ONG del chef José Andrés entrega 35.000 comidas diarias tras el huracán John en México
Acapulco (México), 10 oct (EFE).- La organización World Central Kitchen, del chef español José Andrés, entrega 35.000 comidas diarias en comunidades de Guerrero, estado del sur de México, ante los estragos del huracán John, que azotó hace más de dos semanas en el sur del país.
El encargado de la operación de World Central Kitchen en México, Juan Camilo Jiménez, aseguró este jueves a EFE que en total hay más de 24 restaurantes en el estado de Guerrero, en Acapulco, Chilpancingo y Ometepec, donde se producen los alimentos que la agrupación lleva a los afectados.
“Lo que nosotros producimos son comidas que le gusten a la gente, que la gente esté acostumbrada a comer, ayer producimos unas deliciosas lentejas costeñas que, para nosotros, fue una sorpresa, las de acá llevan piña, chorizo guerrerense y si las hacemos en España no van a ser las mismas", narró.
Destacó que cocinan con gente local, pues el 98 % del personal es de Acapulco y entregan los alimentos a este puerto, a Chilpancingo, y a municipios de la Costa Grande y Costa Chica de Guerrero.
“Lo más importante para nosotros es cómo apoyamos a una recuperación pronta, entendemos que la gente debe trabajar, entendemos que el sector gastronómico se ve aporreado después de un huracán, los turistas que recibía Acapulco, la economía se reduce", mencionó.
Permanecen los estragos
El Gobierno mexicano reportó el viernes pasado al menos 236.636 afectados en Guerrero, estado del sur de México que el 23 de septiembre padeció el golpe de John, huracán categoría 3 que dejó un estimado de 29 muertos en todo el país.
Ante los persistentes estragos, más de 200 personas dirigidas por World Central Kitchen trabajan en las cocinas y 80 camionetas reparten los alimentos todos los días.
El chef Diego Cruz participa con la organización desde el año pasado, tras el devastador huracán Otis, que dejó más de 50 muertos el 25 de octubre de 2023 en Guerrero.
Este año lo volvieron a buscar junto con una universidad que presta sus instalaciones, cocina, y más de 60 jóvenes que realizan sus prácticas profesionales.
Ellos preparan 3.000 porciones diarias para entregar en cinco lugares de Acapulco, donde incluyen 150 gramos de carbohidratos, 150 gramos de proteína y 125 gramos de verdura.
“Por lo general es carne de res, carne de cerdo y pollo, con las diversas preparaciones que pueda haber, de manera regional aquí en México. Los carbohidratos son arroz, frijol, lenteja, garbanzo, papa. De ahí vienen los vegetales como calabaza, zanahoria, chayotes (un tubérculo nacional) y así sucesivamente", describió.
Cocina altruista
El chef contó que ha sido una experiencia fantástica ayudar al recordar que, tras el huracán Otis, viajó en una carretera para buscar insumos en Chilpancingo, capital de Guerrero, y encontró a personas bloqueando el camino con cartulinas porque no tenían qué comer.
Al otro día, regresó y entregó 200 comidas, pero no alcanzó para todas las personas que se formaron, incluyendo tres niños de 5, 7 y 9 años.
“En la noche no pude dormir de llorar, al otro día con el equipo preparamos 700 órdenes, hablé a World Central Kitchen y a partir de ese momento autorizaron esas 700 órdenes y le sumaron 300 órdenes más durante 30 días. Como profesional que he trabajado en siete países, jamás en mi vida pensé que iba a cocinar altruista", dijo.
Aranza Alonso, gerenta de un restaurante que también ha trabajado con la asociación en los huracanes Otis y John, aseguró que sus padres le inculcaron el ayudar a otras personas, pero colaborar con World Central Kitchen ha sido otro nivel.
“He tenido la fortuna de ir a distribución y el hecho de servir la comida y ver las caras de la gente viendo la comida, servírselas y que lo huelen y que te dicen 'gracias', pero con el corazón, no tiene valor, o sea, no tiene precio”, describió.
Por ahora, seguirá la entrega de estos alimentos porque aseguran que es día a día, pues todavía hay muchas necesidades en el estado por las afectaciones y siguen encontrando comunidades bajo el agua, el lodo y la tierra que invadió las casas.
(c) Agencia EFE