La Ley de Restauración de la Naturaleza y el apoyo al Pacto Verde se enfrentan a una prueba de fuego

La Ley de Restauración de la Naturaleza y el apoyo al Pacto Verde se enfrentan a una prueba de fuego

Bélgica ha programado para este lunes un acalorado debate público en la cumbre de ministros de Medio Ambiente sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza, que permanece bloqueada tras el fracaso de las negociaciones diplomáticas la semana pasada.

Tras un acuerdo informal con el Consejo de Ministros de la UE el pasado mes de noviembre, el Parlamento Europeo ya ha aprobado la legislación, que exigiría el inicio de labores de restauración medioambiental en una quinta parte de la tierra y el mar para 2030 y establece objetivos a largo plazo para devolver la salud a ecosistemas específicos.

Sin embargo, lo que debía ser el visto bueno final del órgano legislativo que representa a los Gobiernos nacionales en Bruselas se ha visto bloqueado por un puñado de países que han renegado del llamado acuerdo "a tres bandas".

En su calidad de presidencia de turno del Consejo de la UE, Bélgica (en la incómoda situación de tener que abstenerse debido a la oposición de la región flamenca de habla neerlandesa) esperaba obtener un cambio de opinión de al menos uno de los países que forman una estrecha minoría de bloqueo.

Austria, Bélgica, Finlandia, Italia, los Países Bajos, Polonia, Suecia y, tras un polémico giro de última hora, Hungría, han manifestado su intención de abstenerse u oponerse a la ley si se somete a votación; en la práctica, no hay diferencia. Si cualquiera de ellos se uniera a los partidarios del sí, la ley sería aprobada.

Debate y posible votación en la agenda de este lunes

Una fuente gubernamental reveló el viernes que los esfuerzos de Bélgica habían sido en vano, por lo que la presidencia ha incluido otro debate en el orden del día de la cumbre del Consejo de Medio Ambiente de este lunes en Luxemburgo, al que seguirá, si hay algún indicio de avance, una votación que podría ser la última durante muchos meses, ya que Hungría asumirá la presidencia semestral en julio.

En el último debate de este tipo, celebrado en marzo, el ministro irlandés de Medio Ambiente, Eamon Ryan, advirtió de que el rechazo de la ley significaría que "el sistema europeo no funciona" y equivaldría a declarar que los Veintisiete no se toman en serio la crisis medioambiental y climática.

El comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, dijo entonces que rechazar una ley ya acordada en un proceso utilizado para elaborar el grueso de los reglamentos y directivas de la UE plantearía "serias dudas sobre la coherencia y estabilidad" del proceso legislativo en Bruselas.

En una entrevista con 'Euronews' el viernes, mientras se prepara para dejar su puesto y unirse a las filas de los Verdes tras ser elegido eurodiputado por su Lituania natal, Sinkevičius advirtió de que si la ley de naturaleza no se adopta este lunes podría llevar a un punto muerto en Bruselas antes de la decimosexta conferencia de las partes (COP16) del Convenio de la ONU sobre Diversidad Biológica en octubre.

En la última de estas cumbres, celebrada en diciembre de 2022, se alcanzó un acuerdo pionero para invertir la pérdida de biodiversidad mundial. "En la COP15, Europa fue uno de los principales impulsores del acuerdo alcanzado", declaró Sinkevicius. "Y, por supuesto, no sería estupendo que no fuéramos capaces de cumplir nuestro compromiso internacional".

Varios países han emitido esta semana declaraciones en las que exponen sus posturas sobre la ley antes del primer gran debate sobre la política medioambiental de la UE desde las elecciones europeas, en las que Los Verdes perdieron terreno en gran parte del bloque.

Alemania, aunque ha señalado que apoyaría la ley, dijo que era "crucial" que no se impusieran "cargas adicionales" a los agricultores al aplicar el reglamento, haciéndose eco de una preocupación central de los países que bloquean la ley. Letonia, otro de los países que apoyan la ley, también expresó su "seria preocupación" por las medidas dirigidas a las tierras agrícolas, en particular la rehumidificación de las turberas drenadas.

Los Países Bajos, que albergan la mayor parte de las turberas drenadas de Europa, reiteraron su posición de que su oposición a la ley estaba en consonancia con una resolución respaldada por la "gran mayoría" de su Parlamento. Polonia, que tiene previsto abstenerse, se opuso a la ley principalmente por "no garantizar recursos financieros adecuados para la restauración de la naturaleza".

Fuentes diplomáticas de los países favorables a la ley dijeron a 'Euronews' que aún veían posibilidades de que fuera aprobada este lunes. "Podríamos tener de repente una mayoría cualificada", dijo una de ellas. Otro dijo que era "absolutamente posible que algunos países en contra lleguen a un acuerdo".