Los medicamentos revolucionarios contra la obesidad están a la vuelta de la esquina
Desarrollar un fármaco seguro y verdaderamente eficaz frente a la obesidad ha sido una utopía durante décadas para cientos de investigadores, centros científicos y empresas farmacéuticas. Todos hemos visto anuncios, productos milagrosos y promesas vacías que, finalmente, se quedaban en nada… y sin embargo, pronto serán una realidad extendida. El pasado noviembre, la compañía danesa Novo Nordisk, detalló públicamente los resultados de su medicamento más prometedor contra la obesidad durante una conferencia especializada en San Diego, California. Al terminar la presentación ocurrió algo que no suele ocurrir en este tipo de eventos científicos… el público se levantó y comenzó a aplaudir durante minutos, una larga ovación resonó en la sala como si fuese el final de una gran obra de teatro o de una exitosa ópera.
Esta misma semana la propia Nature los denomina “medicamentos revolucionarios”, Scientific American ha destacado su seguridad y alta eficacia y no es para menos si tenemos en cuenta que estamos viviendo una verdadera epidemia de obesidad. Según la propia Organización Mundial de la Salud, la obesidad se ha triplicado en todo el mundo desde 1975 y, en la actualidad, casi 2000 millones de personas padecen de sobrepeso mientras que otros 650 millones, obesidad. Las cifras son inquietantes y, ya en 2016, cerca del 40% de los adultos de todo el mundo tenían sobrepeso.
La gran expectación que se ha levantado alrededor de la presentación de Novo Nordisk no es trivial o pasajera. Los estudios son sólidos, se han publicado en revistas de prestigio y los resultados son más que esperanzadores: Una inyección semanal, durante algo más de un año (16 meses), junto a algunos cambios en el estilo de vida, lograron reducciones de entre el 15% y el 20% del peso corporal de los casi 2000 participantes en uno de los ensayos. Este estudio se realizó en jóvenes y adolescentes, que suelen ser un grupo de edad notoriamente resistente a tratamientos de este tipo, y confirma con excelentes resultados los estudios y ensayos que ya se habían realizado anteriormente en adultos.
La gran protagonista se llama semaglutida, un fármaco que hasta ahora se utilizaba para controlar los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes tipo 2 y que, en dosis más altas y bajo un estricto control médico de inyecciones semanales se ha convertido en “una nueva generación de medicamentos contra la obesidad que disminuyen drásticamente el peso sin los efectos secundarios graves que surgían en intentos anteriores”.
No es la única, más fármacos y moléculas se están abriendo paso rápidamente como la tirzepatida, otro tratamiento para diabetes que muestra prometedores resultados en obesidad en los primeros ensayos. “Los niveles de pérdida de peso después del tratamiento con tirzepatida se acercan a los que normalmente solo se pueden lograr mediante la cirugía bariátrica. Este procedimiento reduce el peso corporal en un 30% o más después de seis meses y la pérdida de peso continúa durante uno o dos años”, explican en Nature.
No es habitual ver una revista de alto impacto como Nature deshacerse en halagos ante un nuevo medicamento pero los ensayos realizados, con un buen número de participantes, con placebo y doble ciego justifican la buena acogida… aunque, como suele ser habitual, también menciona dudas y reservas que deberíamos tener muy presentes.
La principal de estas cuestiones se refiere al acceso a estos medicamentos y a los que, con toda seguridad, se irán desarrollando y presentando en los próximos años. El ejemplo más claro es La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) aprobó hace ya unos meses la semaglutida como tratamiento para la obesidad y el resultado fue que se agotó en un abrir y cerrar de ojos. El precio del tratamiento también es un gran inconveniente ya que, en algunos casos, supera ampliamente los 1300 dólares mensuales, lo que nos lleva a considerar que aquellos que realmente podrán beneficiarse de sus efectos son, nuevamente, los más adinerados.
Otra de las grandes preguntas abiertas es cuánto tiempo se deberá mantener el tratamiento para mantener el peso y no recuperar lo perdido. En los ensayos, un pequeño grupo de participantes dejaron las inyecciones de semaglutida y abandonaron el ejercicio y las mejoras de estilo de vida y aproximadamente el 66% de ellos recuperó el peso perdido después de un año.
El futuro nos dirá cómo se resuelven estas y otras cuestiones, pero lo cierto es que haber encontrado tratamientos efectivos y seguros para la obesidad redundará en la salud general de millones de personas. Todos sabemos que una dieta adecuada y la práctica habitual de ejercicio son claves para una vida saludable, pero contar con estos avances y tratamientos eficaces y seguros será, sin duda, un complemento prometedor.
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Referencias científicas y más información:
Prillaman, McKenzie. «The ‘Breakthrough’ Obesity Drugs That Have Stunned Researchers». Nature, Enero de 2023, DOI:10.1038/d41586-022-04505-7.
Davies, Melanie, et al. «Semaglutide 2·4 Mg Once a Week in Adults with Overweight or Obesity, and Type 2 Diabetes (STEP 2): A Randomised, Double-Blind, Double-Dummy, Placebo-Controlled, Phase 3 Trial». The Lancet, 2021, DOI:10.1016/S0140-6736(21)00213-0.
Wilding, John P. H., et al. «Once-Weekly Semaglutide in Adults with Overweight or Obesity». New England Journal of Medicine, 2021, DOI:10.1056/NEJMoa2032183.