¿Al que madruga Dios lo ayuda?: estos son los peligros y las ventajas de levantarse antes del amanecer

LONDRES.- Difícil encontrar un CEO que exalte las virtudes de remolonear en la cama. Tim Cook, el mandamás de Apple, se despierta entre las 4 y las 5 de la mañana, lo mismo que su par de la Disney, Bob Iger. Según una encuesta, dos de cada tres CEO de las grandes empresas norteamericanas ya están arriba antes de las 6, mientras que el promedio entre los norteamericanos en general es de menos de uno cada tres. Así que para los que aspiran a la grandeza corporativa, el mensaje parece ser claro: el que se duerme, pierde.

Tal vez ninguno de nosotros aspire a tanto, pero seguramente alguna vez tuvimos la experiencia de llegar al trabajo muy temprano y sabemos que los beneficios van más allá de la orgullosa satisfacción de haberse sentado al escritorio antes que el jefe. Ahí podemos limpiar la casilla de correo y liquidar los asuntos complejos antes de que arranque el vértigo de las reuniones y empiecen a caer nuevos emails, y nos quedamos con la sensación de estar mejor preparados para enfrentar el día.

Pero esas tranquilas horas de la mañana no hay que pasarlas necesariamente en el trabajo: en TikTok son muy populares los videos de influencers que se muestran cumpliendo elaboradas rutinas matutinas, como darse baños de inmersión en agua helada, repetir frases de reafirmación positiva frente al espejo o prepararse meticulosamente una taza de café nootrópico. En un video que fue ridiculizado en todas las redes, el coach de negocios Kris Krohn explica cómo levantarse a las 4 de la mañana “para alinear la química del cuerpo y hiperdopaminizar la mente.”

Si bien la rutina del Krohn carece de todo rigor científico, hay muchas investigaciones que encuentran beneficios en levantarse temprano. Un estudio realizado en 2012 por Renée Biss y Lynn Hasher, ambos de la Universidad de Toronto, los pájaros madrugadores informan sentirse más felices y más sanos. Los noctámbulos suelen dormir menos, y eso puedo cobrarse su precio en mal humor o en salud, y también en productividad… Andrew Conlin, de la Universidad de Oulo, Finlandia, y sus coautores, descubrieron que los hombres que se levantan tarde ganan un 4% menos de dinero que los madrugadores. (Lo que no estudiaron es si la promesa de ganar un 4% más alcanzaría para que los dormilones suelten la almohada.)

Los madrugadores también son ciertamente mejor mirados: en la mayoría de los lugares de trabajo, a los que llegan tarde los miran torcido. Un estudio publicado en 2022 por Jessica Dietch y sus colegas de la Universidad Estatal de Oregon reveló que las personas noctámbulas son percibidas como “vagas”, “indisciplinadas” e “inmaduras” por sus congéneres. Y para terminar de completar el estereotipo, también son más obesas, según una investigación de la Lap Ah Tse y sus colegas de la Universidad China de Hong Kong.

Desventajas

Levantarse temprano, sin embargo, no es pura ventaja. Los que llegan temprano y están a la espera de que su jefe le encargue trabajo podría terminar haciendo el doble. Y si al pájaro madrugador le entra el bichito de llegar temprano, el trasnochón astuto se queda en la cama. Y durante el día siempre surge alguna urgencia, o sea que los madrugadores muchas veces trabajan hasta tan tarde como los que le escapan al amanecer. Para colmo, cuantos más emails y mensajes respondés a la mañana, más probabilidades de recibir contrarrespuesta ese mismo día.

Los que se levantan al alba también corren el riesgo de convertirse en un plomo: algunos madrugadores no hacen más que hablar de todo lo que hicieron mientras los demás apagaban el botón de la alarma y se daban vuelta en la cama, y otros, en vez de aprovechar las horas de la tarde para socializar, lo único que quieren es volverse a casa temprano para irse a la cama. Los noctámbulos, por el contrario, se dan rienda suelta: una investigación revela que consumen más alcohol, más drogas, y que también tienen más sexo. Christoph Randler y sus colegas de la Universidad de Educación Heidelberg descubrieron que los hombres que se quedan despiertos hasta tarde tienen “mayor éxito de encuentros”. Y para los ojos de algunos, quedarse hasta tarde es sinónimo de juventud, mientras que las primeras horas de la mañana pertenecen al reino de los geriátricos.

Todo intento de alterar nuestro ritmo circadiano es probable que muera en eso, en un intento, y con sueño… Para decirlo en términos más científicos, el cronotipo de una persona es básicamente producto de sus genes. Atenuar las luces a la noche o comprarse un reloj alarma especial no nos va a transformar mágicamente en una persona matutina, y esas primeras horas de la mañana pueden resultar inútiles si las pasamos con la mirada en blanco y los ojos apagados. ¿Valen la pena las sobredosis de cafeína para sostener ese ritmo? Los que se guardan temprano, por su parte, nunca serán el alma de la fiesta cuando se esconde el sol. Para ellos, sin embargo, tal vez esa sea una razón más para sentirse superiores.

Así que el mejor consejo posible quizá sea dejar de preocuparnos por nuestro reloj biológico. De hecho, la mayoría de la gente no es ni noctámbula ni madrugadora, sino algo intermedio: ni funcionan del todo bien a primera hora de la mañana ni a última hora de la noche. Y muchos hasta se quedan dormidos en medio de la tarde. Será por eso que el horario de oficina suele ser de 9 a 18, y es por eso que deberían tener algún lugar especial para dormir una breve siesta.

(Traducción de Jaime Arrambide)