Aves vulnerables. La larga lucha para proteger la colonia de loros más importante del mundo
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- A 20 años de la primera propuesta para proteger la colonia de loros más grande del planeta, la creación de la Reserva Natural Municipal “Acantilado de los loros”, en las costas rionegrinas, podría hacerse realidad en pocas semanas.
Se trata de un pedido que ambientalistas e investigadores vienen realizando desde 2004 en la Legislatura de Río Negro. “La provincia puede enorgullecerse por tener la colonia de Psittaciformes, es decir, del grupo de aves que integran loros, cotorras, catitas, guacamayos, papagayos y cacatúas, más grande del planeta. En el balneario El Cóndor, a 30 kilómetros de Viedma, hay 37.000 nidos de loros barranqueros. Ese lugar alberga el 71% de la población de loros barranqueros del mundo: es la colonia más grande de esa especie. A su vez, allí se encuentra la mayor colonia conocida de cualquier especie de loros. Es un patrimonio único para la Argentina y la humanidad entera”, indicó a LA NACION el biólogo Juan Masello, profesor de la Universidad de Venda (Sudáfrica) e investigador de la Universidad de Bielefeld (Alemania).
Masello lleva más de 25 años estudiando la colonia que se extiende por 19,7 kilómetros de acantilados que dan al Océano Atlántico, en el territorio costero del Municipio de Viedma. Allí, los loros utilizan los estratos correspondientes a las areniscas de la Formación Río Negro. En esa colonia se han podido contar un promedio de 37.000 nidos activos, lo que la transforma en la colonia de cría de loros más importante del mundo.
Peligro de extinción
Tal como explica Masello, los diversos tipos de loros del mundo (también llamados Psittaciformes, formado por 393 especies) son considerados globalmente como el grupo de aves con el mayor número de especies en peligro de extinción. Por ejemplo, el 38% de las especies en América Latina están seriamente amenazadas.
Desde hace décadas, las poblaciones de casi todas las especies de loros del mundo están disminuyendo debido principalmente a la fragmentación y/o degradación de sus hábitats, la captura de ejemplares para su venta como mascotas y la caza y persecución por ser considerados especies plagas. De las 26 especies de loros que habitan en la Argentina, cinco poseen graves problemas de conservación, tanto que han sido declaradas como “especies vulnerables” por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en 2017. Entre ellas se encuentra el loro barranquero.
“Tratando de encontrar una solución a la urgente necesidad de proteger la colonia de loros de El Cóndor, la gestión del entonces intendente de Viedma y actual vicegobernador, Pedro Pesatti, presentó al Concejo Deliberante de Viedma, en marzo 2023, el proyecto de ordenanza Reserva Natural Municipal ‘Acantilado de los loros’, que aún no se trató en el recinto”, sumó Masello.
Por eso, diversas ONGs y científicos –entre ellos, Wildlife Conservation Society Argentina, Fundación Patagonia Natural, World Parrot Trust y Aves Argentinas– presentaron recientemente una carta al presidente del Concejo Deliberante de Viedma, Pedro Bichara, para expresar su preocupación por la falta de tratamiento del proyecto de ordenanza.
Consultada por este medio, Natalia Macri, presidenta del bloque de concejales de Juntos Somos Río Negro en Viedma, confía en que será sancionado en la sesión de fines de mayo: “Es un proyecto que viene de la gestión anterior y que no avanzaba, y ahora logramos darle dictamen para que se apruebe. Fue tratado en la Comisión de Ambiente, tuvo dictamen positivo. Y pasó a Labor Parlamentaria, así que será pasado a sesión”.
Macri, que trabajó anteriormente en Educación Ambiental, agregó: “La creación de esta reserva no solo significa promover el cuidado de la especie, sino también poner en valor una de las colonias de loros más grandes del mundo, reconocida internacionalmente, y que además genera atracción de turismo de diferentes países”.
En tanto, el secretario de Servicios, Espacios Públicos y Ambiente de Viedma, Gastón Gutiérrez, que formó parte de la presentación del proyecto hace un año, señaló: “De aprobarse la creación de la reserva, no solo se protege la colonia de loros, sino que se complementan acciones que se vienen implementando, como el Centro de Valoración del Monte Rionegrino, en El Cóndor, y la instalación (con financiamiento de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación) de una estación biológica, para el estudio y el análisis genético de las especies”.
Gutiérrez añadió que, de los 90 kilómetros de costa que tiene el ejido municipal de Viedma, unos 40 kilómetros quedarían bajo resguardo ambiental: serían 16 kilómetros de costa en la reserva de loros, que se sumarían a los existentes del Área Natural Protegida provincial Punta Bermeja-La Lobería. “La reserva es muy importante para el desarrollo sostenible y la promoción turística de nuestra región, porque ya hay un nicho muy consolidado de turismo científico-académico y de avistaje de avifauna”, sumó.
La importancia de la colonia
La colonia de loros –y los acantilados donde se emplaza– ha sido categorizada internacionalmente como Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA). La designación se realizó luego de un intenso trabajo de investigación por parte del Proyecto Loro Barranquero y la ONG Aves Argentinas, miembro y representante argentino de BirdLife International.
Asimismo, la Administración de Parques Nacionales de Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) postularon a la colonia de loros barranqueros de El Cóndor como Área Prioritaria para completar la representatividad biogeográfica del Sistema de Áreas Protegidas de la Patagonia Árida.
Tal como advierten los expertos, a escala regional, el Partido de Patagones es frecuentado a diario por los loros barranqueros de la colonia de El Cóndor, que utilizan los pocos parches de monte nativo que quedan en un estado de conservación aceptable para alimentarse: “Esa región se encuentra tan seriamente amenazada por las altas tasas de desmonte que sufre desde hace décadas que es considerada como una de las zonas más deforestadas de Sudamérica”.
De acuerdo con un informe emitido por el INTA, la tasa de desmonte actual en la región alcanzaría un 3,7% anual, lo que genera efectos muy negativos que incluyen la pérdida de la biodiversidad, el empobrecimiento y la erosión de los suelos agropecuarios, y el aumento de la evaporación que incrementa la sequedad de la tierra e intensifica cambios negativos en el clima local.
También algunas características de la biología de los loros contribuyen a su retroceso y fragilidad, especialmente su hábito frecuente de nidificar en colonias notorias, visibles y accesibles. Esta característica biológica, que evolucionó como defensa de la nidada en contra de los predadores, vuelve a las colonias particularmente vulnerables al accionar humano. La colonia de loros de El Cóndor es el ejemplo más notable.
“Un detalle crucial a considerar es que la mayoría de los nidos (un promedio de 37.000) se concentran en una sola colonia: la colonia de loros barranqueros de El Cóndor. Esto implica que eventos catastróficos, sean naturales o de origen humano, podrían poner en riesgo la supervivencia de toda la especie a nivel global, como ya ha sido documentado en otras especies de aves con similares características. Por eso urge su protección”, cierra Masello.