Meloni presume de economía y admite fallos en inmigración antes de las elecciones europeas

Roma, 4 ene (EFE).- La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, presumió hoy de gestión económica, pero reconoció su "insatisfacción" por la elevada cifra de llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo, en la rueda de prensa de balance del 2023, a pocos meses de las elecciones europeas, su primer gran termómetro electoral.

"No me preocupan las europeas", aseguró Meloni, al frente de una coalición derechista con sus ultras Hermanos de Italia, la soberanista Liga de Matteo Salvini y la conservadora Forza Italia, liderada por Antonio Tajani tras la muerte de Silvio Berlusconi.

Para la primera ministra, los comicios al Parlamento Europeo "no tienen por qué derivar en una competición interna" entre aliados, pese a que cada formación pertenece a una familia política europea.

"Un año complejo"

Meloni, de los Conservadores y Reformistas Europeos con partidos como el español Vox, aspira a "construir una mayoría alternativa" en Bruselas respecto al tradicional eje populares-socialdemócratas porque "nunca" fue partidaria de pactar con la izquierda.

Sin embargo, no todos entran en su sueño conservador, pues atisba "diferencias insuperables" con Alternativa para Alemania, a su vez aliados de Salvini dentro de los europescépticos de Identidad y Democracia.

Entretanto, Meloni reconoció que se está planteando presentarse a los comicios pero aún no lo ha decidido.

En cualquier caso, este será "un año muy complejo" pues afrontará las elecciones europeas, su primer gran termómetro político, aunque con las encuestas a favor, y también la presidencia de turno del G7.

La economía italiana crece

Con este calendario, Meloni presumió, sobre todo, de gestión económica, pocos días después de que el Parlamento culminara la tramitación de sus segundos Presupuestos y de que el país recibiera el cuarto tramo del Fondo de Recuperación europeo por 16.500 millones de euros.

"El crecimiento italiano se prevé superior a la media europa (un 1,2 % según estimaciones gubernamentales), no he aumentado los impuestos y apuesto por cortar el gasto público", destacó.

Por eso, por el momento, no emprenderá una corrección de sus cuentas, sobre todo porque las nuevas normas fiscales del Pacto de Estabilidad europeo arrancarán en 2025 (manteniendo los límites del 3 % y del 60 % sobre el PIB del déficit y la deuda).

Asimismo, defendió la necesidad de "reducir la presencia del Estado donde no es necesaria" y permitir el aumento de inversores privados en empresas públicas como Poste Italiane (PI), el servicio postal, o los ferrocarriles de Ferrovie dello Stato (FdS).

"Mi postura y la del Gobierno en tema de privatizaciones es lejana años luz respecto al pasado (...) Lo que pretendemos es reducir la presencia del Estado donde no es necesaria y reafirmarla donde sí lo es", apuntó en su comparecencia.

Autocrítica de una promesa migratoria

Por el contrario, no tuvo más remedio que reconocer su "insatisfacción" por los resultados en materia migratoria, un tema con el que siempre hizo campaña y llegó al poder prometiendo mano dura y la contención de los desembarcos desde las cercanas costas africanas.

"Los datos no son satisfactorios y no lo son dada la montaña de trabajo que he dedicado a este tema", asumió, destacando una "ligera" mejoría en la recta final del año.

Italia ha cerrado el 2023 con la llegada de 157.652 inmigrantes a sus costas a través del Mediterráneo central, un pico en comparación con los 103.846 de 2022 y los 67.040 de 2021, según el Ministerio del Interior.

El objetivo, aclaró, pasa por "trabajar en África", desde donde zarpan las pateras, y "valorar la apertura de 'hot spot' (centros) para dirimir quién tiene derecho a llegar", mientras ultima su 'Plan Mattei" para una estratégica colaboración con el continente vecino.

Tormentas en casa

La rueda de prensa, pospuesta dos veces por algunos problemas de salud, también era esperada por las polémicas que han salpicado a su partido, empezando por el herido en una fiesta de Nochevieja por el disparo de la pistola del diputado Emanuele Pozzolo.

Meloni avanzó que ha pedido a su formación que "suspenda" al legislador, que está siendo investigado por estos hechos.

Y también rechazó una comparecencia de su vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Salvini, después del estallido de un polémico caso de corrupción en el que son investigados el padre y el hermano de la pareja de este, Francesca Verdini.

Gonzalo Sánchez

(c) Agencia EFE