Lanzador de los Marlins acude a la ayuda de un experto mental para afianzar su proyecto en el terreno
Todavía es muy pronto para valorar por completo a Valente Bellozo.
El lanzador mexicano es un producto inacabado y hasta el momento ha emitido señales mixtas con algunas aperturas esperanzadoras y otras no tanto, pero al menos ha logrado mantenerse por un buen rato en la rotación dentro de un equipo donde el recorrido de ida y vuelta a las Ligas Menores cansa la vista.
Con balance de 2-2 y una efectividad de 3.35, Bellozo sabe que aún le quedan algunas cuantas salidas en esta temporada para tratar de impresionar al alto mando de los Marlins y llegar a la primavera próxima con ciertas credenciales muy necesarias para un pitcher que nunca fue considerado un gran prospecto ni material de Grandes Ligas.
Bellozo, por su parte, recurre a todos los medios disponibles y desde hace un buen tiempo trabaja con un psicólogo que le ayuda a entender mejor el juego desde el punto de vista emocional. Pase lo que pase, Bellozo ya podrá decir que fue parte del mejor béisbol del mundo. Ahora se trata de mantenerse dentro de el.
Dice Schumaker que cuando subes al box te crees que eres Max Scherzer.
“Creo que cada quien tiene su forma de lanzar y esta ha sido la mía toda mi vida. Creo verme con confianza en la loma, verme agresivo. Eso da hincapié a pelear mejor contra los bateadores de Grandes Ligas que son muy agresivos. Si ellos huelen miedo o ven a alguien nervioso te comen vivo. Mi mentalidad es atacarlos y verme bien frente a ellos y dar el ciento por ciento’’.
¿Cómo imaginabas tu primera victoria en Grandes Ligas?
“Solo pienso en tener buenas salidas y que el equipo haga el resto con su ayuda. Como sea, tener esa primera victoria es muy importante. Habría estado igual de feliz si permito cuatro carreras y gano 6-4, es una victoria. Eso es lo más importante para el equipo’’.
Tu recta no es supersónica y así es difícil mantenerse.
“Mi recta tiene mucha vida, eso es lo que muchos me dicen. Ataca bien. Creo que la localización también es muy importante. Cada vez más aprendo a conocerme a mí mismo y saber qué es lo que me conviene. En los cuatro cuadros esa recta es muy efectiva y ayudan a mis rompimientos que son mi poder. Mi mejor pitcheo es el cambio, pero hago ajustes con la curva y con el sweeper’’.
Sabemos que trabajas con un psicólogo, ¿qué te llevó a eso?
“El año pasado, en Clase A fuerte, tuve momentos difíciles como suelen pasarle a cualquier pelotero. Trabajé con el psicólogo Freddy Sandoval, de Anaheim. Es muy buen psicólogo. Lo conozco desde el 2016 con los Toros de Tijuana. Totalmente es un cambio mental y físico. Muchos me dicen que me veo como un veterano y eso es parte de su trabajo de implementarme esa confianza, esa fuerza para ayudarme en todo ese proceso’’.
¿Crees que los peloteros latinos debieran tener más ese tipo de ayuda?
“No solamente los latinos, yo creo que todos. Para mí, un psicólogo es una inversión mental, es un cambio en el juego. Es algo positivo que te hace estar más limpio y relajado que te permite hacer un mejor trabajo allá afuera. En las Mayores todos son buenos, todos tienen talento. Lo único que cambia es la mentalidad’’.
¿Sientes que estás en una especie de audición para la próxima temporada?
“Gracias a Dios hemos tenido buenas salidas. Esto es día a día, vivir en el presente para poder mejorar nuestro futuro. No hay que pensar en el futuro y olvidarse del presente. Vamos a seguir paso a paso, trabajando para buscar un puesto hacia el año que viene’’.