La ofensiva de los Marlins se pierde en San Diego y el pitcheo de Miami carga con una derrota sin apoyos

Jesús Luzardo ha hecho su parte. En su mayor parte, y a pesar de notables ausencias, el pitcheo abridor ha hecho su parte.

Pero falta una muy importante que es la ofensiva. Hasta el momento su aporte ha sido poco y esporádico, problemático cuando estaba Luis Arráez, peor desde su partida.

El lanzador venezolano se marchó del Petco Park con una apertura de calidad, pero no recibió apoyo alguno de quienes deben sonar el madero y los Marlins cayeron el martes en la noche 4-0 ante los Padres, que buscan escalar de manera definitiva por encima de la marca de .500.

Miami, por su parte, sigue en su danza de un paso adelante y dos en reversa, y luego de dos meses de temporada ni siquiera han podido llegar a las 20 victorias, pero el mayor culpable de ese mísero récord se debe en gran medida a la ofensiva y en segundo plano al bullpen.

Luzardo trabajó seis entradas de tres carreras y siete imparables, sin poder seguir su actuación previa cuando lanzó ocho capítulos inmaculados contra los Cerveceros de Milwaukee, pero uno esperaría alguna chispa al ataque que nunca llegó ante los envíos de Matt Waldron.

Baste decir que la ofensiva de Miami genera 3,72 carreras por partido para ocupar la 29na plaza en Grandes Ligas, mientras que en promedio de bateo se encuentran en el puesto 22. Se ubican en el escalón 29 en OBP, en slugging y OPS.

Estos números dan un muestra clara de la situación problemática que enfrentan los lanzadores de los peces que, como si fuera poco, son el equipo que recibe boletos con menos frecuencia y tiene el porcentaje de base robada más bajo en las Mayores.

El jardinero izquierdo de los Padres Jurickson Profar batea un jonrón en el primer inning del partido ante los Marlins de Miami, celebrado el 28 de mayo de 2024 en San Diego.
El jardinero izquierdo de los Padres Jurickson Profar batea un jonrón en el primer inning del partido ante los Marlins de Miami, celebrado el 28 de mayo de 2024 en San Diego.

Waldron ha estado terrible en casa, con efectividad de 6.75, y en cuatro aperturas en el Petco Park se ha marchado con la derrota y ha permitido al menos un cuadrangular, pero esta vez mantuvo a los Marlins fuera de balance con una mezcla inteligente de envíos para marcharse con siete entradas sin libertades y siete imparables diseminados sin consecuencia.

Luzardo permitió dos carreras en el inning inicial con jonrón de dos carreras de Jurickson Profar antes de que en el quinto ese mismo pelotero conectara un sencillo que trajo la tercera de los Padres, lo que sería un castigo moderado en otras circunstancias, pero de la manera en que se comporta la ofensiva de los floridanos un daño mínimo termina siendo enorme.

Los Padres anotaron una más en la octava con doble de Donovan Solano -¿se acuerdan de él?- y ya con cuatro en la pizarra la tarea de remontar en el noveno parecía una gesta de ciencia ficción.