Afromexicanos, los mexicanos de raza negra que decidieron ya no ser invisibles
Jumko Ogata Aguilar es parte de esta generación de jóvenes que tiene una noción más amplia de su lugar en la sociedad mexicana. A sus 24 años acaba de terminar (en medio de la pandemia) la licenciatura en Estudios Latinomericanos en la UNAM; escribe ensayos así como análisis de cine, pero sobre todo, ha usado la plataforma de las redes sociales para convertirse en una voz refrescante e informada de lo que representa ser minoría en México.
Es veracruzana con un bisabuelo japonés que se casó con una afrodescendiente; una de sus hijas es la abuela de Jumko. Y aunque sus papás son nacidos en México esta herencia la ha marcado, sabe de lo que habla.
En México, según el INEGI (Instituto Nacional de estadística, Geografía e Informática) un 1.16% de la gente se identifica como afromexicana, mientras que en Veracruz esa cifra es del 3.3 por ciento.
En un ensayo para la Revista de la Universidad de México se asegura que la raza es una ilusión, no así la racialización. Tanto en esa exposición como en entrevista para Yahoo Noticias nos asegura que no hay diferencias biológicas sustanciales para diferenciarnos en razas, sin embargo, a partir de que vino hace cinco años a estudiar a la Ciudad de México se dio cuenta que ella misma había sufrido estigmas de raza.
“Cuando estudié la teoría me di cuenta que había experimentado muchas de estas formas de violencia y que no había tenido las palabras o la manera de articular que eran eso, violencia”.
Nos dice que no fue algo preciso que destapó su conciencia y sus ganas de defender su herencia, sino la teoría que estudió y el darse cuenta de estas sutilezas que se sufre cuando eres diferente.
“No solo se trata de defender mi propia identidad sino de la de las personas con las que me relaciono, como mi familia, pero también mi familia elegida; amigos, amigues, que han vivido todas estas formas de violencia porque pienso que los sistemas de opresión están relacionados, no se pueden separar.
“Creo firmemente en que si una causa adquiere mayores derechos, una minoría históricamente oprimida, todos los demás grupos oprimidos también se ven beneficiados”.
Y eso se demuestra en sus redes sociales. Jumko apoya no sólo las cuestiones de defensa de la identidad racial, sino lo que es la igualdad de género y básicamente todo lo que tiene que ver con defensa de derechos humanos.
“Me interesó comenzar a escribir crítica de cine, nos cuenta, porque yo no veía historias que retrataran las realidades que yo viví o con las que crecí, ese ha sido un poco mi proceso. Tratar de que se hable de la diversidad desde otro punto de vista que no sea el racista hegemónico en México.”
P: ¿Pareciera que el estigmatizar por la raza o etnia es propia de nuestra idiosincracia, de una manera más sutil que en Estados Unidos, pero no menos violenta?
Justo creo que el racismo está articulado con las otras formas de opresión. También influye qué tanto se vive el racismo, particularmente las personas de clase media alta o alta no vivirán el mismo racismo que sufren las personas pobres, porque el racismo y el clasismo están relacionados muy de cerca, tal vez las personas que tienen acceso, como en mi caso, a una educación universitaria, no vamos a vivir las mismas formas de violencia que va a vivir una persona que no ha tenido acceso a la educación. Pero al final, todos vamos a vivir esa violencia al ser racializados, no vamos a poder escapar a estas formas de violencia.
Es una cuestión sistémica, más allá de asuntos individuales, o actos de discriminación personales, es importante pensar en el racismo como algo sistémico. Que el poder es el que articula y define que vamos a vivir ese racismo y es por eso que se perpetúa y se continúa presente en nuestras vidas.
En un estudio del Colmex sobre raza piden a cada individuo que se relacione con un grupo racial y que elija el color que le corresponde; la mayoría se relaciona con un grupo racial o color más claro que el que corresponde.
La conclusión del estudio es que las personas hacen esto porque en México tu color define tus oportunidades.
Pues es importante pensar en que las razas biológicamente no existen, no hay diferencias suficientes para distinguirnos en estas categorías, lo que sí existe es que somos clasificados o nos ubican dentro de estas “razas” por nuestro físico, pero también por nuestras características culturales; las lenguas que hablamos o el acento con el que hablamos, de dónde somos, entonces, la racialización apunta más bien a pensar que no somos de una raza, no se encuentra de manera innata en nuestro ser, es asignada.
En este sentido, es importante hablar de que si hay un componente muy importante en el racismo que tiene que ver con la pimentocracia, o en otros espacios le llaman “colorismo”, pero también la racialización va mas allá no solo tiene que ver con el color de nuestra piel, sino con nuestras facciones, la textura de nuestro cabello, las lenguas que hablamos, y con nuestras características culturales más allá, me parece importante, afirma, hacer esa precisión, porque en espacios que se habla de racismo se queda en esto que se dice “nos discriminan por el color de nuestra piel” y sí tiene que ver con esto, pero si que queda solo ahí vamos a tener una comprensión limitada de cómo funciona el racismo.
A pesar de que México se dice orgulloso de su diversidad, ¿crees que todos somos en el fondo racistas-clasistas?
Sí, claro. El Estado fue construido a partir de estas formas de opresión y la sociedad mexicana, como la conocemos hoy también. Son mensajes a los que no podemos escapar están en los medios, nos los enseñan en la escuela, en la convivencia común, entonces todos crecemos con pensamientos racistas, clasistas, capacitistas, sexistas, es decir, todas las formas de opresión se encuentran ubicadas en nuestra mente. Entonces evitando pensar desde la superioridad de “yo ya me dí cuenta” y los demás son unos imbéciles, es importante, desde mi punto de vista, pensar que todos estamos en un proceso de aprendizaje y de dejar de reproducir este tipo de pensamientos y acciones.
¿Por qué dedicarle tu tiempo, tu trabajo, a este tema?
Es un tema del que nunca he estado libre, no es que lo haya decidido, más bien estas discusiones siempre han estado a mi alrededor, y ahora es que he tenido una plataforma a través de las redes sociales, no solo para expresar mis pensamientos, sino también para conectar con otras personas que han vivido estas formas de violencia y es muy gratificante que me digan que gracias a lo que comparto me digan que se dan cuenta que han pasado por lo mismo o qué es lo han sentido.
En mi quehacer literario no es que hable explícitamente sobre esto temas, pero es que son inherentes a mí.
¿Cuál crees que ha sido tu mayor logro en el tema?
No lo pienso en logros concretos, porque estaría pensando en parámetros muy blanco o negro, sería muy egoísta pensar desde el punto de vista de “yo lo que he hecho o logrado” y es más bien un quehacer comunitario, he participado en espacios en los que he podido incidir en el pensamiento de las personas que han acudido a éstos, he podido publicar textos sobre racismos en espacios donde las personas negras hemos sido excluidas históricamente, pero no creo que sea un logro mío... es una cuestión comunitarias, han existido personas de otras generaciones que han hecho otras acciones que me han permitido ahora llegar a este espacio.
¿Cuál es la reacción en tu círculo cercano respecto a lo que haces?
Muy bien, mi familia me ha apoyado en todo momento, en especial ha sido muy catártico para mi familia racializada, porque se han sentido vistos, realmente ven que por fin se están hablando de cosas que ellos no habían podido hablar de esto en su juventud o en sus espacios. Ha sido una manera de entender y sobrellevar esas formas de violencia que han afectado a mi familia.
Cuanto con una red de apoyo muy fuerte, que me hace muy feliz, digamos que solo he recibido apoyo y críticas constructivas.
¿Crees que de alguna manera estas haciendo algo que el gobierno ha abandonado?
Pienso que el quehacer más importante no está en el gobierno, es una cuestión comunitaria que va mas allá, no se debe recurrir únicamente al Estado para que regule estas cuestiones, aunque sería muy importante. No diría que están haciendo todo lo que podrían hacer, pero tampoco creo que se ha abandonado. El año pasado fue la primera ocasión que se reconoció a los pueblos negros afromexicanos dentro de la Constitución (El 28 de junio la Cámara de diputados aprobó una reforma al artículo segundo de la Carta Magna, donde reconoce a los pueblos afrodescendientes como parte de la pluralidad de nuestra nación).
Y en es este año también, fue la primera vez que fuimos contados dentro del Censo del INEGI, (en 2020, el llamado “afrocenso”, fue una campaña impulsada por el Conapred, Consejo nacional para la Prevención de la Discriminación en conjunto con el Senado de la República y algunas asociaciones civiles), pero justo también el pensar en que si estos reconocimientos se han dado desde el Estado no es porque se les haya ocurrido de la nada, es un resultado de años de luchas y de activismo por parte, en este caso, de los pueblos afromexicanos. Esto es un primer paso muy importante que tenía que darse.
¿Cómo hacer en el ámbito más personal, para decirle a alguien que está siendo racista o que está discriminando?
Lo que yo he hecho es ser directa, tampoco hacerlo desde una superioridad moral, ni pretender hacerlo como regaño, simplemente decir tal cual “mira esto que estás haciendo o diciendo es racista”, pero podría ser sexista u homofóbico o transfóbico, entonces la manera como lo he hecho es con comunicación clara y directa pero también entendido que hay personas que tienen esto en su mente desde hace tanto tiempo que realmente ya no van a entender o cambiar y que tampoco los puedo yo cambiar o hacer entender porque es muy desgastante, es desafortunado, pero es muy importante por eso la educación a las personas más jóvenes porque somos quiénes aun estamos en formación y aun estamos viendo y entendiendo qué está bien, que está mal, que es lo justo o lo injusto, y a partir de ahí se puede hacer una mejor labor de construcción y de aprendizaje.
Habría que abrir espacios a personas racializadas que cuenten sus experiencias, buscando equidad, pero esto es muy complejo porque los medios todo, tendría que ser regulado.
Jumko nos cuenta que aunque no cuenta con una articulación en forma de una sociedad, ella regresará a Jalapa y desde ahí seguirá hablando en sus espacios sobre estos temas; haciendo videos en youtube y tratando de crear conciencia mediante sus escritos y así tratar de contribuir con su perspectiva a la escena literaria mexicana.
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