La Fuerza Aérea de EEUU realiza una prueba clave en el desarrollo de un misil hipersónico

La carrera para desarrollar y desplegar armas hipersónicas se está convirtiendo en una suerte de nueva guerra fría en la que Estados Unidos encara una competencia formidable de Rusia y China. Tanto que, al menos por lo que se ha revelado y discutido públicamente, las fuerzas armadas estadounidenses no se encontrarían actualmente con la ventaja que en otros ámbitos han disfrutado, de modo hegemónico, por décadas.

Ante ello, la Fuerza Aérea estadounidense realizó exitosamente el pasado 8 de agosto una prueba, según relata Military.com, de sistemas de comunicación y telemetría entre un misil AGM-183A, también conocido como ARRW, desarrollado por Lockheed Martin y portado por un superbombardero B-52H en vuelo en la estratósfera, con bases de la Marina en California.

Un bombardero estadounidense B-52H Stratofortress. La Fuerza Aérea probó un misil hipersónico acoplado a un bombardero similar como un paso más en el desarrollo de su arsenal hipersónico. (Senior Airman Keifer Bowes/U.S. Air Force via AP)
Un bombardero estadounidense B-52H Stratofortress. La Fuerza Aérea probó un misil hipersónico acoplado a un bombardero similar como un paso más en el desarrollo de su arsenal hipersónico. (Senior Airman Keifer Bowes/U.S. Air Force via AP)

El objetivo del ejercicio fue verificar el funcionamiento del misil prototipo con su plataforma de lanzamiento instalada en el bombardero B-52H, probar operaciones y también obtener y transmitir datos entre el misil y las bases en tierra, un paso clave para proceder al primer lanzamiento real del misil ARRW más adelante en 2020, según se ha informado.

“Este es un paso clave para el programa, el equipo y nuestra Fuerza Aérea… ARRW es el primer paso en la llegada a nuestras fuerzas de combate de transformadoras capacidades hipersónicas”, dijo el general Heath Collins, uno de los responsables del citado programa.

Las armas hipersónicas son, por lo general, vehículos y misiles que se desplazan a muy altas velocidades, del orden de cinco veces la velocidad del sonido o más, mucho más rápidamente que los misiles de crucero. Pero además de su rapidez, las armas supersónicas tendrían la capacidad de maniobrar a muy altas velocidades, cambiando de modo súbito de trayectoria, lo que las hace mucho más difíciles de rastrear y neutralizar. Los misiles balísticos, por ejemplo, se desplazan también a muy altas velocidades pero en trayectorias parabólicas predecibles y, por tanto, interceptables.

Estados Unidos se ha encontrado relativamente rezagado ante Rusia y China en el desarrollo de armas hipersónicas, por lo que en 2017 se lanzó el programa ARRW y en junio de 2019 se realizó la primera prueba de hacer volar un misil prototipo portado por un bombardero. Las pruebas continuarán en 2020 y 2021, con el momento clave del primer lanzamiento como tal del ARRW en fecha próxima.

Un cohete ruso despega portando en su cabeza el vehículo hipersónico Avangard. (Photo by TASS\TASS via Getty Images)
Un cohete ruso despega portando en su cabeza el vehículo hipersónico Avangard. (Photo by TASS\TASS via Getty Images)

De acuerdo a la revista Science, para cerrar la brecha en el desarrollo de armas hipersónicas con Rusia y China, el Pentágono ha invertido más de 1,000 millones de dólares al año en investigación en la materia.

Y aunque en este ámbito hay mucha secrecía, y también propaganda, Rusia ha mostrado el arma denominada Kinzhal, que puede volar por sí misma 10 veces más rápido que el sonido (Mach 10) y en 2018 Rusia probó su misil hipersónico Avangard, con capacidad de volar a Mach 27, que a finales de 2019 habría sido puesto en operación. China también mostró en un desfile lo que sería un vehículo hipersónico, el Dongfeng-17.

Estados Unidos, por su parte, avanza en su proyecto ARRW y en otras opciones, tanto de misiles hipersónicos como de sistemas para poder detener esos ingenios hostiles. Además, Australia colabora con Estados Unidos en el desarrollo de un vehículo hipersónico de velocidad Mach 8 e India con Rusia para desarrollar uno que vuele a Mach 7, según Science. Francia estaría desarrollado el suyo para tenerlo operativo en 2022 y Japón en 2026.

La Fuerza Aérea de Estados Unidos espera que el ARRW sea operativo en 2022, de acuerdo a Flight Global.

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