Ante la oposición de medios conservadores, el patrocinador del proyecto de ley sobre difamación de la Florida contempla cambios

El autor de un proyecto de ley de la Cámara de Representantes para facilitar las demandas al público y a los periodistas por difamación dice que está preparando enmiendas a la medida para aclarar una estipulación que asume que cualquier declaración de una fuente anónima es falsa y para permitir alternativas a los daños y perjuicios en algunos casos.

El representante Alex Andrade, republicano de Pensacola, dijo en una entrevista el viernes que tiene la intención de proponer modificaciones al proyecto de ley HB991 antes que se aborde en la Comisión Judicial de la Cámara.

El proyecto de ley, y su compañero en el Senado, el SB 1220, eliminarán antiguas protecciones para los medios en su cobertura de los políticos, funcionarios del gobierno y personajes públicos, facilitarán demandar a los medios y cambiarán quién se considera un personaje público con el fin de establecer una demanda por difamación, calumnia e injuria.

Pero la medida ha sido objeto de intensas críticas por parte de los activistas de la Primera Enmienda, que dicen que es una violación directa de las protecciones a la libertad de expresión de la Constitución federal, y de los medios de comunicación tradicionales y conservadores, que advierten que abrirá la puerta a un aluvión de demandas, incluso contra locutores de radio conservadores.

“Este proyecto de ley neutraliza efectivamente a nuestra estación de radio conservadora de noticias y análisis en el suroeste de la Florida, 92.5 FOX News, de la que la mayoría de ustedes se han beneficiado”, dijo James Schwartzel, propietario de la estación de radio con sede en Fort Myers, en una carta a los legisladores.

La emisora de Schwartzel acoge a celebridades conservadoras de la radio, como Glenn Beck, Sean Hannity y Mark Levin. Advirtió que si el proyecto de ley es promulgado su estación “cambiará nuestra programación conservadora, y los locutores renunciarán. La devastación será grave y rápida. Los republicanos perderán para siempre una de sus plataformas más destacadas para llegar a sus bases”.

Las críticas continuaron el jueves, cuando el representante Cory Mills, republicano conservador de New Smyrna Beach, envió una carta al presidente de la Cámara federal, Paul Renner, republicano de Palm Bay, y a la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo, republicana de Naples, instándoles a reconsiderar lo que considera un lenguaje “claramente inconstitucional” en el proyecto de ley de difamación.

En la carta de tres páginas, Mills esboza una letanía de objeciones, entre ellas que “se dirigirá contra la expresión basada en el contenido” e “inclinará el campo de juego a favor de los demandantes en ciertas acciones por difamación al establecer la carga de la prueba por debajo del estándar establecido por la Corte Suprema federal”.

Al preguntarle al respecto el viernes, Renner dijo que no había visto la carta, pero dijo que apoyaba el proyecto de ley, confirmando por primera vez que el objetivo de la Legislatura –según lo esbozado por el gobernador Ron DeSantis– es establecer un desafío legal a New York Times vs. Sullivan, el histórico fallo de la Corte Suprema sobre difamación y funcionarios públicos.

LEA MÁS: Hay advertencias en todo el espectro político mientras comisión de la Cámara aprueba el proyecto de ley de difamación

En esa sentencia de 1964, la corte definió el nuevo estándar de la malicia real —un factor clave para determinar si alguien ha sido calumniado— como hacer una declaración falsa sobre un funcionario público “con indiferencia temeraria de si era falsa o no”.

Mills también se opuso a las estipulaciones del proyecto de ley de que cualquier información proporcionada por fuentes anónimas se considerará falsa.

“Aunque comprendo la motivación para crear esta presunción, dados los innumerables ejemplos de abuso por parte de los medios tradicionales, los casos legítimos en los que se confía en fuentes anónimas aconsejan cautela”, escribió. “Por ejemplo, los periodistas confían habitualmente en la concesión del anonimato a las fuentes en casos que implican a denunciantes de empresas y gobiernos, abusos de la seguridad nacional y de las fuerzas del orden, o faltas atroces e ilegales de personas con poder”.

Dijo que el proyecto de ley “no solo es antipatriótico, sino que no es representativo del estado libre de Florida” y advirtió que, de aprobarse, “sofocaría todas las voces de los medios –ya sean liberales, conservadores o neutrales– en las que sus electores han llegado a confiar y de las que dependen, así como a cualquier individuo que decida ejercer su derecho a la libertad de expresión”.

Después de que Mills publicara su carta en Twitter el viernes, Andrade se mostró desafiante. “Llamar imbécil a @CoryMillsFL seguirá sin considerarse difamación después que se apruebe este proyecto de ley”, respondió con un tuit entrecomillado y un largo intercambio. Sugirió que Mills estaba alineado con “medios liberales”.

“Con todo respeto... está actuando como un [emoji de payaso]”, escribió y se refirió a los jueces de la Corte Suprema federal Clarence Thomas y Neil Gorsuch, quienes han expresado su interés en revisar las normas en los casos de difamación.

Andrade dijo que, si bien mantiene la idea central de sus propuestas y no está de acuerdo con el análisis de Mills y Schwartzel, hay margen para algunos ajustes.

“Quiero asegurar que no haya posibilidad de interpretaciones erróneas”, dijo en una entrevista. “Vamos a presentar enmiendas para modificarla y hacerla más clara”, añadió.

“Si usted tiene una fuente anónima, pero también tiene fuentes primarias a las cuales recurrir para verificar a esa fuente anónima, entonces ha demostrado un intento de buena fe hasta el punto de que debería superar la malicia real”, explicó.

Un segundo cambio daría a una persona con una demanda por difamación una vía para corregir la declaración antes que se presente una demanda por daños y perjuicios.

“Lo que realmente quiero que ocurra es que, antes de llegar a la indemnización por daños, antes de llegar al personaje público, antes de llegar a la malicia real, y todo lo que usted quiera hacer es limpiar su nombre, tenga esa oportunidad en un proceso rápido y directo”, dijo. Porque ahora mismo no hay ninguna oportunidad”.

“Los personajes públicos deberían esperar cierto nivel de discurso áspero y que la gente se equivoque sobre ellos”, dijo. “Solo quiero que cuando la gente se equivoque sobre un personaje público, sepa que al menos se equivocó de buena fe e intentó de buena fe no equivocarse”.

Andrade dijo que tampoco está de acuerdo con que el proyecto de ley pretenda convertirse en un vehículo para desafiar los estándares del New York Times vs. Sullivan.

“Mi intención no es superar el caso Sullivan”, dijo, “sino permitir que el estado establezca sus propias normas de responsabilidad civil. Los personajes públicos como yo, aún tendrían que superar la malicia real para ganar una indemnización por daños”.