En medio de la Bahía de Biscayne esta ciudad tiene condos con vista al mar y encanto de pueblo

Un apartamento por menos de $500,000 frente al agua en Miami parece un sueño de otra época, antes de que el sur de la Florida se convirtiera en uno de los mercados de bienes raíces más hot de Estados Unidos. Bay Harbor Islands es uno de esos paraísos entre el norte de Miami-Dade y Miami Beach en el que la mayoría de los condos tienen vista a la bahía de Biscayne, que ha pasado por debajo del radar de los compradores.

El parecido del nombre de Bay Harbor Islands con su vecino ultracaro, Bal Harbour, le ha parado los pies a muchos compradores interesados. Por respeto a las cifras de más de $8 millones que cuestan los condos en esa franja de Miami Beach donde está uno de los centros más caros del país, Bal Harbour Shops, se pierden de conocer una joya como es Bay Harbor Islands, que todavía conserva esa sensación de pequeño pueblo costero y es a la vez considerada una de las ciudades más seguras del país.

Bay Harbor Islands tiene mucha historia, su propio gobierno, policía y servicio de bomberos, y una serie de tiendas y comercios que quedan a la vuelta de la esquina, tanto para sus residentes como para quienes vienen desde un poco más lejos. Muy poco, porque Bay Harbor Islands está en el centro de todo, a un paso de la US1, del campus de Biscayne de Florida International University, de la ciudad de Aventura, y de los dos aeropuertos de la zona, en Miami y Fort Lauderdale.

En la actualidad Bay Harbor Islands tiene en venta apartamentos con precios a partir de los $275,000 en los edificios antiguos, que tiene su charm –esa palabra que se emplea en el argot del real estate para decir que algo necesita TLC, es decir, cariño, reparaciones y una inyección de dinero para modernizar los espacios.

Al mismo tiempo los urbanizadores han emprendido varios proyectos, que van a traer más de 400 apartamentos, que se encuentran en varias facetas de desarrollo, como Bay Harbor Towers, La Baia, La Mare, Onda Residences y Alana Bay Harbor Island. Se trata de esos apartamentos en que los espacios son abiertos; los cristales constituyen las paredes exteriores y los balcones –más bien terrazas– tienen barandas de material transparente para no obstruir las vistas.

El agua siempre a la vista en Bay Harbor Island

Solo hay que tomar el Shepard Broad Causeway, el elevado que conecta Miami Beach con Bay Harbor Islands, para darse cuenta de que las aguas turquesas del Intracoastal Waterway –y el estilo de vida que promete– están allí. También los botes, y a veces yates de lujo que las atraviesan, pero a la vez todo es más relajado cuando se llega a la isla.

El desarrollo de Bay Harbor Islands –compuesta por dos islas, West Island y East Island– comenzó en la segunda mitad de la década del 1940, cuando un inmigrante bielorruso, Shepard Broad, que había hecho fortuna como abogado y banquero en Nueva York, tuvo la visión de comprar terrenos y luego dar paso a la urbanización en ese hiato de mangle y pantanos en la bahía donde hoy residen alrededor de 6,000 personas.

En West Island solo hay casas unifamiliares, que muy pocas están en venta, y cuando salen al mercado, alcanzan los altos precios de otras viviendas de su tipo cerca del agua en el sur de la Florida. Pero la mayoría de los sitios web de ventas de bienes raíces arrojan muchas opciones en venta en East Island, donde se encuentran los edificios y condominios.

Bay Harbor Islands en las preferencias de compradores latinoamericanos

Uno de los aspectos más destacados de Bay Harbor Islands es que más del 54% de su población es latina, proveniente fundamentalmente de Argentina, México y Colombia. Esto quiere decir que el mercado no es ajeno a los compradores extranjeros, que suelen invertir y asegurar el crecimiento de su capital en Miami, muchas veces comprando en efectivo.

Al mismo tiempo se observa un inventario más generoso de propiedades a la venta en East Island, lo que rompe con el esquema de desencanto que ha estado afectando a quienes quieren comprar en el sur de la Florida y se topan con poca oferta. Además, hay que considerar que la Florida cambió las reglas para los extranjeros que compren en el estado.

Esto podría unirse a los cambios en el mercado de bienes raíces que se esperan en este 2024, que, aunque los agentes y expertos no prevén una bajada marcada de los precios, sí se espera un descenso de los intereses hipotecarios y más posibilidad de maniobrar para compradores e inquilinos.

En este mercado de Miami-Dade que sigue siendo difícil hay que ser creativos y buscar propiedades en vecindarios menos trillados, como Bay Point, Morningside, Buena Vista, El Portal, Miami Shores, Bay Harbor Islands y North Miami Beach. Aunque con diferentes precios, las propiedades allí no son baratas, pero se amplía el abanico de posibilidades.

En el caso de Bay Harbor Island, donde predominan los condominios, hay que tener en cuenta la fecha de construcción del edificio y el costo del HOA (Asociación de propietarios), que incluye el mantenimiento del edificio, más caro mientras más instalaciones tenga, como piscina y gimnasio.

Si va a apostar por una nueva construcción, recuerde pensar en el uso que le va a dar. Si planea alquilarla, debe tener en cuenta las restricciones de la Asociación y de la zona.

Restricciones en altura de los edificios

Bay Harbor pone límites en la altura de los edificios, lo que buscar proteger el estilo de vida y el respeto por el medio ambiente que distingue al lugar.

“El proceso con Bay Harbor es bastante riguroso. Tenemos que pasar por varios comités, y aunque algunos urbanizadores podrían verlo como algo negativo, yo lo veo como algo positivo. Realmente quieren lo mejor para su zona”, dijo a el Nuevo Herald Michael Troyanovsky, vicepresidente de ventas internacionales de Regency Development, que se encarga de La Maré Residences, un moderno edificio diseñado por Koki Karp Architecture.

Aunque Bay Harbor Islands nunca tendrá los rascacielos de condominios que se encuentran en las ciudades costeras debido a sus estrictas medidas con relación a la altura, los promotores están acudiendo en masa a la zona para construir edificios boutique, concluyó Troyanovsky.

En años anteriores solo se habían inaugurado tres edificios, y en los últimos 18 meses se ha producido un boom de construcción que ya está atrayendo más inversión a la zona.