Una manifestación de extrema derecha en Viena (Austria) acaba convertida en una batala campal.

Una manifestación de extrema derecha en Viena (Austria) acaba convertida en una batala campal.

La policía de Viena ha informado este domingo de la detención de más de 50 personas que se habrían enfrentado a manifestantes intentando interrumpir una marcha ultraderechista.

Las manifestaciones, que tuvieron lugar el sábado, se produjeron en un momento en que los partidos políticos austriacos se preparan para las elecciones parlamentarias de septiembre, en las que se espera que la extrema derecha obtenga importantes avances.

Grupos antifascistas y partidos políticos de izquierda habían convocado protestas contra una manifestación de extrema derecha, según ha informado la 'Agencia Austriaca de Prensa' este domingo.

"Emigración de retorno"

Las redes sociales muestran a manifestantes en el centro de Viena con una pancarta que pedía la "emigración de retorno", término utilizado para abogar por la devolución masiva de inmigrantes a sus países de origen.

Se desplegaron cientos de agentes para mantener separados a los grupos enfrentados, cada uno formado por centenares de personas. Cuarenta y tres personas han sido detenidas por negarse a poner fin a una sentada que bloqueaba la marcha, informó 'APA' citando a la Policía de la ciudad.

Otras 10 fueron detenidas después de que algunos manifestantes enmascarados lanzaran piedras y botellas. Tres agentes resultaron heridos. Los manifestantes rompieron las lunas de un coche patrulla, según la Policía.

"Los niños quieren la emigración"

Antes de que comenzara la violencia, los ultraderechistas se manifestaron bajo una polémica pancarta en la que se leía en inglés: "Los niños quieren la emigración".

El ministro del Interior, el conservador Gehard Karner, declaró que la Policía perseguiría los delitos, incluso durante las manifestaciones, "tanto si los cometen extremistas de izquierdas como de derechas u otros enemigos de la democracia".