El muelle temporal de EEUU en Gaza, de revés en revés

Imagen de satélite del muelle militar estadounidense que va desde el mar hasta la costa de Gaza, el 18 de mayo de 2024 (-)
Imagen de satélite del muelle militar estadounidense que va desde el mar hasta la costa de Gaza, el 18 de mayo de 2024 (-)

El muelle provisorio montado en mayo por Estados Unidos en Gaza tenía como objetivo facilitar la entrega de ayuda humanitaria a ese territorio palestino asediado por Israel. Pero desde su instalación hace un mes ha sufrido un revés tras otro.

Por este muelle se transportaron más de 4.100 toneladas de ayuda humanitaria hasta la Franja de Gaza con un costo de 230 millones de dólares, bastante lejos del "aumento considerable" de las entregas prometido por el presidente estadounidense, Joe Biden.

Estados Unidos, tradicional y principal apoyo militar de Israel, decidió instalar este muelle debido a las severas restricciones a la entrega de ayuda por vía terrestre al territorio palestino, devastado por ocho meses de conflicto.

"El muelle de Gaza, lamentablemente, no representa más que una distracción extremadamente costosa de lo que es verdaderamente necesario, pero también legalmente requerido", consideró Michelle Strucke, directora de asuntos humanitarios del grupo de expertos CSIS en Washington.

Según ella, eso implica "acceso seguro y sin obstáculos para que las organizaciones humanitarias proporcionen ayuda a una población que sufre niveles históricos de privaciones".

Estados Unidos y otros países también efectuaron el lanzamiento desde el aire de raciones de alimentos, pero éstos, junto con las entregas en los muelles, "nunca tuvieron la intención de sustituir el acceso a escala y la sostenibilidad a través de los puntos de paso terrestres", estimó Michelle Strucke.

Según ella, al centrarse en operaciones por este muelle y lanzamientos desde el aire, Estados Unidos "ha hecho perder el tiempo y la energía de los responsables en la toma de decisiones y gastó más de 200 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses".

- Clima terrible -

Biden anunció en marzo la construcción de este muelle por parte de tropas estadounidenses frente a la costa de Gaza. La obra finalizó a principios de mayo, pero las condiciones climáticas impidieron que estuviera operativo hasta el 17 de mayo.

Una semana después, el oleaje provocó que se desamarren cuatro buques estadounidenses que participaban en la operación. Tres días más tarde, el muelle resultó dañado por las malas condiciones meteorológicas y tuvo que ser transportado al puerto israelí de Ashdod para su reparación.

La estructura volvió a ser utilizable el 7 de junio, pero debió llevarse nuevamente a Ashdod una semana después debido al oleaje. Las entregas de ayuda finalmente se reanudaron durante la noche del miércoles al jueves, anunció el Pentágono.

Raphael Cohen, politólogo de la organización de investigación estadounidense RAND, opinó que "el proyecto del muelle aún no ha dado los resultados esperados por el gobierno de Biden".

"Más allá de los problemas meteorológicos, resultó ser bastante costoso y no resolvió los desafíos operativos que implicaba llevar ayuda hasta Gaza", explicó.

A pesar de estos problemas, el muelle flotante ofrece otro punto para el paso de ayuda y permite la entrega cuando los cruces fronterizos terrestres están cerrados, dijo Raphael Cohen.

- Suspensión -

Pero esta empresa se enfrenta a otras dificultades, en particular con el anuncio, el 10 de junio, del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU de la suspensión de sus entregas de ayuda a través del muelle, "hasta que se evalúen las condiciones de seguridad" para el personal.

Preguntado sobre los motivos de esta interrupción, el portavoz del secretario general de la ONU mencionó entonces la operación militar que Israel lanzó dos días antes para liberar a cuatro rehenes en Gaza y que, según el grupo islamista palestino Hamás, que gobierna el territorio, dejó más de 270 muertos.

Diez días después de esa suspensión, las entregas del PMA aún no se han reanudado.

La ONU aseguró que todos los proyectos encaminados a incrementar la llegada de ayuda a Gaza son bienvenidos, pero que lo más importante sigue siendo permitir la entrega por rutas terrestres.

En opinión de Michelle Strucke, "los habitantes de Gaza no necesitan una apariencia de ayuda; necesitan que les llegue ayuda real".

En opinión de la experta, Estados Unidos debería "tener cuidado de no apoyar medidas que parecen buenas sobre el papel", pero que en última instancia "no resultan en una ayuda significativa para los palestinos".

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