Por este motivo Jack Smith decidió presentar la demanda relativa a la inmunidad de Trump directamente ante la Corte Suprema

El fiscal especial Jack Smith habla sobre una acusación formal contra el expresidente Donald Trump durante una conferencia de prensa en una oficina del Departamento de Justicia en Washington, el 1.° de agosto de 2023. (Doug Mills/The New York Times).
El fiscal especial Jack Smith habla sobre una acusación formal contra el expresidente Donald Trump durante una conferencia de prensa en una oficina del Departamento de Justicia en Washington, el 1.° de agosto de 2023. (Doug Mills/The New York Times).

Jack Smith, el fiscal especial que ha presentado dos demandas en contra del expresidente Donald Trump, tomó una medida osada esta semana con el propósito de socavar uno de los principales argumentos de defensa de Trump contra las acusaciones de haber conspirado para anular las elecciones de 2020.

Smith le pidió a la Corte Suprema emitir un fallo con respecto al intento de Trump por lograr que se denieguen los cargos de subversión en una demanda de inmunidad ejecutiva antes de que un tribunal inferior de apelaciones siquiera tenga oportunidad de analizar el caso.

Smith también les pidió a los magistrados tomar una decisión pronto.

“Estados Unidos reconoce que se trata de una solicitud extraordinaria”, aceptó ante la Corte Suprema en una petición presentada el lunes.

Pero era necesaria por un motivo.

“Se trata de un caso extraordinario”, escribió.

La Corte Suprema de Estados Unidos en Washington, el 30 de noviembre de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times).
La Corte Suprema de Estados Unidos en Washington, el 30 de noviembre de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times).

A continuación, explicamos la madeja de cuestiones legales y políticas que motivaron la decisión del fiscal especial.

¿Qué pretende Smith que haga la Corte Suprema?

Presentó dos solicitudes independientes.

En primer lugar, les pidió a los magistrados considerar una cuestión legal que nunca antes habían analizado: si la Constitución le confiere total inmunidad a un expresidente contra un procedimiento federal por delitos cometidos durante su encargo.

Trump colocó ese argumento al centro de su moción inicial para conseguir que se denegara el caso sobre las elecciones, que presentó en octubre ante un tribunal federal de distrito en Washington. En ella, sostuvo que, debido a que los cargos se basan en medidas oficiales tomadas cuando estaba en la Casa Blanca, la acusación formal debería descartarse por completo.

La magistrada Tanya Chutkan, la encargada del caso, no estuvo de acuerdo y rechazó la moción hace dos semanas. Los abogados de Trump recusaron su decisión por la vía normal, ante un tribunal federal de apelaciones en Washington, además de pedirle que suspendiera el caso en tanto se oía la apelación.

Aunque el propósito evidente de los abogados era ganar la apelación, también tenían otro objetivo: retardar el proceso el mayor tiempo posible y posponer el juicio sobre los cargos de interferencia electoral.

Esa estrategia de retraso, al parecer, fue el fundamento de la segunda solicitud que Smith le hizo a la Corte Suprema. No solo les pidió a los magistrados emitir un fallo en cuanto a la inmunidad antes de que lo haga el tribunal inferior de apelaciones, sino que lo hicieran de manera expedita.

Smith argumentó ante los magistrados que una apelación ordinaria, incluso si fuera relativamente rápida, podría tardar demasiado. Y expresó preocupación, en particular, por mantener lo más posible la fecha del juicio, que por ahora está programado para presentarse ante un jurado el 4 de marzo.

¿Qué podría suceder si se retrasa el juicio?

Depende de a quién le preguntemos y cuánto tiempo se posponga el juicio.

Un retraso significativo podría llevar el juicio hasta el verano o el otoño, que sería plena temporada de la campaña de 2024. Eso podría causarle problemas a Trump porque tendría que asistir al juicio en Washington todos los días hábiles durante dos o tres meses, en vez de organizar mítines o reunirse con los electores.

Probablemente, la respuesta de Trump a una situación así sería llevar su campaña al frente del tribunal federal. Es casi seguro que optaría por tener conferencias de prensa diarias frente a las cámaras de televisión apostadas en espera de su salida del tribunal y las aprovecharía para comunicar sus propuestas políticas y atacar el procedimiento legal. Empleó una estrategia similar durante el juicio de lo civil por cargos de fraude en Nueva York, en el que se le acusa de exagerar el valor neto de su empresa.

Sin embargo, también podría haber consecuencias graves si se pospone el juicio hasta después de las elecciones.

Si eso ocurre y Trump resulta vencedor en la contienda, de un momento a otro tendría facultades para ordenar que se desechen los cargos. Lo peor es que millones de electores no tendrían la oportunidad de conocer la evidencia recopilada por el equipo de Smith sobre las acciones de Trump para subvertir las últimas elecciones antes de poder decidir si quieren elegirlo de nuevo.

¿Qué sabemos en cuanto a la posibilidad de que la Corte Suprema tome el caso de manera expedita?

Solo es necesario que cuatro de los nueve magistrados concuerden en conceder la solicitud de Smith.

Poco después de que Smith presentara su petición, el tribunal emitió una orden en la que indicó que el equipo legal de Trump debía responder y presentar sus opiniones sobre esta cuestión a más tardar el 20 de diciembre. Aunque el plazo dado por los magistrados no da ninguna señal que permita saber si terminarán por aceptar el caso o no, sí parece sugerir que el tribunal prefería evitar retrasos para tomar una decisión.

¿Cuán acorde ha sido esta Corte Suprema con Trump en este tipo de casos?

Aunque la mayoría actual de la Corte ha votado a favor de muchas políticas conservadoras sin reservas, desde anular el derecho al aborto hasta revertir la acción afirmativa, se ha mostrado menos dispuesta a apoyar los intentos de Trump por jugar con el proceso democrático.

Solo unos meses antes de que Trump designara a su tercer magistrado para la Corte Suprema, el tribunal dictaminó, por una votación de 7 a 2 en 2020, que él no contaba con derecho absoluto para bloquearles el acceso a sus registros financieros a los investigadores en una indagación de lo penal.

Ese mismo año, en una orden breve sin firmar, el tribunal rechazó un procedimiento presentado por el estado de Texas que buscaba descartar los resultados de las elecciones en cuatro estados pendulares que Trump había perdido. También denegó solicitudes de revisar juicios presentados por abogados partidarios de Trump que argumentaban que un grupo de actores internacionales organizaron ataques cibernéticos contra las máquinas para votar de todo el país con el objetivo de quitarle votos a Trump.

El año pasado, la Corte Suprema denegó una solicitud de Trump de bloquear la divulgación de registros de la Casa Blanca sobre el ataque del 6 de enero contra el Capitolio, con lo que, de hecho, rechazó su afirmación de privilegio ejecutivo.

¿Qué podría ocurrir a continuación?

Si la Corte Suprema toma el caso y le concede a Trump la inmunidad, entonces se descartará la acusación formal y no habrá juicio sobre los cargos de interferencia en las elecciones. Pero si el tribunal evalúa el caso y le da pronto la razón a Smith, se celebrará un juicio, probablemente antes de las elecciones.

Por otra parte, si los magistrados se niegan a oír el caso en esta etapa, entonces se enviará de regreso al tribunal federal de apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia. Pero la Corte Suprema podría volver a intervenir y considerar refutar la decisión del tribunal de apelaciones.

c.2023 The New York Times Company