Multitud de evangélicos brasileños abarrota Sao Paulo en la "Marcha por Jesús"

Una creyente reza durante la "Marcha por Jesús", un evento que reúne a un amplio abanico de congregaciones evangélicas, en Sao Paulo, Brasil, el 30 de mayo de 2024 (Miguel SCHINCARIOL)
Una creyente reza durante la "Marcha por Jesús", un evento que reúne a un amplio abanico de congregaciones evangélicas, en Sao Paulo, Brasil, el 30 de mayo de 2024 (Miguel SCHINCARIOL)

Una marea azul de cientos de miles de creyentes evangélicos tomó este jueves las calles de Sao Paulo, en el sudeste de Brasil, para la "Marcha por Jesús", un acontecimiento con una fuerte dimensión política más allá del aspecto religioso.

Con sus brazos al cielo y ojos cerrados, los participantes bailaron, cantaron y rezaron mientras vestían camisetas azules con el logotipo de la 32ª edición de esta megaprocesión, que se celebra en día festivo en la mayor metrópolis de América Latina.

Una enorme bandera israelí fue portada por la multitud, símbolo del fuerte apoyo del movimiento evangélico y ultraconservador de Brasil a ese país en medio de la guerra contra el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.

También se poduce mientras aumentan las tensiones entre Israel y el gobierno del presidente brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que el miércoles retiró a su embajador en Tel Aviv, que no será sustituido.

El evento ha adquirido tintes políticos en los últimos años a medida que la comunidad cristiana evangélica brasileña ha crecido y se ha tornado cada vez más influyente, especialmente bajo el mandato del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro (2019-2022).

En la mañana de este jueves, los fieles abandonaron el centro de la ciudad para dirigirse a una gran plaza situada cinco kilómetros más al norte, donde estrellas brasileñas del góspel ofrecieron un concierto durante toda la tarde.

"Es toda una experiencia. Cuando vienes una vez, nunca dejas de volver", declaró a la AFP la pastora Gislene Alves, de 60 años.

Raimunda Gonçalves da Silva, empresaria de 29 años, acudió a rezar "por la gente necesitada, por Rio Grande do Sul (estado brasileño devastado por inundaciones históricas) y por Israel también".

Lula no asistió a la marcha, pero envió a un representante del gobierno y la presidencia emitió un mensaje en su nombre en un comunicado.

"Como cristiano, estoy encantado de ver la extraordinaria dimensión que ha adquirido este acontecimiento y el importante papel que desempeña en la vida de muchos brasileños", escribió el mandatario.

El alcalde derechista de Sao Paulo, Ricardo Nunes, que buscará un nuevo mandato en las elecciones municipales de octubre, se dirigió a los fieles.

"Que esta marcha salga de aquí y entre en muchos hogares. Estoy muy feliz de estar aquí, amo a Jesucristo, los amo a ustedes", coreó el aliado del expresidente Bolsonaro.

Bolsonaro tampoco se hizo presente este año, pero fue un asistente asiduo cuando estaba en el poder.

Los brasileños evangélicos representan alrededor de un tercio de los 203 millones de habitantes del país, pero algunos poderosos líderes religiosos afirman que serán mayoría dentro de diez años.

La "Marcha por Jesús" se celebra el día del Corpus Christi, fiesta católica. En muchas ciudades se organizan durante la jornada procesiones por calles adornadas con coloridas alfombras de flores, aserrín pintado o sal gruesa.

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