Marruecos intenta restaurar sus bosques urbanos degradados por la sequía

Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 24 mar (EFE).- La sequía que golpea por séptimo año consecutivo a Marruecos ha exacerbado la vulnerabilidad de los bosques urbanos y aumentado la tasa de mortalidad de sus árboles, una situación que el país magrebí intenta solucionar con un plan de reforestación de estos espacios recreativos.

Estos bosques, que acumulan una superficie total de 105.000 hectáreas en todo el país, constituyen un "pulmón" verde para las urbes por sus beneficios medioambientales, y son también un refugio ecológico importante para la población que busca la naturaleza.

Pero la falta de precipitaciones y las olas de calor han acelerado el envejecimiento de estos bosques donde los árboles han vuelto más vulnerables a los insectos, los patógenos y las enfermedades.

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Medidas especiales de mantenimiento

Frente a esta situación, la Agencia Nacional de Aguas y Bosques (ANEF, por sus siglas en francés) ha implementado una serie de medidas de reforestación que varían dependiendo de la situación de cada bosque.

Se trata, al mismo tiempo, de medidas delicadas -confiesan desde ANEF- porque requieren un tratamiento prudente para quitar los árboles dañados de manera que no perturbe la esencia misma de estos bosques como lugares de recreo y fuente de bienestar ciudadano.

"Tenemos que rehabilitar estos espacios para que acojan al público, pero al mismo tiempo estamos ante la obligación de preservar y restaurar el bosque", dice a EFE el director general de ANEF, Abderrahim Houmy.

Houmi insiste en la especificidad de estos bosques a la hora de restaurarlos, ya que, por una parte, los ciudadanos tienen un apego a estos espacios que no quieren que cambien, pero por otra parte se impone el hecho de quitar los árboles muertos o envejecidos y dañados por plagas para su regeneración.

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Es el caso del bosque de Bouskoura, el único de la capital económica Casablanca, donde ANEF ha lanzado recientemente un plan de emergencia para frenar el rápido desgaste de este emblemático espacio verde de 3.000 hectáreas, muy frecuentado por los habitantes de la ciudad para hacer deporte y otras actividades de ocio.

Tras haber realizado un profundo diagnóstico fitosanitario, que ha mostrado un grave deterioro de las poblaciones de pino carrasco y, en menor medida, de eucalipto, ANEF ha puesto en marcha el plan de emergencia en este bosque que incluye la limpieza de los árboles muertos sobre una superficie de 150 hectáreas para frenar la propagación de patógenos, y la plantación de árboles sobre una superficie de 700 hectáreas con especies que se adaptan a las actuales condiciones climáticas del país, entre otras medidas.

Riego sostenible

En Rabat, ANEF ha lanzado otra iniciativa de repoblación forestal en el cinturón verde de la capital para evitar la degradación de este importante espacio creado en los años ochenta con el objetivo de frenar la expansión urbana entre la capital y la localidad aledaña, Temara.

Durante una visita a esta área verde -poblada con pino, eucalipto y acacia-, los responsables de ANEF han comenzado la plantación de árboles jóvenes, en su mayoría de la especie casuarina, que crece rápido y es resistente a los suelos pobres. La repoblación forestal se ha realizado sobre una parte de esta zona que fue ocupada en el pasado por un poblado de chabolas antes de que sea recuperada por la agencia.

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La acción iniciada en el cinturón verde de Rabat tiene como objetivo la plantación de 31 hectáreas de árboles jóvenes y el mantenimiento de 64 hectáreas reforestadas el año pasado.

Y para amortiguar el impacto de la escasez de recursos hídricos, la agencia marroquí de bosques ha recurrido a técnicas como "Waterboxx", un dispositivo de riego destinado a acumular el agua y regular su consumo por el árbol, y también el uso de aguas residuales recicladas en algunos bosques como en el cinturón verde de Uarzazate (sur).

El director de la economía forestal en ANEF, Jamal Eddine Ouchkif, explica a EFE que la agencia también está adaptando la silvicultura al cambio climático para bajar la densidad de los bosques durante los períodos de sequía con el fin de mantenerlos sanos.

La agencia ha iniciado en los últimos años una nueva política de repoblación forestal con el objetivo de alcanzar 600.000 hectáreas en el horizonte de 2030, de las cuales se han plantado hasta ahora 150.000 hectáreas.

(c) Agencia EFE