Meloni tuvo su debut internacional en Bruselas donde ya hay fricciones en el debate por los migrantes

La recién nombrada primera ministra italiana Giorgia Meloni posa mientras es recibida por el presidente del Parlamento Europeo en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, el 3 de noviembre de 2022.
La recién nombrada primera ministra italiana Giorgia Meloni posa mientras es recibida por el presidente del Parlamento Europeo en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, el 3 de noviembre de 2022. - Créditos: @Olivier Matthys

ROMA.- Consciente de que necesita del paraguas y, sobre todo, de los fondos de la Unión Europea (UE), institución que en el pasado atacó duramente, la nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, tuvo hoy su debut internacional en Bruselas, cuartel general del bloque, al que le fue a asegurar que “no somos marcianos” y que su prioridad va a ser “defender los intereses de Italia y sus fronteras”.

Meloni, primera mujer primera ministra de Italia, de 45 años y en su pasado reciente, euroescéptica, fue recibida allí en medio de un clima de gran curiosidad y diplomacia. En Bruselas, en efecto, nunca ocultaron su perplejidad al ver llegar al gobierno de uno de los países fundadores de la UE a la líder del posfascista Hermanos de Italia, sobre todo después de que la península recuperó gran credibilidad internacional de la mano de una figura de gran autoridad y prestigio como el expremier Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo y europeísta convencido.

“La voz de Italia en Europa será fuerte: estamos listos para enfrentar las grandes cuestiones, a partir de la crisis energética, colaborando para una solución que ayude a las familias y a las empresas y para frenar la especulación”, tuiteó por la mañana Meloni, al emprender su primera misión en el exterior.

La flamente premier fue recibida por la presidenta del Parlamento Europeo, la maltense Roberta Metsola, que al darle la bienvenida subrayó que “Italia siempre tuvo un rol central en la UE”. “Más que nunca -con la invasión de Ucrania, precios de la energía en las estrellas e inflación en aumento-, debemos permanecer unidos. Somos más fuertes si estamos juntos”, agregó Metsola en redes sociales.

Meloni, que en los últimos tiempos moderó sus críticas a la UE, prometió mantener las cuentas en orden y reiteró su alineación total en cuanto a la defensa de Ucrania del agresor ruso, también se reunió con la presidenta de la Comisión, la alemana Ursula Von der Leyen y con el presidente del consejo europeo, el belga Charles Michel.

Sobre la mesa estuvieron temas que fueron desde la guerra en Ucrania, la crisis energética, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia puesto en marcha por Italia con un fondo millonario extraordinario de la UE y una nueva crisis de migrantes, recientemente estallada, que de algún modo opacó el debut internacional.

Alemania, en efecto, salió ayer a pedirle a Italia que salvara a centenares de migrantes que se encuentran desde hace diez días a bordo de una nave de bandera alemana de la ONG Sos Humanity, que los rescató, a la espera de poder desembarcar en algún puerto de Italia o de Malta. En la misma situación se encuentran migrantes socorridos por las ONG escandinavas Ocean Viking y Geo Barents; se trata de un total de 1000 personas, entre los cuales muchos menores, en condiciones sanitarias desastrosas.

Pero el nuevo gobierno, en línea con las directivas que en su momento aplicó como ministro del Interior el líder de la xenófoba Liga, Matteo Salvini -socio de Meloni-, les negó la autorización a cualquier desembarco, reclamando que haya equilibrio en el reparto de migrantes entre los socios de la UE.

En una reunión de cancilleres del G7 en Muenster, Alemania, el ministro de relaciones exteriores italiano, Antonio Tajani, luego de una reunión con su par alemana, Annalena Baerbock, en efecto, aseguró que “es necesaria una mayor coordinación europea”. “Reiteré la posición italiana sobre las naves de las ONGs, que deben respetar las reglas”, indicó en un tuit.

La vocera de la Comisión Europea, Annitta Hipper, en tanto, recordó que “salvar vidas en el mar es un deber moral y una obligación legal de derecho internacional de los Estados miembros, más allá de las circunstancias”.

Al cabo de una jornada densa, al hablar con la prensa Meloni dejó en claro que en sus encuentros con las autoridades de la UE también había tocado la cuestión migrantes e insistido en la necesidad de un cambio de política migratoria del bloque. Se trata de un virtual talón de Aquiles de la UE, que más allá de los valores de solidaridad proclamados, siempre se mostró totalmente dividida a la hora de resolver el drama de los cientos de miles de africanos que escapan de guerras y miseria y a la hora de implementar equitativamente el reparto de las cuotas de migrantes rescatados en el Mediterráneo. Un tema que siempre dejó a Italia, un país cercano a las costas de África y con kilómetros de costas, enfrentando, sola, este tema.

La recién nombrada primera ministra italiana, Giorgia Meloni (izquierda), estrecha la mano de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una reunión en la sede de la Comisión Europea en Bruselas, el 3 de noviembre de 2022.
La recién nombrada primera ministra italiana, Giorgia Meloni (izquierda), estrecha la mano de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una reunión en la sede de la Comisión Europea en Bruselas, el 3 de noviembre de 2022. - Créditos: @VALERIA MONGELLI

“Hemos hablado de flujos migratorios, del pedido italiano de un cambio de punto de vista. La prioridad para nosotros es una prioridad ya prevista en las normativas europeas, que es la defensa de las fronteras externas”, aseguró Meloni, en línea con la línea de mano dura de su ministro del Interior, Matteo Piantedosi, que fue jefe de gabinete de Salvini.

De traje azul y blusa blanca, más allá de esta primera fricción, la premier se manifestó satisfecha con su debut europeo. “Quise organizar aquí en Bruselas la primera visita institucional del gobierno para dar la señal de una Italia que quiere participar, colaborar y defender el interés nacional dentro de la dimensión de la UE, junto a los demás países”, explicó. “Me parece que se creó un diálogo muy franco, muy positivo. Estoy contenta de cómo fue esta jornada en la que traje el punto de vista italiano”, agregó.

Con estilo directo y sin vueltas, Meloni destacó haber encontrado un clima bueno, “orejas dispuestas a la escucha”. “Hablar con las personas desmonta una narrativa que se hizo sobre la susodicha y sobre el gobierno italiano. No somos marcianos, somos personas de carne y hueso”, aseguró. “Y del otro lado me parece que había personas que tenían ganas de escuchar”, cerró.