Migrantes, viajar al infierno para ver lo peor de los mexicanos: discriminación y xenofobia
En México existen tres grupos que conforman la población más vulnerable a sufrir discriminación; indígenas, homosexuales y los migrantes en tránsito por nuestro país, según el Conapred (Consejo Nacional para prevenir la Discriminación).
De septiembre de 2008 a febrero de 2009 se presentaron 9,758 víctimas migrantes de secuestro, dos años después, de enero a diciembre de 2010 la cifra se elevó a 11,333 víctimas según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Se cree que el número se ha incrementado así como la xenofobia. En este escenario surge la Fundación Para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho que, por medios propios, ha documentado tres masacres de migrantes en el país.
Ana Lorena Delgadillo, su fundadora y directora cuenta para Yahoo la aterradora realidad que viven las migrantes en tránsito por México.
“La Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho que yo dirijo se creó en el año 2011, en medio de una política muy grave en materia de seguridad, implementada por el presidente Felipe Calderón que decide sacar a las calles al Ejército para combatir el crimen organizado. Y lo que nosotros comenzamos a documentar es que ya había una gran cantidad de personas desaparecidas y ejecutadas en México, pero que la población migrante también estaban siendo afectada por toda esta violencia que causó el sacar a los militares a las calles”.
¿Se convirtieron en un grupo más vulnerable?
“Nos dimos cuenta, que al no estar en México, los familiares de los migrantes desaparecidos se encontraban en una mayor vulnerabilidad para acceder a la búsqueda o sistemas de justicia, y es ahí donde la Fundación surge. Y decide enfocarse a la población migrante que ha sido víctima de ejecución o asesinato en México”.
En una tarea tan amplia proteger a los migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, ¿Cómo delimitan su campo de acción en una problemática tan basta?
“Lo peor que le puede pasar a una persona es que le desaparezcan a su hijo, está considerado como una de las peores torturas y catalogado como un crimen de lesa humanidad.
Nosotros pensamos que estas familias e migrantes están viviendo tortura, al no poder acceder a la justicia del país, al ser víctimas de discriminación, pero también una población muy excluida económicamente, porque las familias que atendemos enfrentan una profunda pobreza; por lo que muchas veces no pueden moverse de su comunidad, tampoco tramitar una visa mexicana.
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“Decidimos trabajar con familias de migrantes desaparecidos y con familias de migrantes ejecutados porque nos parece que estos son de los crímenes más graves que puedan ocurrir y que son las personas que requieren más apoyo para poder enfrentar la búsqueda y las dificultades a las que se enfrentan cuando requieren algún proceso de justicia.
O sea, hubo una decisión clara de dedicarnos a esto y, bueno aquí en México, las familias de desaparecidos por lo menos se podían organizar; salir a las calles, gritar, organizar búsquedas, pero las familias que están en Centroamérica ni siquiera lo pueden hacer”.
¿Estas familias no contaban con el derecho a buscar a sus familiares?
“Así es, fue muy claro para nosotros que la población migrante estaba siendo víctima de muchas de las graves violaciones que enfrentaba la población mexicana, pero con el agravante de que no estaban aquí y que sufrían una situación de discriminación al acceder a la justicia, o que enfrentaban mayor vulnerabilidad para buscar a sus hijos”.
¿Cuántos casos lleva la Fundación al año?
“Mira, la Fundación tiene oficinas en Honduras, en El Salvador, Guatemala y México, desde estas oficinas trabajamos directamente con los Comités de familiares de desaparecidos y ejecutados en Centroamérica y en México, entonces, tenemos un fuerte trabajo de base con los comités porque nos parece que son las propias familias quienes, como sujetos sociales, sepan cuáles son sus derechos y exijan lo que le corresponde a las autoridades de su país y a las autoridades mexicanas.
“Así que gran parte de nuestro trabajo tiene que ver con ese acompañamiento en procesos grupales en exigencia de derechos, con procesos de formación, de manera conjunta porque aprendemos con ellos en muchos de estos procesos.
“Y sí, ya más en tu pregunta, una parte es este acompañamiento como de asesoría, técnica y otra es, efectivamente, a casos”.
¿Ustedes llevan y asesoran la parte legal de estos Comités?
“Acompañamos, te puedo decir que mi experiencia como abogada en este acompañamiento es una cosa de ida y vuelta; les damos herramientas técnicas pero ellos nos da un montón de aprendizaje de sus propios procesos de búsqueda, de sus propios procesos de justicia, de sus procesos de vida.
“Lo vemos como un proceso mutuo; nosotros en la parte técnica y ellos en la parte humana, porque además son cosas que hay que entender para ser mejores defensores, mejores abogados, para comunicar la idea también.
Supongo que esta parte del derecho para migrantes no se reconocía.
“Cuando la Fundación inició a trabajar en estos casos en 2011, se hizo una documentación de 350 casos de migrantes de Centroamérica y México (porque también trabajamos con grupos de migrantes de aquí) que habían sido desaparecidos o ejecutados en nuestro territorio.
“Y fue a partir de este documento que nos dimos cuenta que no había un mecanismo que los familiares pudieran accionar para la búsqueda, ni para la justicia, ni para la reparación. Los casos se quedaban en las vías diplomáticas.
“Es decir, que si una persona acudía directamente a la Embajada de su país o a su Cancillería para saber qué pasaba con su hijo o persona extraviada, lo que respondía Guatemala, o El Salvador le decían que ya habían turnado el caso a México y que acá las autoridades no tenían nada, y como el delito no se cometió en territorio de esos países pues ellos no podían hacer nada”.
DATO: En el periodo de 2014 a 2016, de un total de 5824 delitos contra migrantes en Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Sonora, Coahuila y a nivel federal, solo existe evidencia de 49 sentencias, lo que equivale a una impunidad del 99 por ciento”. (Conapred).
¿En estos casos aplica la jurisdicción?
“Se hubiese esperado que ante toda la tragedia que tenemos de casos, los gobiernos de Centroamérica aplicaran acciones más contundentes para exigir búsqueda y justicia en México y eso no fue así. Los gobiernos de estos países no han tenido esas acciones contundentes para defender a sus connacionales.
“Por otra parte, para el gobierno mexicano esto fue muy cómodo y mucho más cómodo que se quedaran en la vía diplomática y no en las fiscalías que les correspondía investigar. Ahí había una violación para estas familias”.
Este es el origen, ¿ha tenido un camino difícil?
“Al principio éramos dos personas, sin oficina ni nada, haciendo otros trabajos para sobrevivir. Pero el año que entra la Fundación cumple 10 años, tenemos a 27 personas trabajando en cuatro países y se puede decir que estamos en otro lugar. Ojalá no existiéramos porque eso querría decir que hay un respeto por el derecho de los migrantes, pero no lo hay.
“Según el Conapred, de los grupos más discriminados es la población migrante la que está en tránsito”.
¿México, o concretamente la población mexicana dejó de recibir bien al migrante centroamericano?
“Las estadísticas que tenemos, tanto por parte de Conapred como las encuestas sobre victimización que existen en México, ha habido un incremento para la discriminación de las personas migrantes, pero también ha crecido la xenofobia, son dos aspectos que se dan de manera paralela.
“Mi interpretación es que ese aumento en estos aspectos tiene que ver mucho con las políticas impulsadas por las autoridades. Nosotros vimos un cambio radical en el gobierno de AMLO, empezó enviando a su equipo y personal de alta responsabilidad recibiendo a las caravanas migrantes diciendo que acá había trabajo, pendientes de que muchas de esas personas huían debido a situaciones de violencia y diciéndoles que en México podían encontrar un respiro y, luego el giro absoluto enviando a los militares. Esto tiene que ver con que México decidió dar un giro completo a las políticas migratorias a raíz de las exigencias de Estados Unidos a las que México se sometió”.
DATO: El 4 de marzo de 2020, habitantes de Palenque, Chiapas, exigieron con protestas el cierre del albergue provisional para migrantes. Reclamaban al gobierno que dejara de financiar acciones que apoyen a las personas sin documentos, en lugar de destinar esos recursos a la población local”. (Diarios locales).
¿Crees que estamos cediendo ante la política racista de Trump?
“Las políticas del Presidente Trump, quien ha mostrado un rechazo por los migrantes, han impactado en las políticas mexicanas. Bajo estas idea, se empuja la firma de acuerdos migratorios con México, El Salvador, Honduras y Guatemala; donde dice que EU ya no va a aceptar a ninguna persona que requiera asilo, que las personas que lo necesiten van a permanecer en México hasta que se resuelva su situación.
“México aceptó someterse a eso y en junio del año pasado se firma este acuerdo, que además se veía reforzado por este programa “Quédate en México”, y cuando se decide aceptar a las personas que estaban solicitando asilo a EU”.
¿La población nacional resintió estos acuerdos?
“Pues lo que pasa es que el programa se amplía para recibir a más personas que soliciten asilo en EEUU, pero se les coloca en ciudades fronterizas con grandes problemas de violencia y seguridad.
“A raíz de esto se han documentado casos de personas que necesitaban el asilo y sufren secuestros en estados como Tamaulipas, se han reportado casos de violencia sexual, es decir, todas estas personas son víctimas de la delincuencia organizada que sigue estando muy presente en el norte de la República, cuando nosotros sabíamos que estas personas venían huyendo de la violencia.
“Esto impactó también en la población mexicana, porque lo que comenzamos a ver y documentar es el rechazo de la gente hacia los albergues que antes ellos mismos apoyaban, el rechazo a que alguna persona migrante ocupe algún puesto de trabajo, e incluso el rechazo porque usen el mismo transporte”.
¿México radicalizó su postura?
“La segunda consecuencia muy grave es que México decidió usar su fuerza más letal, porque con este acuerdo migratorio nuestro gobierno envía al Ejército y a la recién creada Guardia Nacional a la frontera sur y a la frontera norte para deportar.
“A estas personas no se les preguntó nada, con esto se violan las convenciones que México ha firmado para protección a víctimas de violencia y en situación de asilo y fueron regresadas a sus países con todo lo que implica.
“Y todo esto tiene que ver con las políticas que se aceptaron, pareciera que dicen que los migrantes ya no son más bienvenidos”.
¿Qué nos pasó? Somos un país migrante.
“Ya no lo somos, ya nos somos un país solidario, sacrificamos estas políticas de acogida al migrante por políticas económicas (presiones) y perdimos lo más importante que son las personas.
“Se nos olvida que somos migrantes, quién no tiene un familiar, o un caso cercano que haya migrado, pareciera que se nos olvida que necesitamos la misma protección cuando vamos a EEUU, y tenemos este doble discurso que pareciera que las autoridades protegen a los conciudadanos en Estados Unidos, pero enviamos al Ejército a deportar a los migrantes de otros lados”.
¿Los medios también jugamos un papel? ¿cuántas veces no vimos la nota de la señora que rechazó la comida?
“Los medios juegan un papel muy importante evidentemente. A veces hemos visto que se publica de forma repetida aquello que ataca a la población migrante y la criminaliza.
“Nosotros, por ejemplo, acompañamos aquel caso de Cadereyta, donde el gobierno estatal lo primero que salió a decir es que eran criminales, y se regó gracias a los medios. Esto sin duda ayuda a que la población implemente un sentido de discriminación hacia la población migrante y esto se ha dicho de manera puntual en el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, que el rechazo y el miedo se incrementan con notas que presentan a estas personas como un riesgo para la seguridad nacional y como un elemento que aumenta la delincuencia organizada”.
DATO: En la estrategia Nacional de Seguridad Pública, el gobierno mexicano consideró a los flujos migratorios dentro de los temas de seguridad nacional, equiparándolos al crimen organizado. (Informe alternativo conjunto para el Examen de México ante el Comité para la Eliminación de la discriminación Racial de Naciones Unida, CERD).
¿Cómo atacar este cambio de perspectiva?
“Pues justo, para terminar de contar lo que hacemos en la Fundación; acompañamos a personas que están en comunidades de origen, representamos casos de migrantes que han sido desparecidos, por ejemplo, recién fueron los 10 años de la masacre de los 72, nosotros representamos a familias de esta masacre y la de Cadereyta 2012, a familias de migrantes que cuyos cuerpos fueron encontrados en las fosas de San Fernando, (abril 2011), así que acompañamos a familias que tiene casos paradigmáticos de grandes violaciones en México, y también empujamos por políticas públicas que permitan a las familias un mejor acceso a la justicia.
“En 2013, habiendo documentado junto con el Equipo Argentino de Antropología Forense, que es un tremendo aliado para nosotros y nos han enseñado muchas de las cosas que sabemos, empujamos la formación de una Comisión Forense para identificar restos de las tres masacres que te menciono.
¿Cómo lograron unir todas las piezas?
“Nos dimos cuenta que a los familiares les enviaban cajones cerrados, restos cremados, sin ninguna información de que los restos que estaban recibiendo realmente fueran de sus familiares.
Claro ¿Cómo creerle a un país donde se encuentran morgues ambulantes con cientos de cuerpos sin identificar?
“Sí, así es, tenemos familias de Guatemala que decían 'me llegó un polvo y como no sé qué es, yo sigo buscando' , o que les enviaban un féretro cerrado sin ninguna información y, por lo tanto, si no siguen buscando a su ser querido es como traición y ,si no veneran esos restos también, ese es el tipo de tortura que estaban viviendo.
“Hay una falta de legitimidad de las instituciones para que den resultados para los mexicanos, pero también para los migrantes centroamericanos. Fue como se creó esta Comisión forense en 2013 siento que nos adelantamos en el tiempo.
“Porque ahora se está creando un mecanismo forense extraordinario ya que México tiene más de 37 mil restos sin identificar y se quiere traer a expertos independientes, para que lo hagan.
¿Y a nivel local o personal, además de los comités?
“También impulsamos un mecanismo de apoyo exterior, que permita que las personas que están en otro país y tengan un caso de desaparición o de homicidio puedan ir a la embajada mexicana directamente a denunciar y que ésta y los consulados tiene la obligación de tomar la denuncia y de transmitirla a las autoridades responsables para que no se pierdan en ese limbo y que las personas puedan, por lo menos, tener enfrente a quienes como autoridad les deben una respuesta”.
¿Y con todos los casos que hay dan abasto?
“El problema es que no está funcionando bien, hemos logrado ingresar algunos casos, pero no funciona de manera regular porque la Secretaría de Relaciones Exteriores no ha cumplido en hacer un lineamiento para que esto funcione, entonces evidentemente siguen habiendo muchas deudas. Si nosotros, al interior, no tenemos registros claros de cuántas personas han desaparecido en México”.
¿Hay un ambiente de discriminación, incluso desde el Estado?
“Así es y déjame decirte que la discriminación que enfrentan las personas migrantes, son problemas estructurales que enfrentan los mexicanos. No funcionan las instituciones de búsqueda, no funcionan las instituciones de procuración de justicia, no tenemos un poder judicial que pueda dar una respuesta inmediata, entonces, desafortunadamente una vez que las familias de migrantes logran entrar al sistema mexicano se enfrentan a la mismas deficiencias”.
Y ante tantas dificultades ¿Por qué dedicarle tu vida a esto?
“Porque es lo que me gusta, así de sencillo. Yo tengo ese privilegio, de dedicarme a lo que me gusta y encuentro un significado cuando lo que hago, aunque sea en una porción muy pequeñísima, puede ayudar a que este mundo sea menos injusto”.
¿Cuáles crees que han sido los mayores logros de la Fundación?
“Me parece que la Fundación logró colocar dentro de un contexto de mucha violencia en México, que las personas migrantes también sufren graves violaciones a derechos humanos, que son víctimas de desaparición y que son víctimas de ejecuciones.
“Logramos resoluciones de la Suprema Corte que así lo reconocieron, que lo que le pasa a los mexicanos también lo padecen los migrantes.
“Tenemos una alianza regional con Comités que trabajamos conjuntamente y que nos consideramos aliados en una lucha de justicia, en una lucha de búsqueda.
“Otro de los grandes logros son importantes precedentes en el Poder Judicial que las y los migrantes sean reconocidos como víctimas y cuenten con esos derechos.
“Que hayamos logrado junto con otros aliados como el Equipo Argentino de Antropología Forense o aliados de organizaciones también en Centroamérica, construir mecanismos transnacionales de acceso a la justicia, mecanismos de identificación, son grandes logros porque esto no existe en otras partes del mundo, como Asia, África o Europa. El que se cuenten con mecanismos que permitan reconocer cuerpos de migrantes, mecanismo que permitan poner en marcha acciones de búsqueda, es un acierto.
“Y lo más importante es contar con la confianza de las familias que nos permiten acompañarlas en este camino. Esa confianza es el motor para hace lo que hacemos. Estamos muy conscientes que sin ellos no lo hubiésemos logrado y que hay mucho por delante, cuando vemos que sigue existiendo tanta discriminación, cuando vemos que por ejemplo, ahora con la pandemia, es de las poblaciones menos protegidas, cuando vemos que son los casos que tienen mas impunidad, nos damos cuenta que aun nos falta mucho”.
¿Qué reacciones ves de la gente cuando sabe de la Fundación?
“Diversas, la mayoría de gente que conocemos cree que es importante la labor de apoyo a estas poblaciones que son las más vulnerables. Nos ha pasado mucho con grupos de víctimas mexicanas que han acogido de manera impresionante también a las familias de Centroamérica, porque saben que pasan por el mismo dolor pero acá además con el tema de la distancia.
“Pero desafortunadamente, también cuando vamos a nuestras redes vemos toda esta xenofobia y esta discriminación. Nos cuestionan por qué estamos hablando o apoyando a los migrantes, cuestionan por qué se les va a dar justicia si los mexicanos padecen una gran impunidad, o por qué tienen que tener trabajo los migrantes si acá hay mucho desempleo. Se nos olvida lo que nos está dejando la pandemia: que la humanidad somos un solo cuerpo, que lo que le pase a una persona en otro país de alguna manera termina afectándonos”.
¿Estás haciendo la labor que le corresponde al gobierno mexicano?
“Definitivamente, la Fundación termina haciendo cosas que le corresponderían al gobierno por eso decimos que ojalá que no existiéramos como organización. Por ejemplo; en el tema del acompañamiento que se les da para el ministerio público o la fiscalía, eso lo tendría que hacer si tuviéramos asesores de víctimas, eso se podría hacer si el ministerio cumpliera con su trabajo. En ese sentido, sí, hacemos la labor que le corresponde al gobierno.
“Pero, al mismo tiempo, creemos en una tipo diferente de gobernanza; una más democrática y más inclusiva, donde es importante que el gobierno y las autoridades cumplan con su papel pero donde también hay una corresponsabilidad de la sociedad civil, y es ahí donde entra la Fundación y tiene un rol para buscar que las condiciones de vida digna, de justicia lleguen a una mayor número de personas.
“Creemos que muchas de las políticas públicas tiene que ser de la mano de sociedad civil y gobierno.
“En el año 2016 recibimos el premio de Derechos Humanos que otorga la República Francesa, fue justo por la defensa del derecho a la justicia de los migrantes, fue un gran impulso”.
¿Qué podemos hacer, desde la sociedad civil?
“Lo primero que tenemos que hacer es ser más sensibles, también migramos, que tenemos familia o amigos migrantes y que no queremos verlos pasar las situaciones a los que se enfrentan las personas migrantes en México.
“La segunda informarnos, cuando hay un foro, alguna comunicación, tratar de verlo y difundirlo, eso ayuda mucho.
“Y por ultimo, hay albergues, y siempre es bueno que haya una muestra de solidaridad con ellos, que requieren alimentación y vestimenta. Lo otros es no repetir conductas que discriminan o criminalizan al migrante. Son aportes importantes que desde la ciudadanía podemos hacer.”
La Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho subsiste gracias al apoyo de financiamiento internacional, Agencias Internacionales, el Fondo de Tortura de Naciones Unidas, Agencias de Estados Unidos y Europa. No hay ningún fondo nacional.
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