de Trump”, añadió.

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El equipo de trabajo de Trump no hizo comentarios sobre el comunicado de Bahamas.

Plan extendido

Según NBC, los asesores de Trump elaboraron una lista de países a los que pedir que acojan a los migrantes deportados cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos.

Sin embargo, en el caso de Panamá, el gobierno asegura que no hubo contactos al respecto.

“No hemos recibido ninguna comunicación oficial ni oficiosa sobre dicha propuesta”, señaló la cancillería.

“Además, a la luz del Derecho Internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades que no sean la panameña”, destacó.

El 1 de julio, cuando José Raúl Mulino asumió como presidente de Panamá, el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, firmó con el nuevo canciller del país centroamericano, Javier Martínez-Acha, un convenio por el que Washington se comprometió a “cubrir el gasto” de la repatriación de migrantes que crucen la selva del Darién para llegar a su territorio.

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El acuerdo forma parte del plan de Mulino de frenar el paso a los migrantes que pretenden cruzar Panamá en su camino de Sudamérica a Estados Unidos. Desde entonces, cientos de migrantes fueron deportados en vuelos charter, la mayoría colombianos.

Ya en el caso de Islas Turcas y Caicos, sus autoridades adelantaron que no aceptarían deportados de Estados Unidos.

“Las Islas Turcas y Caicos, como todas las naciones, tienen el derecho soberano de determinar quién puede residir dentro de sus fronteras”, dijo el Ministro de Inmigración Arlington Musgrove este jueves al diario estadounidense Miami Herald.

Guerra contra la inmigración irregular

Trump, que asumirá la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, ha reiterado su intención de llevar a cabo un programa masivo de deportaciones de migrantes irregulares.

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Durante la campaña de las presidenciales de noviembre, el republicano hizo uso de una feroz retórica contra los migrantes, a los que culpó de una supuesta ola de delincuencia.

El plan de deportación de Trump podría significar que los inmigrantes sean desplazados permanentemente a países con los que no tienen vínculos.

No está claro si se les permitiría trabajar, o qué presión podría aplicar Trump para lograr que los países los acepten, destacó la NBC.