Ley “ómnibus” de Milei: cómo funciona el sistema electoral de circunscripción uninominal británico y cuáles son los riesgos del “gerrymandering”

Votantes británicos en una escuela en Lees, cerca de Oldham, en el norte de Inglaterra, en las elecciones locales de mayo de 2022. (Oli SCARFF / AFP)
Votantes británicos en una escuela en Lees, cerca de Oldham, en el norte de Inglaterra, en las elecciones locales de mayo de 2022. (Oli SCARFF / AFP) - Créditos: @OLI SCARFF

PARÍS.– Único entre los países europeos, el sistema uninominal mayoritario a una vuelta utilizado en Gran Bretaña para las elecciones parlamentarias representa la ventaja de la simplificación, pero también el peligro del llamado “gerrymandering” o manipulación en la delimitación de las circunscripciones electorales.

El proyecto de “ley ómnibus” que presentó este miércoles el gobierno de Javier Milei impulsa un cambio profundo en el modelo de representación popular argentina, ya que busca pasar a un sistema de elección por “circunscripciones uninominales” para la designación de diputados nacionales, que sigue el estilo anglosajón.

Los británicos lo llaman “first-past-the-post” (quien llega primero se queda con todo), expresión que proviene de las carreras hípicas británicas, donde el caballo que gana es el que cruza primero el disco (“post”, en inglés). En claro, los electores solo pueden introducir una boleta en la urna, con el nombre de un solo candidato. En el escrutinio, aquel que llega primero gana la circunscripción. Incluso -y con frecuencia ese es el caso- si no obtiene la mayoría absoluta de los votos.

Según los especialistas, ese modo de votación tiene numerosas virtudes. Sobre todo, que permite un resultado rápido, es uno de los más simples del mundo y es fácil de comprender. Y si bien los diputados elegidos no representan a la población con exactitud, ese método “no proporcional” permite definir rápidamente una mayoría clara y, con frecuencia, absoluta.

Una persona después de depositar su voto en Londres el 6 de mayo del 2021.   (Foto AP/Frank Augstein)
Una persona después de depositar su voto en Londres el 6 de mayo del 2021. (Foto AP/Frank Augstein)

Pero el sistema también tiene sus defectos. Es acusado, por ejemplo, de favorecer el voto útil en detrimento del voto de convicción. También significa una desventaja para los pequeños partidos que a escala nacional representan un peso político, pero no lo son dentro de una circunscripción.

Desde el punto de vista político, ese sistema presenta otro riesgo conocido como “gerrymandering”, una práctica electoralista que consiste en redefinir las circunscripciones electorales con el fin de favorecer un partido político o un grupo específico. El término proviene en parte del apellido del gobernador del estado norteamericano de Massachusetts de principios del siglo XIX Elbridge Gerry, que al no lograr la victoria en los distritos del norte y el oeste del estado decidió unificar todos esos distritos en uno solo.

Los especialistas, sin embargo, desechan la envergadura del problema del “gerrymandering” en Gran Bretaña.

“Aun cuando el gerrymandering pueda producirse en cualquier sistema electoral, el sistema uninominal mayoritario en Gran Bretaña es menos susceptible de verse afectado por esa práctica debido a que las circunscripciones son relativamente pequeñas y homogéneas. Esto limita el margen de maniobra para manipular los resultados electorales”, analiza el especialista Jean-Pierre Langlade.

La definición de esas circunscripciones son responsabilidad de la Boundary Commission for England, que debe respetar criterios muy estrictos de equidad y de representación equilibrados. Esa comisión es un organismo no partidista creado por el Parlamento del Reino Unido. Sus miembros son nombrados por el Cabinet Office, un departamento del gobierno británico responsable de dar apoyo al Primer ministro y a su gabinete.

“Los miembros son generalmente expertos independientes, escogidos en función de su experiencia y sus conocimientos en el terreno de la delimitación de circunscripciones electorales”, precisa Langlade.

Langlade señala, sin embargo, que ciertas críticas fueron formuladas sobre la delimitación de las circunscripciones en el Reino Unido.

“Muchos estiman que sus límites pueden ser manipulados para aventajar a ciertos partidos políticos. Pero las iniciativas propuestas para para reformar el sistema electoral, sobre todo introduciendo criterios más objetivos, nunca fueron aplicadas”, agrega el experto.

Francia también

Francia tiene un sistema similar. La diferencia reside en que, para elegir diputados, se utiliza el método “uninominal mayoritario a dos vueltas”. En las elecciones legislativas, los candidatos se presentan en cada circunscripción y los electores votan por uno solo de ellos.

Un hombre ingresa a un colegio electoral en Estrasburgo, Francia, durante las elecciones parlamentarias, el domingo 19 de junio de 2022. (Foto AP/Jean-Francois Badias)
Un hombre ingresa a un colegio electoral en Estrasburgo, Francia, durante las elecciones parlamentarias, el domingo 19 de junio de 2022. (Foto AP/Jean-Francois Badias)

En la primera vuelta, si un candidato obtiene una mayoría absoluta de votos es elegido directamente. Si ninguno obtiene esa mayoría, una segunda vuelta se organiza. En ese ballottage, el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos gana la circunscripción.

“Ese sistema garantiza una representación local y permite a los electores escoger directamente su diputado en su circunscripción”, precisa Langlade.

Las circunscripciones electorales en Francia son definidas por el Código Electoral. Los límites de las circunscripciones legislativas son determinados por la Comisión Nacional Electoral (Cncdce), compuesta por miembros nombrados por el Consejo de Estado, la Corte de Casación y el Consejo Económico, Social y Medioambiental.

La Cncdce está encargada de proceder a una revisión periódica de los límites de las circunscripciones, para garantizar una representación equitativa, en función de las evoluciones demográficas.