Milei ha conseguido lo más fácil en Argentina y ahora le toca hacer un milagro

Argentina va a tener un nuevo Gobierno los próximos cuatro años. El candidato ultraliberal Javier Milei se ha impuesto de forma contundente en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al peronista y actual ministro de Economía, Sergio Massa.

Se abre de esta manera una etapa inédita en la tercera economía de América Latina, ya que el presidente recién electo llega con ideas rompedoras, como cerrar el Banco Central o instalar el dólar estadounidense como moneda. Medidas hechas al calor de la campaña que está por ver que pueda implementar. Y precisamente ese puede ser el gran talón de Aquiles de su Gobierno: no poder llevar a cabo sus promesas.

Javier Milei es el nuevo presidente de Argentina. (Photo by Luciano González Torres/Xinhua via Getty Images)
Javier Milei es el nuevo presidente de Argentina. (Photo by Luciano González Torres/Xinhua via Getty Images)

La victoria de Milei en los comicios ha sido sorprendente debido a que en solo tres años ha pasado de la televisión a la Casa Rosada. No estamos hablando de un político que ha ido escalando puestos, ni de alguien que siempre ha tenido la vocación de servicio público. Este docente argentino representa a la perfección a una parte muy importante de la sociedad que está harta de la crisis permanente en la que vive sumida Argentina desde hace décadas.

Y pese a que su triunfo ha sido inesperado, lo cierto es que, analizándolo en perspectiva, puede tener todo el sentido del mundo. El país se encuentra en una situación límite, con un 143% de inflación anual y un 43% de pobreza. El peronismo, representado en estas elecciones por Sergio Massa, ha marcado la política argentina durante las últimas décadas, pero la situación de amplios sectores de la sociedad no ha hecho más que empeorar.

En este clima de polarización absoluta, de desencanto con el peronismo y de hartazgo colectivo no es descabellado que alguien que promete acabar con todos estos años de oscuridad y abrir una nueva etapa reciba, como poco, la atención. Y tampoco que esa sociedad, cansada de promesas vacías, se aventure hacia una persona sin experiencia política de ningún tipo y que ha estado marcado por las controversias. Alguien que habla claro y que señala el desastroso momento del país. Un todo o nada que puede salir muy bien o muy mal, pero los argentinos han decidido experimentarlo.

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Y aunque pueda resultar muy difícil pasar de la televisión a gobernar, venciendo en unas elecciones al peronismo, tal y como ha hecho Milei, lo cierto es que la situación tan delicada del país ha posibilitado este salto a lo desconocido que, de otra manera, habría resultado casi imposible.

Gobernar Argentina, ¿una misión imposible?

El gran desafío no era ganar las elecciones, sino ser capaz de levantar una nación hundida desde hace años. Y para ello tendrá que implementar medidas extremas, algo que no será fácil en un país en el que hay tanta polarización política como en Argentina, y donde cerca del 50% de la sociedad ha votado en contra de Milei, que va a gobernar sin mayorías.

Entre sus medidas, está la eliminación de 10 de los 18 ministerios, la reducción del gasto público en un 15% del PIB, la privatización de empresas estatales o la ya comentada eliminación del Banco Central. Propuestas de calado que van a necesitar un amplio respaldo y la realidad es que Milei no lo atesora actualmente.

El Banco Central de Argentina, que Milei ha prometido eliminar. (Photo by JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images)
El Banco Central de Argentina, que Milei ha prometido eliminar. (Photo by JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images)

En una nación como Argentina, los gobernadores tienen un gran peso y el triunfador de los comicios no tiene ni uno solo, por lo que su agenda puede chocar con el sistema de pesos y contrapesos de la democracia del país.

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Tal y como recoge BBC, La Libertad Avanza, la coalición de Milei fundada hace apenas dos años, contará con apenas 38 diputados en una cámara de 257 miembros y ocho senadores en un total de 72. Un poder muy limitado y a priori insuficiente para realizar grandes transformaciones sociales como las prometidas. Tendrá, por tanto, que negociar continuamente. También con aquellos a los que ha culpado de la situación del país y con los que ha vivido un enfrentamiento permanente. En consecuencia, no es de esperar que haya excesivos cambios en los próximos años.

Sin aliados en la región

Además, hay que añadir un factor muy importante y es la escasez de aliados internacionales que va a tener su Gobierno. A diferencia de hace unos años, cuando Bolsonaro y Trump gobernaban en Brasil y Estados Unidos respectivamente, en los últimos comicios se ha vivido en la región una oleada de Gobiernos de izquierda en países como el brasileño, en Colombia, en Chile o México, por lo que Milei carece de importantes aliados naturales en el continente.

Boric (Chile) y Lula (Brasil) se saludan. Ninguno de ellos va a ser aliado de Milei. (Photo by Joedson Alves/Anadolu Agency via Getty Images)
Boric (Chile) y Lula (Brasil) se saludan. Ninguno de ellos va a ser aliado de Milei. (Photo by Joedson Alves/Anadolu Agency via Getty Images)

Bien es cierto que Trump puede volver a ganar las elecciones estadounidenses, pero para que eso ocurra falta todavía un año. Un tiempo muy largo en el que el candidato electo en Argentina va a tener que enfrentarse a todos esos grandes desafíos desde una posición muy vulnerable tanto en el interior como en el exterior del país. Una situación que le puede debilitar aún más y generar desencanto hacia su figura entre sus partidarios o aquellos que simplemente le han dado su voto buscando un cambio profundo.

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Así pues, Javier Milei ha logrado un gran hito con su victoria, pero ahora le queda gobernar y avanzar en su programa. Y poner en marcha gran parte de sus promesas va a ser casi un milagro.

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