Los muertos del cine de oro llegan a ofrenda del Dolores Olmedo

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 26 (EL UNIVERSAL).- ¡Luces, cámara y acción! El espíritu de los muertos del cine de oro mexicano ya llegó al Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, en Chapultepec, con la ofrenda de Día de Muertos del Museo Dolores Olmedo. Este martes inauguró la ofrenda dedicada a las grandes estrellas del cine como María Félix, Emilio "El Indio" Fernández, Germán Valdés, mejor conocido como "Tin Tan"; El Santo y Pedro Infante.

Las más de 30 figuras hechas de papel recrean escenas de películas clásicas como "María Candelaria" (1944), "A toda máquina" (1951), "El Santo contra las Momias de Guanajuato" (1970) y "Los Tres García" (1947).

Aunque la ofrenda lleva el título de "Ofrenda a las Estrellas", también se le rinde homenaje a los oficios que se encuentran detrás de bambalinas, como los vendedores de palomitas, los encargados de audio y luz y hasta los "cácaros", que son las personas encargadas de colocar los rollos de películas en los cines para su proyección.

Al centro se encuentra un altar dedicado a Dolores Olmedo. La acompañan dulces típicos, pan de muerto y figuras de pavorreales —representativos del Museo, ubicado en Xochimilco— de hojalata hechos por artesanos de la Ciudad de México. También se recrean perros xoloitzcuintles, que habitan el recinto.

"La tradición de la ofrenda lleva más de seis décadas, desde 1955. Dolores Olmedo convenció a Diego Rivera de poner una en el Anahuacalli, que fue la primera en un museo", recordó en conferencia de prensa Dolores Phillips Margain, directora ejecutiva del Museo Dolores Olmedo.

Por segundo año consecutivo la tradicional ofrenda del recinto se instala fuera de la Noria, la sede del Fideicomiso de Dolores Olmedo, espacio al que no regresará, dice Phillips en entrevista con EL UNIVERSAL: "La sede (de la Noria) permanece para todas nuestras tradiciones populares, como la quema de Judas, el bazar navideño con artesanos y talleres. La ofrenda se queda como atracción para Aztlán".

Sobre el proceso de "extensión de salas" del museo, como lo llama la directora, dice que aún no hay novedades sobre el nuevo edificio que se ubicará en el Parque Aztlán.

Al preguntarle sobre si esta mudanza de obra contradice el fideicomiso estipulado por su abuela, Phillips asegura que el fideicomiso "no dice exactamente" que los bienes deben permanecer juntos. "Lo que más dice es: darle al pueblo de México el goce de su obra", agrega.

La ofrenda se ubica en una de las salas recién restauradas del Museo de Historia Natural y estará hasta el 27 de noviembre.