Las ONG europeas piden más debate sobre la minería en aguas profundas

Las ONG europeas piden más debate sobre la minería en aguas profundas

Los activistas medioambientales están preocupados por los intensos esfuerzos para aprobar las normas que regirán la futura extracción comercial de minerales y metales de los fondos marinos en aguas internacionales.

Desde el 15 de julio, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), una organización creada en el marco de las Naciones Unidas en 1994, lleva a cabo negociaciones durante las reuniones de sus órganos de gobierno en Jamaica.

Por ello, tres ONG europeas (WeMove Europe, Seas At Risk y Deep Sea Conservation Coalition) encargaron una encuesta a Ipsos, realizada en Bélgica, Polonia e Italia, con una muestra de 3.000 personas.

De ellos, el 56% se opone a la explotación minera de los fondos marinos y apoya una prohibición temporal de esta nueva industria. Otro 33% aprueba la minería si se limitan los daños, un 7% no tiene opinión y sólo un 4% apoya la minería sin reservas.

"Los científicos nos advierten de que necesitamos más tiempo para comprender mejor los fondos marinos", declaró Rachel Walker-Konno, activista de la campaña WeMove Europe, en una entrevista con 'Euronews'.

"Justo la semana pasada se hizo un descubrimiento sobre los nódulos polimetálicos (las rocas que contienen los minerales que las empresas mineras pretenden extraer) que revela que producen oxígeno. Esto ha cambiado completamente lo que sabemos sobre cómo se produce el oxígeno, porque esto ocurre en las profundidades del mar, sin luz solar", añadió.

¿Prohibición o suspensión?

Los científicos han advertido de que es necesario saber más sobre las posibles repercusiones en los ecosistemas, las poblaciones de peces y la capacidad del océano para secuestrar y almacenar dióxido de carbono.

Hasta ahora, sólo 31 países del mundo apoyan la prohibición, la moratoria o la pausa preventiva, de los cuales 10 son miembros de la Unión Europea. Francia es el único Estado miembro que pide una prohibición. Dinamarca, Suecia, Finlandia, Alemania, Portugal, España, Irlanda, Grecia y Malta defienden una pausa hasta que haya más datos.

Hace dos años, la Comisión Europea abogó en un comunicado conjunto por una prohibición hasta que se presenten más pruebas de que puede llevarse a cabo con seguridad.

El documento sostiene que la extracción sólo debe producirse cuando "se hayan colmado adecuadamente las lagunas científicas" y cuando exista la certeza de que "no se producirán efectos nocivos" y de que "se protegerá eficazmente el medio marino".

En el último año, decenas de instituciones financieras mundiales y empresas de los sectores de la pesca, la tecnología y la fabricación de automóviles se han unido a científicos y grupos indígenas para pedir el cese de la minería en aguas profundas.

¿Serían útiles estos metales?

Desde los años 60, la ISA ha firmado una treintena de contratos para la exploración de nódulos polimetálicos (PMN), sulfuros polimetálicos (PMS) y costras de ferromanganeso ricas en cobalto (CFC) en los fondos marinos. Estos nódulos contienen cobre, níquel, hierro, manganeso, cobalto y tierras raras.

El objetivo de estos contratos es explorar el potencial comercial de estos recursos, con la participación de entidades gubernamentales y privadas. Las zonas de prospección son la zona de fractura Clarion-Clipperton, en la cuenca central del océano Índico, en el océano Pacífico occidental, en las dorsales suroccidental y central del Índico y en la dorsal mesoatlántica.

Varios países de la UE están implicados: Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Polonia y la República Checa. Algunos gobiernos están ansiosos por obtener nuevas fuentes de minerales utilizados, por ejemplo, en baterías eléctricas y semiconductores. Pero los activistas afirman que quizá no merezca la pena elegir esa vía.

"A través de la minería en aguas profundas se obtienen principalmente nódulos polimetálicos que contienen manganeso, algo de níquel, cobalto y cobre. Muchos de estos minerales están siendo sustituidos en las tecnologías limpias actuales y ciertos minerales que son increíblemente necesarios, como el litio, no se encuentran en estos nódulos", afirma Rachel Walker-Konno.

Canadá y Noruega avanzan

Pero Canadá (bajo la compañía TMC) podría solicitar una licencia para operar comercialmente en aguas internacionales ya en 2025, en la zona Clarion-Clipperton (CCZ), una vasta área entre Hawái y México. Queda por ver si, para entonces, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos habrá tomado una decisión sobre el marco jurídico que debe establecerse.

Un aspecto decisivo para saber qué rumbo tomará esta organización es la elección del secretario general el viernes. El actual secretario general adjunto, el británico Michael Lodge, se presenta con una postura muy favorable a la industria, defendiendo una rápida adopción de las normas.

Letícia Carvalho, oceanógrafa brasileña y exreguladora de petróleo y gas, aboga por mayores precauciones y cree que los estudios deben continuar unos años más.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) declaró en 1982 que los fondos marinos situados fuera de las jurisdicciones nacionales son "patrimonio común de la humanidad" y que cualquier uso debe beneficiar al "desarrollo global de todos los países".

Noruega anunció su intención de iniciar en breve una actividad comercial en sus aguas territoriales. En una votación celebrada en el Parlamento nacional el 9 de enero, se dio luz verde a la explotación minera en aguas profundas en una zona de 281.000 kilómetros cuadrados alrededor del archipiélago ártico de Svalbard.