#LadyFacturas, el indignante caso que exhibe el abusivo gasto del Senado en México

Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro

La senadora con licencia y candidata de Morena a la alcaldía de Álvaro Obregón, Layda Sansores, pasó facturas de compras diversas, entre 2016 y 2017, por un monto aproximado a los 700 mil pesos para que el Senado las pagara sin que sus compras no estén relacionadas con la actividad legislativa que desempeña.

Una investigación de En Punto, programa conducido por la periodista Denise Maerker, reveló que entre los gastos de la senadora Sansores “hay tintes para el cabello, desodorantes, pasta de dientes, ropa, almohadas, sábanas, un refrigerador, una estufa, una licuadora, las compras del supermercado y hasta una muñeca de más de cuatro mil pesos.” (Noticieros Televisa, 14 de junio de 2018)

Facturó compras en tiendas departamentales de la Ciudad de México y Campeche donde adquirió maquillaje, joyería, ropa, bolsas y juguetes; gastó 56 mil 274 pesos.

La diseñadora de modas Carmen Rión le confeccionó un vestido y una mascada de seda con la cara de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, un saco y un rebozo, por lo que pagó 22 mil 185 pesos.

La senadora Sansores dijo que la estaban difamando y que la investigación de Denise Maerker manipulaba los datos. En su defensa, subió a su cuenta de Twitter videos de los trabajadores de limpieza, quienes apoyan a Sansores y aseguran haber recibido beneficios que van desde sobres con dinero, hasta refrigeradores y aparatos electrodomésticos. (Animal Político, 15 de junio de 2018)

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La senadora y candidata a alcaldesa, Layda Sansores, es hija de Carlos Sansores, quien fuera gobernador del estado de Campeche y presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ha sido dos veces senadora y diputada federal en dos ocasiones así como tres veces candidata a gobernadora de Campeche. Fue militante en los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC), Partido del Trabajo (PT) y actualmente está en Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

La senadora Sansores negó haber realizado las compras que fueron puestas en evidencia mediante solicitud de información pública al Senado de la República, cuyos datos fueron divulgados por una nota informativa en el noticiario de Denise Maerker y complementada por algunas fotografías que la muestran saliendo de una tienda departamental con cajas y bolsas, subidas en su auto de lujo por sus ayudantes. Dijo que la atacan por ser candidata de Morena a la alcaldía de Álvaro Obregón y que esta agresión era promovida por la “Mafia del poder”.

Señaló la senadora Sansores que lo comprado no había sido para ella, pues lo facturado al senado en 2016 fue destinado a actividades sociales, en beneficio de las trabajadoras de intendencia, resguardo parlamentario y a los colaboradores de su oficina en el senado.

Layda Sansores ha sido una hábil política para pasar de un cargo legislativo a otro por casi treinta años. La primera ocasión que llegó al poder legislativo lo hizo de la mano de Carlos Salinas, quien así cumplió con el favor que Carlos Sansores le pidió para su hija, por lo que fue designada diputada plurinominal del PRI en la LV Legislatura de 1991 a 1994.

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Desde entonces, Layda Sansores ha puesto en práctica la habilidad de los “camaleones” para cambiar de color y la ha combinado con los saltos que dan los “chapulines” para brincar de un puesto legislativo a otro, todo para mantenerse en la nómina, el tema no es de ideología, congruencia política o lealtad, es un asunto de pragmatismo, simulación y conveniencia en el que ella es maestra.

De la senadora y diputada Layda Sansores solo se recuerdan sus incendiarios discursos en la tribuna, en calidad de incondicional del líder del partido que la tenga en su nómina. Hoy milita en Morena y aspira a ser alcaldesa por seis años en Álvaro Obregón. Lo importante para ella es mantenerse en la nómina y parece que la de esa demarcación está bien dotada. Le alcanzaría para hacer muchas compras como “tintes para el cabello, desodorantes, pasta de dientes, ropa, almohadas, sábanas, refrigeradores, estufas, licuadoras, compras del supermercado y muñecas” para beneficiar a los “trabajadores de la demarcación”.

Sin duda, hay que razonar el voto.

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