Los niños pueden aprender defensa personal este verano en el Merced College

El año pasado, el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados recibió 28,886 denuncias de desaparición de menores. Una abrumadora mayoría de estos casos –25,306, es decir, el 87.6%– se resolvieron.

Sin embargo, 3,580 casos siguen activos.

“Cómo me sentiría si una de esas caras acabara en un cartel que dijera ‘¿Ha visto a este niño?’”, dijo Sid Rayford, copropietario del dojo Rayford Shorin-ryu con su esposa, Amy.

“Ambos hemos dedicado básicamente nuestras vidas a asegurarnos de que ningún niño con el que entremos en contacto acabe nunca en uno de esos carteles, eso me rompería el corazón”.

Por eso la pareja enseña Streetwise Self-Defense a niños y niñas de siete a 14 años.

Merriam-Webster define streetwise como: poseer las habilidades y actitudes necesarias para sobrevivir en una situación o entorno difícil o peligroso.

Los niños aprenden habilidades de autodefensa que pueden usar cuando enfrentan un peligro. La clase se imparte actualmente en el programa de verano del Merced College for Kids.

Durante esta clase, los movimientos se demuestran primero a la clase. A partir de ahí, los alumnos practican los movimientos hasta que finalmente los practican entre ellos. Muchos estudiantes expresaron que trabajar con compañeros es su parte favorita de la clase.

Para garantizar la seguridad, los alumnos realizan los movimientos lenta y controladamente, sin emplear nunca toda su fuerza cuando practican con otros. Sid y Amy Rayford vigilan constantemente a los alumnos e interactúan con ellos.

A los alumnos se les enseñan técnicas de comunicación, cómo alejarse del peligro y, si no pueden escapar, se les enseñan técnicas para luchar contra un atacante y tener así la oportunidad de alejarse. Se trata de un proceso de tres pasos denominado conversación, reubicación y devastación.

“Les ayudamos a considerar cosas en las que nunca piensan. Cómo los miran, ya sabes, cuando van por la calle, y si un auto pasa por tercera o cuarta vez no están buscando una dirección, les decimos, te están mirando a ti”, dijo Sid Rayford.

Los chicos que asistieron a la segunda sesión de esta clase dijeron todos que sí, que se sentían mejor preparados para defenderse. Los estudiantes dijeron que disfrutan aprendiendo las diferentes técnicas. Algunos compartieron que la razón por la que están tomando esta clase es para estar preparados si alguna vez están en peligro.

“Para poder defenderme en caso de emergencia”, dijo Natalie González, de ocho años.

Sid, de 61 años, empezó a practicar karate en 1969, cuando tenía 7. Lleva 34 años como instructor de karate y defensa personal

Sid describe su estilo de enseñanza como informativo. Sabe que no todos aprenden de la misma manera y cuando enseña se pone al nivel de los alumnos para asegurarse de que todos lo entienden.

Durante su infancia, Sid practicó football, basquetbol, atletismo y beisbol hasta la preparatoria, además de ser tambor mayor en la banda de música.

“No me costaba pasar de un deporte a otro porque el karate mantenía mi cuerpo en forma para hacer lo que quisiera”, dijo Sid.

Sid llegó a jugar al football y practicar atletismo en el Fresno City College.

En 1997, Sid se trasladó de Hanford a Merced y empezó a dar clases en el garaje de su casa. Dos meses después, la clase creció tanto que llegó el momento de buscar un dojo. Hoy en día se puede encontrar su dojo en Merced en 1860 K St.

Los miembros de su dojo pueden aprender el tradicional Okinawan Shorin-ryu Karate y Okinawan Weapons. Sid dice que lo que les diferencia de otras escuelas es su estilo de aplicación. Los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar lo que aprenden practicando de forma segura con un compañero. La competición es algo en lo que no se centran. Enseñan a sus alumnos: “Sé audaz, sé breve, aléjate”.

Sid también ha ganado muchos honores de artes marciales incluyendo inducciones en cuatro Martial Arts Hall of Fames. Actualmente es el presidente nacional de la American Teachers Association of the Martial Arts.

Los Rayford adoptan un enfoque proactivo y relacionan el aprendizaje de la defensa personal y el karate con una póliza de seguros. Algo que Sid ha observado es que muchos padres priorizan la diversión a la funcionalidad. Dice que su principal objetivo no es que sea divertido, sino asegurarse de que aquellos a los que entrenan nunca se conviertan en víctimas.

“Es básicamente una póliza de seguros. Te entrenas con la idea de no necesitarlo nunca”, dijo Amy. “Pero si llega ese día estás muy agradecido de tener algunas respuestas que pueden sacarte de una mala situación”.

Las clases de defensa personal streetwise se siguen ofreciendo en el Merced College. La segunda sesión ya comenzó y terminará el 3 de julio. Las sesiones futuras son del 8 al 18 de julio y del 22 de julio al 1º de agosto. Todas las sesiones son de 11 a.m. a 12:30 p.m. de lunes a jueves. El costo es de $100.

Los interesados pueden inscribirse aquí.