Real Madrid le ganó a Leipzig en la Champions League con un golazo, otra polémica y las manos de Lunin

Leipzig recibió a Real Madrid en el duelo de ida correspondiente a los octavos de final de la Champions League. Un duelo en el que hubo un poco de todo, pero con un resultado que dejó al Merengue más cerca de los cuartos de final tras festejar en suelo alemán. En los primeros minutos apareció la polémica: un gol anulado a los locales, difícil de interpretar. Como no había jugadores en posición adelantada, es posible que el árbitro haya visto un supuesto empujón al arquero del equipo español. Finalmente, los españoles ganaron 1 a 0 por una genialidad de Brahim Díaz y por las manos de su arquero, el ucraniano Andriy Lunin.

Desde la transmisión oficial se repitió varias veces la jugada que terminó con gol de cabeza de Bengamin Sesko a los 2 minutos en varias oportunidades, sin que quedara del todo claro cuál fue el fallo, debido a que Rodrygo salió tarde de la acción, habilitando a quien anotó el tanto. Es posible que se haya iinterpretado que Benjamin Henrichs interfirió al arquero Lunin mientras se desarrollaba la jugada y la pelota salía del área.

Los locales fueron superiores a Real Madrid en el primer tiempo. Contaron con más jugadas de riesgo, sabiendo que debían llevarse una ventaja, aunque sea mínima, al desquite en Madrid, pero fallaron en la definición y también se encontraron con la figura del ucraniano Lunin, que se mostró seguro. l Los alemanes, que ya le habían ganado a los blancos en su campo la pasada temporada en la fase de grupos de la Champions, se mostraban muy incisivos en las transiciones. Sesko y Lois Openda hicieron sufrir a los defensas visitantes, impulsados por las buenas asistencias de Dani Olmo. Sesko hizo lucirse a Lunin (10), que poco después detuvo un disparo lejano de Henrichs (15). Un tiro lejano de Toni Kroos a los 20 fue el primer aviso de un Real Madrid que empezó a mejorar camino del descanso.

En el inicio de la segunda etapa, los visitantes se pusieron al frente. Se jugaban tres minutos de la segunda etapa cuando Brahim Diaz fue autor de un golazo. El ex Milan comenzó a gambetear desde la derecha hacia el medio y remató de zurda para clavarla en el segundo palo. De ese modo, los españoles se pusieron 1 a 0.

Real Madrid, lento en la primera parte, le dio más velocidad a su juego y presionó más arriba en la segunda parte, impidiendo que el Leipzig saliera cómodamente por velocidad. Los alemanes empezaron a notar el intenso esfuerzo desplegado a lo largo del encuentro, que la visita empezó a controlar algo más. Vinicius falló la mejor oportunidad para sentenciar la llave en un disparo demasiado cruzado que rebotó en el palo.

Los alemanes merecieron llevarse algo más. Lunin volvió a lucirse casi de forma consecutiva en los tiros de Xavi Simons y Sesko (81), en las últimas ocasiones claras de los alemanes, condenados a intentar remontar en el Bernabéu. El arquero ucraniano fue la gran figura de la noche, con nueve remates atajados. Formidables motivos con los que sostuvo la confianza que le dio Carlo Ancelotti como reemplazante de Thibaut Courtois.

Real Madrid ganó un partido muy importante como visitante y se lleva una mínima ventaja de cara a la vuelta, que se disputará el 6 de marzo, en el estadio Santiago Bernabéu. Vale destacar que entre los suplentes de Real Madrid estuvo el argentino Nico Paz, pero no sumó minutos. Apenas dos cambios hizo Ancelotti, y uno por lesión de Brahim Díaz.

“Nos ha costado porque es así, aquí es así. Ha sido un partido muy sufrido, muy competido, pero el equipo estaba dentro. Se podía hacer mejor, creo que sí, pero hay muchos aspectos positivos. Nos podíamos adelantar más en el marcador, pero también se podría haber empatado. Lunin ha jugado un gran partido. Es un portero que está progresando porque no ha tenido muchos minutos. Jugar le está dando confianza. La idea era estar sólidos en nuestro campo, hemos sido peligrosos en las transiciones, ha sido un partido completo, estamos satisfechos, pero es una ventaja pequeña. Ha sido un buen partido y un buen resultado, pero hay otros 90 minutos en nuestro estadio”, evaluó un satisfecho Ancelotti.