Con nieve o lluvia, los Dolphins aspiran a rehabilitarse contra los Buffalo Bills

La nieve y la urgencia por rehabilitarse de dos caídas seguidas son los elementos que más pesan en los Dolphins (8-5), aunque no quieran reconocerlo abiertamente, en la antesala del choque contra los Buffalo Bills (10-3), el sábado (8:15 p.m. TV: NFL Network. Radio: 560 WQAM, KISS 99.9; 1140 AM en español con Roly Martín y Eduardo “Vikingo” Martell) en el Highmark Stadium, en Orchard Park, Nueva York.

Las cosas se complican para los surfloridanos en esta 15ta fecha por el hecho que con una victoria el equipo de casa asegurará su clasificación a los playoffs.

Además, los Bills necesitan ganar para defender el primer lugar de la Conferencia Americana frente al acoso de los Chiefs de Kansas City.

Aunque los pronósticos anuncian nieve o lluvia el día del partido, el estratega del equipo de Miami Mike McDaniel replicó que no suele monitorear el estado del tiempo previo a cada compromiso porque, según dijo, el clima cambia en cualquier momento.

“Por lo demás, no hay diferencia de atmósfera para ambos equipos en la cancha”, sentenció McDaniel. “Se juega en el mismo escenario, con los mismos elementos y uno decide mentalmente cuánto permitirá que esto lo afecte”.

El wide receiver de los Dolphins Jaylen Waddle confesó que jamás ha jugado en la nieve, pero eso no lo inquieta.

Cuando le preguntaron si llevará en su equipaje medias especiales, abrigos y otros implementos para protegerse del frío el atacante disparó en seco.

“Llevaremos nuestro espíritu competitivo”, exclamó Waddle. “Eso es lo que llevaremos”.

El running back Raheem Mostert afirmó que la lluvia y la nieve cambian la manera de afrontar el partido.

“En esos casos se pone mayor énfasis en el juego por tierra”, dijo Mostert.

“Eso es lo que me gusta a mí. Si podemos pasar por aire el ovoide será bellísimo, pero con nieve o lluvia siempre aumentan los acarreos”.

Otro factor a considerar es el hecho que los Dolphins vienen de permanecer dos semanas en la Costa Oeste, donde perdieron contra los 49ers en San Francisco y los Chargers en Los Angeles.

Las derrotas han puesto presión al equipo de Miami porque cuando dos semanas atrás tenía una marca 8-3 no solo comandaba la División Este sino incluso tenía posibilidades para luchar por el primer lugar en la Conferencia Americana.

A falta de cuatro fechas para el término de la temporada regular, los Dolphins tienen un calendario complicado.

En la fecha 16, el escuadrón surfloridano recibirá a los Packers de Green Bay en el Hard Rock Stadium en un partido en el que está obligado a vencer; luego viajará de nuevo al frío para enfrentar a los Patriots de Nueva Inglaterra y cerrará la campaña regular con el encuentro contra los Jets de Nueva York en Miami.

Estos dos últimos equipos deben estar rezando para que caigan los Dolphins para poder mantener sus esperanzas de llegar a los playoffs.

Como se puede ver, las cosas son más difíciles para los Dolphins que ahora tienen que adaptarse a su horario habitual luego de haber estado en el Oeste.

“Diría que un par de muchachos del equipo están un poco agotados por el cambio de horario”, expresó el quarterback Tua Tagovailoa.

“Ha habido, sin embargo, una serie de ajustes y por ejemplo hemos empezado más tarde los entrenamientos. Queremos hacer algo especial en este nuevo partido y todas estas cosas del cambio de horario y clima no nos interesan mucho”.

Tua señaló que solo están afanados en corregir los errores y el sábado en la noche “queremos jugar el football que sabemos”.