Ovidio Guzmán, la piedra en el zapato que por fin se quitó el gobierno de AMLO

Ovidio Guzmán, en una imagen difundida al momento de ser extraditado de México a EEUU | Foto: El Universal
Ovidio Guzmán, en una imagen difundida al momento de ser extraditado de México a EEUU | Foto: El Universal

En manos de los gobernantes la información tiene la función de trasparentar lo que sucede en la vida pública, también puede ser utilizada para restar importancia a sucesos que son relevantes, entonces opera como si fuera una cortina de humo. El 14 y 15 de septiembre sucedieron dos hechos de interés nacional que, al momento de su difusión, el 14 con la noticia de que México recuperaba la categoría uno en seguridad aérea, funcionó como un velo que disminuyó el impacto de la noticia del 15, cuando Ovidio Guzmán fue extraditado a los Estados Unidos.

En mayo de 2021 la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) realizó en México una auditoria en materia de seguridad aérea. Estableció que la Autoridad Federal de Aviación Civil (AFAC) no cumplía con los estándares establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), identificó deficiencias en la estructura de supervisión y las leyes nacionales relacionadas con la aviación, por lo que pasó a la aviación mexicana a la categoría dos, lo que significó el estancamiento de la industria al no poder abrir nuevas rutas aéreas hacia los Estados Unidos.

Después de 29 meses México recuperó la categoría uno. Realizó correcciones en las áreas de medicina de aviación e investigación de accidentes, publicadas en el Diario Oficial de la Federación, con lo que se recupera la certificación en seguridad aérea y la conectividad entre México y Estados Unidos.

Con anticipación, la secretaria de Relaciones Exteriores fue informada por las autoridades de los Estados Unidos que la certificación sobre el retorno a la categoría uno de la aviación se daría próximamente.

En política las casualidades no existen. Actúan las intenciones. La noticia fue anunciada desde la mañanera el 7 de septiembre por el presidente López Obrador. Informó que se oficializaría la recuperación de la categoría uno de seguridad aérea la siguiente semana. Así fue. El 14 de septiembre todos medios divulgaron la noticia. El eco se mantuvo hasta el día siguiente cuando, sin anuncio previo, se informó desde los Estados Unidos que Ovidio Guzmán había sido extraditado a ese país.

El Departamento de Justicia informó que Ovidio Guzmán había sido extraditado. El viernes 15 por la tarde lo confirmó el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland. La prensa estadounidense divulgó primero la noticia.

Ovidio Guzmán fue detenido el pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa y trasladado al penal de alta seguridad del Altiplano. Fue la segunda ocasión que las fuerzas federales lo detuvieron, la primera ocurrió en octubre de 2019, cuando fue liberado por orden del presidente López Obrador, según dijo, para evitar la violencia.

Las autoridades mexicanas entregaron a Ovidio Guzmán a agentes de la Fiscalía General de la República, adscritos a la Interpol, que lo llevaron al aeropuerto de Toluca y de ahí fue trasladado a la ciudad de Chicago, donde deberá enfrentar los cargos que se le imputan. También tiene cargos en Nueva York y Washington.

En Estados Unidos Ovidio Guzmán y sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, conocidos como “Los Chapitos”, están acusados de los delitos de asesinato, tráfico de cocaína, mariguana, fentanilo y metanfetamina. Se les culpa de la epidemia de salud que causó la muerte a más de cien mil personas en ese país. El gobierno de EEUU tiene once cargos relacionados con el tráfico de drogas y la operación de empresas para realizar negocios y lavar dinero.

Desde el viernes 15 de septiembre Ovidio Guzmán fue internado en el Centro Metropolitano correccional de Seguridad de Chicago, ahí deberá enfrentar los cargos que se le imputan y de ser hallado culpable, podría recibir una pena mínima de 20 años de prisión y máxima de cadena perpetua. En el caso de que decida colaborar para lograr una pena menor, deberá delatar a sus hermanos.

En su mañanera el presidente López Obrador se refirió a la extradición de Ovidio Guzmán. Comentó que esta acción forma parte de un convenio de colaboración entre México y Estados Unidos para combatir el narcotráfico. Dijo que la extradición fue rápida porque no se presentaron amparos que retasaran el traslado. Aprovechó el tema para señalar: "Todos los políticos allá hablan de drogas, fentanilo y culpando a México. Es parte de la estrategia politiquera que se aplica queriendo engañar a los estadunidenses. Esto ya no funciona.”

La extradición de Ovidio Guzmán significa para el gobierno de López Obrador haber puesto fin al episodio de octubre de 2019, conocido como el “Culiacanazo”, cuando ordenó su liberación, lo que acarreó descredito a su gobierno y abrió el paso a las conjeturas relacionadas con su cercanía con el cartel de Sinaloa.

Aunque es una práctica frecuente la administración de las noticias, en esta ocasión parece innecesario haber “empujado” una, como la recuperación de la categoría uno en seguridad para la aviación, para disminuir el impacto de la inevitable extradición de Ovidio Guzmán y presentarla como el cumplimiento de un convenio de colaboración, que tardaron cuatro años en cumplir, mientras que la presión desde Estados Unidos crecía y los políticos en campaña sustentan su discurso, poniendo a México como fuente de la epidemia que ya mató a cien mil personas.

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