Multimillonario agasajó al alcalde Suárez con fin de semana de Fórmula 1 de $30,000. Miami dice que lo pagará

El alcalde Francis Suárez presenció el Gran Premio de Miami desde una fiesta repleta de estrellas como invitado personal de la persona más rica de la Florida, el presidente ejecutivo de Citadel, Ken Griffin. Citadel, un importante fondo de cobertura, tiene cabilderos inscritos ante el gobierno municipal mientras la empresa planea varios proyectos de urbanización en Miami, como una torre en Brickell de $1,000 millones.

Las leyes éticas de la Florida prohíben a los funcionarios electos aceptar regalos caros —incluidas valiosas entradas de cortesía— de cualquiera que tenga negocios ante su ciudad.

Zia Ahmed, portavoz de Citadel, declaró al Herald que Griffin regaló a Suárez y a su esposa, Gloria, entradas para el Paddock Club de Fórmula Uno, donde el multimillonario financiero organizó una fiesta privada para 50 de sus amigos. Se dice que el exclusivo lugar de la pista cobraba unos $14,000 por persona por la entrada general.

Después que un periodista le dijo que la aceptación de semejante generosidad por parte del alcalde probablemente violaría las leyes éticas de la Florida, el portavoz dio un giro una semana más tarde y dijo que Suárez había sufragado sus gastos en el evento, pero se negó a decir cuándo o cuánto pagó Suárez.

Ni Citadel, que no está sujeta a las leyes de registros públicos, ni la ciudad, que sí lo está, facilitaron documentación que confirmara el pago.

El alcalde ha llamado la atención sobre su propia asistencia a eventos caros, desde las entradas a nivel cancha para los playoffs del Miami Heat hasta la Copa del Mundo y el Gran Premio de este año, con sus habituales publicaciones en las redes sociales, suscitando dudas sobre quién paga.

Un funcionario electo puede enfrentar amonestaciones formales y multas, e incluso a la posible destitución de su cargo, si se descubre que ha aceptado un regalo de un cabildero en su ciudad, o de alguien que contrate a dicho cabildero. Cualquier persona con asuntos ante la ciudad que haga un regalo caro a un funcionario municipal también puede ser multada y se le puede prohibir cabildear en la ciudad durante un máximo de dos años.

Para cumplir la ley sobre regalos de la Florida, Suárez tendría que cubrir el costo de su fin de semana de Fórmula Uno y el de su esposa dentro del período de gracia de 90 días para devolver el dinero. Las entradas con descuento siguen considerándose regalos según la ley.

“A menudo, los cabilderos y otros donantes prohibidos pueden ofrecer un trato favorable o una tarifa extremadamente reducida por un objeto de valor”, dijo Caroline Klancke, directora ejecutiva del Instituto de Ética de la Florida y ex asesora legal de la comisión de ética estatal.

En una declaración al Herald el lunes, Griffin dijo que Suárez “cubrió adecuadamente el costo” tanto para él como para su esposa y que cualquier insinuación de que el alcalde no pagó sería “preocupante, irresponsable y engañosa para los lectores”, comparándolas con una “teoría de la conspiración fuera de lugar”.

Los abogados de Citadel enviaron una carta formal aconsejando que el Herald “no publique imprudentemente declaraciones o implicaciones falsas y perjudiciales”.

El alcalde de Miami, Francis Suárez (izquierda), entrevista al presidente ejecutivo de Citadel, Ken Griffin, en un acto organizado por el Economic Club of Miami, en el Miami Dade College, en 2022.
El alcalde de Miami, Francis Suárez (izquierda), entrevista al presidente ejecutivo de Citadel, Ken Griffin, en un acto organizado por el Economic Club of Miami, en el Miami Dade College, en 2022.

Citadel no proporcionó información sobre cuánto pagó Griffin por organizar la reunión en el Paddock Club del Hard Rock Stadium, que ofrece “una deseable vista de la pista por encima de los garajes de los equipos, cocina gourmet y champán a raudales”, con suites privadas personalizables disponibles para grandes fiestas como la de Griffin por un “costo adicional”.

Como parte de las festividades del fin de semana, Griffin asistió a la fiesta posterior de Carbone Beach junto con Suárez y su esposa, donde el anfitrión, Major Food Group, cobró $3,000 por persona.

En conjunto, los dos eventos le costarían al alcalde al menos $34,000, una cifra calculada a partir del precio de cada evento, suponiendo que no haya mejoras adicionales para los VIP.

“El alcalde Suárez está cubriendo los costos de las entradas para la Fórmula 1 y la cena en Carbone”, explicó la directora de Comunicaciones del alcalde, Stephanie Severino, en un correo electrónico enviado la semana pasada. “Por lo tanto, no se han recibido regalos de Citadel”.

En virtud de la ley de registros públicos de la Florida, el Herald solicitó cualquier registro que obrara en poder del alcalde o de cualquier otro empleado municipal en que constaran los pagos de Suárez. La abogada municipal, Victoria Méndez, declinó la petición, diciendo que tales registros no existen.

No respondió a un abogado del Herald que le preguntó si estaba impugnando la reclamación del Herald o si el alcalde no tiene constancia de ningún pago.

La invitación a la Fórmula Uno ocurrió mientras la oficina del alcalde difundía mensajes positivos sobre el traslado de Griffin a Miami desde Chicago, su antigua sede. En febrero, Soledad Cedro, otra portavoz de la oficina del alcalde, escribió un artículo en la publicación en español infobae elogiando a Griffin sin revelar su papel en la ciudad. Suárez también ha hablado favorablemente de los proyectos de Griffin, incluido un esfuerzo por sacar una mansión histórica de su propiedad frente al mar y abrirla al público, lo que requiere la aprobación de la Junta de Conservación Histórica y de la Comisión municipal.

Griffin, que apoya políticamente al alcalde, ha aportado $1 millón a un comité de acción política afiliado a Suárez, quien recientemente anunció su candidatura a la nominación presidencial republicana.

Ahmed, el portavoz de Citadel, dijo que Griffin nunca ha pedido al alcalde un trato especial y que seguirá los canales adecuados cuando solicite la aprobación de sus próximos proyectos de urbanización en la ciudad.

“Las políticas del alcalde Suárez han creado empleos, mejorado la seguridad de la comunidad y garantizado a nuestros ciudadanos la libertad y la oportunidad de perseguir el sueño americano. Durante los últimos cinco años, su liderazgo ha ayudado a transformar Miami en una de las ciudades más vibrantes de Estados Unidos”, dijo Griffin en una declaración escrita al Herald. “Me alegró tener al alcalde y a su esposa, Gloria, entre los más de 50 invitados que invité a disfrutar conmigo de la carrera de Fórmula 1”.

Suárez anunció su candidatura a la nominación republicana en junio en medio de un creciente escrutinio sobre sus relaciones comerciales privadas, en particular, un empleo de consultoría de $10,000 al mes para un urbanizador que fue objeto de una investigación federal y estatal el mes pasado después de que un reportaje del Herald mostrara que la oficina del alcalde intervino en un asunto de zonificación.

El alcalde, que gana $130,000 al año por su trabajo a tiempo parcial en la ciudad, declaró este mes un patrimonio neto de $3.4 millones, más del doble que el año anterior.

Ahmed dijo que ni Griffin ni Citadel tienen ninguna relación comercial, financiera o laboral con Suárez.

Suárez, un abogado inmobiliario que se niega a revelar una lista completa de sus clientes privados, ha ignorado generalmente las preguntas sobre quién paga la factura de los eventos deportivos de alto nivel y los viajes internacionales, preguntas que surgen después que las fotos de su asistencia se publican en las redes sociales.

En mayo, cuando el Herald preguntó por primera vez a Suárez quién le había dado pases para el Gran Premio de Miami después que otros invitados al exclusivo club lo etiquetaran en Instagram, el alcalde se negó a responder.

Nunca ha respondido a las preguntas sobre quién pagó su entrada a las carreras de Fórmula Uno el año anterior, o cómo llegó a estar en Qatar junto a David Beckham en el partido de semifinales de la Copa del Mundo de 2022. Beckham cabildeó con éxito ante la ciudad a favor de los planes para construir un estadio de fútbol profesional en un campo de golf público.

Suárez no informó de los hechos a la comisión de ética.

Según la ley de la Florida, si la entrada fue un regalo de alguien que no tenía asuntos con la ciudad, debe notificarse a la comisión de ética, a menos que el regalo fuera de un familiar. Si la entrada fue un regalo de alguien que cabildeaba ante la ciudad, el propio regalo constituiría una infracción ética.