Las 5 promesas de campaña a las que Trump ha renunciado

El presidente Trump ha cumplido alrededor de una cuarta parte de las promesas de campaña que hizo en 2016, según Politifact. Las más importantes: bajar impuestos, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, imponer aranceles a las importaciones chinas y retirarse del acuerdo climático de París.

Pero a Trump todavía le quedan muchas promesas sin cumplir, entre ellas algunas que probablemente querría que los votantes olvidaran mientras valoran si merece un segundo mandato. La campaña de Trump publicó recientemente una lista de 50 objetivos para su segundo mandato en 10 áreas amplias como la economía y la atención médica. No brinda detalles sobre cómo Trump aplicará ninguno de los 50 puntos, pero la lista le ofrece un punto de partida para proyectar su visión para el segundo mandato.

Algunas de las nuevas promesas de campaña de Trump son repeticiones de lo que no logró la primera vez. Todavía quiere poner en marcha un gran programa de infraestructura, por ejemplo, pero en vez de mencionar los 550 mil millones a los que hizo referencia en 2016, ahora Trump dice que simplemente quiere “construir el mayor sistema de infraestructura del mundo”. Todavía desea recuperar los empleos manufactureros trasladados a China, un objetivo difícil de alcanzar que su guerra comercial con el gigante asiático aún no ha conseguido. Y Trump también quiere imponer límites de mandato a los congresistas, algo que nunca sucederá, pero que es un buen reclamo para los votantes cansados ​​del estancamiento del Congreso.

Las 5 promesas de campaña a las que Trump ha renunciado
El presidente Donald Trump recorriendo una sección del muro fronterizo, el martes 23 de junio de 2020 en San Luis, Arizona (Foto AP/Evan Vucci)

Por otra parte, encontramos algunas promesas de campaña de 2016 a las que Trump parece haber renunciado, quizá porque desde el inicio no eran realistas y terminaron siendo perdedores políticos. Estas son las 5 promesas de la campaña de Trump de 2016 que no aparecen en su agenda de 2020:

México pagará la construcción del muro en la frontera suroeste

Toda persona racional sabía que México no iba a pagar por construir un muro que no quería. Trump insistió en que podría lograr que México pagara miles de millones por el muro de manera indirecta, mediante la reducción de la ayuda exterior o ajustando de alguna manera la balanza comercial entre los dos países. Pero nada de eso ha sucedido y Trump no ha sido muy claro sobre la contribución de México al muro desde 2019.

Derogación del Obamacare

La eliminación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Accesible (ACA) fue un punto clave en el llamamiento de Trump a los votantes en 2016. Pero el Congreso controlado por los republicanos intentó de manera fallida anular la ley en 2017. Los republicanos nunca han elaborado un plan sustituto, lo que sugiere que el coro por la derogación fue principalmente simbólico. Todavía existe una demanda activa que cuenta con el apoyo de la administración Trump para revocar la ACA. La Corte Suprema escuchará el caso en noviembre, después del día de las elecciones, y emitirá su dictamen en algún momento de 2021. Es posible que la demanda tenga éxito, pero la Corte Suprema ya ha defendido una vez la ACA y muchos analistas legales creen que volverá a hacerlo. La ACA ha crecido en popularidad con el paso del tiempo: el 51 % de los estadounidenses ahora dice que la apoya. Solo el 36 % se opone. Por tanto, reavivar la cuestión podría hacerle perder votantes.

Pagar la deuda federal

No te rías, pero en 2016 Trump dijo que eliminaría la deuda nacional en 8 años. Hizo su anuncio sobre la deuda como hombre de negocios y también dijo que adoptaría el “plan del centavo”, que recortaría discrecionalmente el gasto federal en un 1 % anual y eventualmente generaría un ahorro de mil millones de dólares. Bueno… Antes del coronavirus, la deuda nacional aumentó en 3,1 billones de dólares entre 2016 y 2019, en parte porque los recortes de impuestos de Trump en 2017 también recortaron los ingresos del Tesoro. Desde el 1 de enero, la deuda nacional se ha disparado en otros 2,5 billones debido al desempleo masivo, nuevos recortes en los ingresos del Tesoro y billones destinados a estímulos y ayudas. La deuda se ha disparado más en manos de Trump que bajo cualquier presidente de posguerra, un tema del que preferiría no hablar este año.

Crecimiento económico del 4%

Cuando era candidato en 2016, Trump atacó la gestión económica de su predecesor Barack Obama y dijo que impulsaría un crecimiento económico de entre un 2-4 %, o incluso más. Lo mejor que pudo alcanzar fue un crecimiento del PIB real del 3 % en 2018, ayudado en gran parte por los estimulantes recortes de impuestos que entraron en vigor a inicios de ese año. El crecimiento del PIB se redujo a un 2,2 % al estilo Obama en 2019, y ahora los confinamientos por el coronavirus han enviado el crecimiento del PIB a un búnker subterráneo. Trump no tiene objetivos de PIB para su segundo mandato.

Publicar sus declaraciones de impuestos

En 2014 Trump dijo que, si decidía presentarse a la presidencia, publicaría sus declaraciones de impuestos, como han hecho todos los candidatos presidenciales importantes desde la década de 1970. En 2016, cuando era el candidato republicano, Trump dijo que publicaría sus declaraciones de impuestos cuando el IRS terminara de auditarlas, aunque lo cierto es que una auditoría no debe ser un obstáculo. Obviamente, Trump todavía no ha publicado sus declaraciones de impuestos y está claro que nunca lo hará, a menos que lo obliguen. Trump está librando al menos tres batallas legales para mantener sus documentos financieros fuera del alcance de los investigadores del estado de Nueva York, la ciudad de Nueva York y la Cámara de Representantes. Si Trump pierde en noviembre, quizá el IRS termine su auditoría, pero sus devoluciones ya no serán un asunto de interés público prioritario.

Rick Newman

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