Ley marcial en Corea del Sur: ¿Qué ha ocurrido y qué pasará a partir de ahora?
Cuando el presidente Yoon Suk Yeol salió en directo en la televisión surcoreana el martes por la noche, pocos esperaban que impusiera la ley marcial. La última vez que un dirigente de Seúl hizo lo mismo fue hace casi medio siglo, en 1979, durante el régimen autoritario, que terminó en 1987.
Esa era se extendió desde el final de la guerra de Corea de 1950-1953, tras la cual una serie de líderes dictatoriales proclamaron ocasionalmente la ley marcial para estacionar a los militares en las calles del país y sofocar las protestas antigubernamentales. Muchos surcoreanos recuerdan bien una época de Junta militar a la que la mayoría del país no tiene ningún interés en volver.
Al final, este sentimiento prevaleció en una votación unánime de 190-0 en la Asamblea Nacional para poner fin a la ley marcial y, apenas seis horas después, el presidente anuló su orden a las 04:30 de la madrugada (hora local).
¿Por qué Yoon Suk Yeol impuso la ley marcial?
En su discurso televisado del martes, Yoon culpó a supuestas fuerzas pronorcoreanas y antiestatales de intentar desestabilizar el país. Aunque no aportó pruebas concretas de la intromisión de Piongyang como parte de su razonamiento, señaló a los partidos de la oposición por haber "bloqueado" sus políticas e incluso habían intentado destituir a algunos de sus cargos.
Si bien es cierto que el Parlamento, dominado por la oposición desde abril de este año, había bloqueado repetidamente muchas de las políticas propuestas por el presidente, la drástica medida de imponer la ley marcial tomó a muchos por sorpresa. Incluso pareció ser noticia para el líder del conservador Partido del Poder Popular del propio Yoon, Han Dong Hoon, que reaccionó diciendo que la decisión del presidente era "errónea" y que la "detendría con el pueblo".
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El líder de la oposición, Lee Jae Myung, del Partido Democrático, de centro-liberalismo, calificó el anuncio de "ilegal e inconstitucional". Myunghee Lee, profesor adjunto de Relaciones Internacionales en la Universidad Estatal de Michigan, afirma que Yoon "se ha sentido cada vez más frustrado tanto por las divisiones en su propio partido como por las maniobras de la oposición en la Asamblea Nacional para bloquear partes clave de su agenda".
También se ha enfrentado a varios escándalos de tráfico de influencias, incluido uno en el que su esposa supuestamente aceptó un bolso de la marca Dior de un pastor. Yoon, cuyo índice de aprobación era de un escaso 20%, ya se enfrentaba a peticiones de destitución antes de este incidente, y estaba "en una posición increíblemente débil", añadió Lee.
Sin embargo, lo que realmente le llevó a él y a sus conspiradores a hacer el cálculo político de que tal movimiento le beneficiaría es un "verdadero enigma", según Lee. "Para muchos, se trata de un movimiento insensato, ya que él se encontraba en una posición política así", afirmó.
¿Cómo ha sido la política exterior de Corea del Sur bajo Yoon?
Durante su mandato, el Gobierno de Yoon trató de estrechar lazos con Washington, una política que en general ha sido popular entre la opinión pública surcoreana. Mucho menos popular, sin embargo, es su intento de mejorar las relaciones con Japón en varios niveles, incluso mediante el intercambio de inteligencia y ejercicios militares. Este tipo de maniobras siguen siendo un tabú en el país debido a su traumático pasado bajo el dominio colonial japonés.
En cuanto a Corea del Norte, como se desprende de sus declaraciones del martes, Yoon ha adoptado una postura más dura que su predecesor. El expresidente Moon Jae In trató de dialogar con el líder norcoreano Kim Jong-un, mientras que el Gobierno actual ha puesto fin a este tipo de iniciativas.
En cuanto a la vecina potencia mundial, China, Yoon ha intentado seguir una vía pragmática, afirmando que no cree que Corea del Sur tenga que elegir entre China y Estados Unidos.
¿Qué pasará después?
La destitución parece ser la opción más probable, dada la condena casi unánime de las acciones de Yoon, incluso dentro de su propio partido. Los principales asesores del presidente, sus secretarios y algunos miembros del Gabinete, incluido el ministro de Defensa, Kim Hyun Jong, se han ofrecido a dimitir colectivamente.
Todo esto no augura nada bueno para el futuro de Yoon en el cargo. Seis partidos de la oposición presentaron el miércoles por la mañana una moción para destituir al presidente, que requeriría el apoyo de dos tercios del Parlamento y el respaldo de al menos seis de los jueces del Tribunal Constitucional del país.
El presidente de la Asamblea, Woo Won Sik, tiene previsto abrir una sesión para debatir la moción, lo que podría ocurrir el viernes o el sábado. La votación debe celebrarse en los tres días siguientes a la propuesta de destitución. La última vez que se impuso la ley marcial en el país, en 1979, fue tras el asesinato del exdictador militar Park Chung Hee.
En un giro profundamente irónico, Yoon Suk Yeol dirigió un caso de corrupción contra la hija de Park, que fue presidenta surcoreana hasta su destitución por abuso de poder en 2016.