La letra que integra: una empresa comenzó a enviar sus comunicaciones en Comic Sans para ayudar a personas con dislexia

La tipografía Comic Sans
La tipografía Comic Sans

Inspirados en una campaña lanzada el año pasado por la Asociación Dislexia y Familia (Disfam) una compañía que brinda servicios de electricidad en la zona sur del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) decidió cambiar la tipografía que utiliza para enviar sus comunicaciones, tanto internas como externas, que ahora se ven con una de las letras más “infantiles” y criticadas en Internet: la Comic Sans. Sin embargo, esta tipografía resultó ser la que mejor funciona para facilitar la lectura a personas con dislexia.

La dislexia es una dificultad para leer en forma fluida, exacta y automatizada, en una persona sana, que cuenta con capacidades cognitivas suficientes para lograrlo (inteligente) que ha sido debidamente estimulado. Es decir, que se le ha enseñado, pero que por una razón neurobiológica y hereditaria no lo puede realizar como el resto de las personas”, explicó a LA NACION, Gustavo Abichacra, que es médico pediatra, magíster en psiquiatría infanto-juvenil y que forma parte del Comité Científico de Disfam.

Su colega, Valeria Muro, jefa de sección de neurología Infantil del Hospital Británico Buenos Aires, sumó: “Es uno de los trastornos de aprendizaje más frecuentes y que afectan las habilidades de leer y escribir, pero no son solamente esos síntomas. Uno de cada diez niños puede presentar síntomas de dislexia y según las publicaciones, el 15 o 20 por ciento de la población mundial puede tener al menos uno de los síntomas de dislexia. Leer es la capacidad que tenemos de poder interpretar una imagen, una imagen que puede ser texturada de diferentes formas y que simbolizan y se interpretan y dan una significancia a una palabra. Esto quiere decir que la lectura en sí misma es un proceso cerebral que es reciente en la evolución del desarrollo. Y también quiere decir que no todos procesamos la información visual de la misma manera”.

Hoy, en la Argentina, “Comic Sans” se transformó en tendencia en Twitter tras el comunicado de la prestadora de servicios energéticos que decía: “Desde Edesur queremos contarte que ahora nuestras novedades que lleguen vía mail en tu computadora, van a estar redactadas con la tipografía Comic Sans. Con esta decisión. Buscamos ayudar a nuestros clientes con dislexia, un trastorno en el aprendizaje y lectura que afecta a alrededor del 10% de la población mundial. La tipografía Comic Sans facilita la lectura en las personas que la padecen, y es por eso que tomamos la decisión de incorporarla en la difusión de comunicaciones a clientes. ¡Desde Edesur seguimos trabajando para crear un entorno más inclusivo!”.

El comunicado de EDESUR
El comunicado de EDESUR

Consultados por LA NACION, desde la compañía recordaron que ya habían sido pioneros en la incorporación de otros sistemas de acceso, como facturas en lenguaje Braille y terminales de autoconsulta para hipoacúsicos. Es un granito de arena, que sirve para la inclusión”.

¿Qué decía la campaña que se llevó adelante el año pasado? Titulada: “Comic Sans la Revancha”, un video resume la acción de Disfam que cambió la tipografía tradicionales por la que es más accesible a las personas con dislexia en diferentes plataformas virtuales y hasta en la camiseta del jugador de Racing, Enzo Copetti.

En el video, diferentes personas cuentan que Comic Sans es la tipografía “más odiada” por los diseñadores y creativos y a la que más se atacó desde su nacimiento en 1994, cuando Vincent Connare la diseñó para Microsoft.

“Pero la Comic Sans le gana a casi todos los tipos de letras en algo: ayuda a las personas con dislexia a leer mejor”, anuncian los protagonistas del video. Luego explican las características que tiene, muchas de ellas le valieron las mayores críticas, pero que resultaron claves para la lectura en personas con dislexia. “Es una letra que está separada y tiene una gran diferencia entre las letras b y d; p y q; m y n; v y w; y o,d y p”.

A lo que dice el video, Abichacra agrega: “La forma única e irregular de algunas letras hace que sea más amigable para algunas personas con dislexia. Esta tipografía tiene sus críticas por parte de muchos diseñadores gráficos por verla muy infantil (de hecho fue inspirada en letras de comics) y porque la consideran inadecuada para textos largos. Eso no quiere decir que a muchas personas los pueda favorecer. Y a la vez es una forma eficaz de dar visibilidad a una dificultad que afecta entre el 10 al 20% de la población. Por eso, fue avalada por la Asociación Británica de dislexia y la Asociación Irlandesa de dislexia”.

Muro sumó: “Teniendo en cuenta este procesamiento visual diferente, es que se han estudiado en las últimas décadas si hay alguna manera de poder beneficiar al cerebro para que entienda mejor el significado de estas imágenes visuales que son las palabras. En esa búsqueda se ha observado que hay tipografía que pueden favorecer el proceso lector en estos pacientes, pero al momento no hay una única tipografía. Incluso, dentro de las que se mencionan, según las asociaciones de dislexia internacionales, está la tipografía Arial, como una de las más accesibles para estos pacientes, también verdana Calibri o Comic Sans”.

Ante la consulta de qué significa para una persona con dislexia poder leer en una tipografía distinta a las tradicionales o más utilizadas, Abichacra respondió: “ Facilita la lectura porque puede identificar con mayor claridad formas tipográficas similares . No se tienen que detener tanto tiempo para discriminarlas favoreciendo la fluidez. Son rasgos más reconocibles, ya que tipografías similares les generan confusión. Se sienten más cómodas, aunque no sucede en todas las personas con dislexia”.

Por su parte, Muro destacó: “Pero la tipografía no es la única barrera, o sea, puede haber pacientes o personas que tengan dificultades visuales o de otros aspectos sensoriales y que prefieran otra tipografía u otro tamaño de letra u otro color y eso es importante a tener en cuenta. Entonces, en general, en los estudios donde se hablan de cuáles deberían ser los ajustes de páginas web para mejorar. Por ejemplo, la comunicación para toda la comunidad, incluidos los pacientes con dislexia, se habla de poder darle la opción a la comunidad de poder elegir en la misma página qué opciones de color, de tamaño o de tipo de letra sería más conveniente para ellos. O sea que, limitarse a un tipo de tipografía, estamos seleccionando a un grupo de pacientes y no estamos intentando un proceso de inclusión global”.

Sobre si se puede tratar, Abichacra, explicó: “Si son 200 horas de tratamiento psicopedagógico con orientación neurocognitiva cuya finalidad radica en realizar a través de la intervención profesional nuevas conexiones neuronales en las áreas del lenguaje encargadas de la lectura. Cuanto más temprano comience el tratamiento 6 o 7 años, hay mayor probabilidades de compensación, aunque el tratamiento puede realizarse a cualquier edad. Y la prevención radica en tratar a través de fonoaudiólogas, con orientación neolingüística, cualquiera alteración del lenguaje que se presente antes de ingresar en la etapa escolar”.