Oppenheimer español: Marco Rubio elevará la presión contra Venezuela
El nombramiento del senador cubanoamericano Marco Rubio como Secretario de Estado por parte del presidente electo Donald Trump sugiere que veremos una postura más dura de Washington contra la dictadura venezolana, que podría incluir medidas como la designación de la pandilla Tren de Aragua como una “organización terrorista extranjera”.
Aunque Rubio ha sido un asesor informal de Trump en temas latinoamericanos y es conocido por su línea dura sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua, su nombramiento se debe en gran medida a reputación en el Senado como un “duro” en la política estadounidense hacia China e Irán.
Durante más de una década, Rubio ha sido uno de los críticos más severos de los regímenes de China e Irán en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y el Comité Selecto de Inteligencia del Senado.
Sin embargo, si es confirmado en el cargo, Rubio sería también el primer Secretario de Estado de Estados Unidos en la historia reciente que tiene una conexión personal con América Latina. Probablemente, le prestará más atención a América Latina que sus predecesores más recientes, demócratas o republicanos.
Juan Guaidó, el expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela que fue reconocido por el gobierno de Trump y más de 50 países como presidente interino de Venezuela en 2019, hasta que los partidos de oposición lo reemplazaron tres años después, me dijo en una entrevista el martes que Rubio ha sido “un campeón” de la causa por la democracia en Venezuela.
Guaidó y su partido Voluntad Popular ahora están pidiendo que Estados Unidos designe a la pandilla venezolana de tráfico y trata de personas Tren de Aragua como una “organización terrorista extranjera”. Si el gobierno de Biden no lo hace antes, varios dirigentes opositores venezolanos esperan que Rubio lo haga cuando asuma el nuevo gobierno.
Guaidó me dijo que ponerle la etiqueta de “terrorista” a la banda del Tren de Aragua sería una medida importante, porque hay evidencias de que el régimen de Nicolás Maduro está utilizando a la organización criminal “para tercerizar actividades criminales” en el extranjero.
Por ejemplo, el asesinato en febrero en Chile de Ronald Ojeda, un ex oficial militar venezolano que había sido acusado de traición por el régimen de Maduro, habría sido llevado a cabo por el Tren de Aragua a pedido del régimen de Maduro, me señaló.
Durante la campaña, Trump a menudo citó al Tren de Aragua como supuesta evidencia de sus afirmaciones no avaladas por datos oficiales de que hay una “invasión” de criminales extranjeros en Estados Unidos. El presidente electo dijo en su discurso de campaña del 27 de octubre en Nueva York que invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para “acelerar la remoción de los miembros de la banda del Tren de Aragua”.
El Tren de Aragua, que nació en las cárceles venezolanas, es muy activo en Colombia, Perú y Chile, y en menor grado en Brasil y Ecuador y Estados Unidos, según expertos independientes.
En septiembre, el gobernador de Texas, Greg Abbot, uno de los políticos más duros en materia migratoria, designó oficialmente al Tren de Aragua como una organización terrorista extranjera, diciendo que “no les permitiremos usar Texas como base de operaciones para aterrorizar a nuestros ciudadanos”.
En julio, el propio Rubio felicitó al Departamento del Tesoro del gobierno de Biden por designar al Tren de Aragua como un “grupo criminal transnacional”. La declaración de Rubio describió a la pandilla venezolana como una “grave amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos, pero sin llegar a pedir que se la designe como una organización terrorista.
En círculos diplomáticos se especula que Rubio, como Secretario de Estado, presionará para designar al Tren de Aragua como un grupo terrorista, y usaría la medida como una nueva herramienta de presión para aislar a la dictadura de Venezuela, y tal vez amenazarla con acciones militares.
Dudo que Trump invada a Venezuela, porque el presidente electo se ufana de no haber iniciado guerras ni invasiones, y porque tendrá las manos llenas lidiando con China, Irán, y Ucrania.
Pero hay indicios de que Rubio convertiría el Tren de Aragua en un tema regional de primer nivel, y que lo utilizara para ejercer mayor presión internacional contra el régimen de Venezuela.